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Pepe Alconchel consigue por tercera vez el Premio Nacional de Cante por Serranas
El cantaor ya
obtuvo este reconocimiento en la década de los noventa y en la edición de 2010
La
localidad gaditana de Prado del Rey acogió el pasado sábado la gran final de la
XLII edición de su Concurso nacional de Cante por Serranas, una cita por la que
pugnaban cinco aspirantes, el mairenero Antonio Ortega, la sanluqueña Alba Bazán,
el alcalareño Tomás Pereila, la jiennense Fina Colmenero y el arcense afincado
en Jerez, Pepe Alconchel. Tras una
disputada final fue finalmente este último quien se alzó con esta edición de
2017. Se da la circunstancia de que Alconchel ya sabe lo que es ganar este
Concurso, toda vez que ya lo hizo con anterioridad en la década de los noventa y
en 2010. El veterano cantaor no ocultaba ayer a este medio su satisfacción por
el primer premio obtenido, principalmente "porque el nivel de los finalistas de
este año ha sido muy alto". Entre los reconocidos destaca también el segundo
premio, que fue para Fina Colmenero, y el tercero , el Premio 'Juan Nadales' al
mejor cante libre, que recayó en Antonio Ortega, cantaor de Mairena del Alcor
que recientemente obtuvo el segundo premio en Nacional de Vejer. Aunque fuera de
concurso, el jurado concedió el Premio Especial José Luis Rivero, al mejor
cantaor/a o menor de 25 años a la sanluqueña Amara Román. Esta recién finalizada
edición ha contado con una alta participación, más de 40 concursantes, y tenía
una dotación en premios de 4.500 euros.
FRAN PEREIRA - Jerez, 30 Agosto, 2017 - El cantaor Pepe Alconchel. / MIGUEL
ÁNGEL GONZÁLEZ
Homenaje a Juan Mojama en Jerez con motivo del 125 aniversario de su nacimiento
El
insigne cantaor Juan Mojama (Jerez, 1892 /Madrid, 1957) tendrá un merecido
homenaje con el descubrimiento de una placa a su nombre en la que fuera su casa
natal. Mañana a las 21.30 horas se llevará a cabo este tributo en la casa
ubicada en la calle Honsario número 12 (haciendo esquina con Plaza Quemada y
calle Don Juan) en el barrio de San Pedro. Con este acto se perpetúa el recuerdo
a su arte por parte de los aficionados al flamenco y la ciudad de Jerez. Por
ello, el Ayuntamiento, a través de una nota, ha invitado a la ciudadanía a
participar en el mismo. Juan Valencia Carpio, Juanito 'Mojama', nació en la
calle Honsario número 12, en el barrio de San Pedro, o también conocido como 'La
Albarizuela', de Jerez el 23 de agosto de 1892. "Hace por tanto 125 años del
alumbramiento de uno de los cantaores más decisivos de la historia del gemido
jerezano, si bien en vida nunca tuvo el reconocimiento que mereció", señala el
periodista jerezano José María Castaño La figura de
Juan Mojama se estudió con detalle en el I
Congreso de Arte Flamenco Ciudad de Jerez que, bajo el título 'La Modernidad
Cantaora de Juan Mojama' tuvo lugar en el Museo Arqueológico. "Sería
imperdonable que tras el Congreso Flamenco de la Universidad de Cádiz en Jerez
dejáramos pasar por alto efemérides tan redonda en el tiempo. Pero no solo por
ello; también por su enorme dimensión artística que en vida paso algo
desapercibida teniendo en cuenta su importancia y su huella en artistas de la
talla de su sobrino Terremoto de Jerez, Camarón de la Isla o Juan Moneo El
Torta", Castaño. Juanito Mojama ostentaba unas altísimas cualidades artísticas y
fue apadrinado por Antonio Chacón en Madrid, ciudad donde falleció en 1957.
REDACCIÓN Jerez, 22 Agosto, 2017
Promueven la repatriación de los restos de Miguel de Molina
La Asociación
Argentina de Actores quería exhumar el cuerpo del malagueño Miguel de Molina por
el incumplimiento del pago durante seis años del alquiler del nicho, una cifra
que ascendía a 115 euros
El
coordinador del Grupo de Recuperación de Memoria Histórica (GRMH) de Valencia,
Matías Alonso, ha señalado hoy que "en septiembre" quieren impulsar una serie de
iniciativas para conseguir que el Gobierno o alguna institución intervenga en la
repatriación del cuerpo del artista Miguel de Molina a España. "Estas
iniciativas pasarían por hablar con diferentes políticos y artistas para que se
movilizaran, así como crear campañas para las redes sociales a través de las
cuales se informase a la gente y se pudiese hacer presión para que el estado o
cualquier institución tomase cartas en el asunto", ha asegurado Alonso a EFE. El
GRMH se ha movilizado este mes tras conocer que la Asociación Argentina de
Actores quería exhumar el cuerpo del malagueño Miguel de Molina por el
incumplimiento del pago durante seis años del alquiler del nicho, una cifra que
ascendía a 115 euros. Una fan del cantante de copla malagueño, Juani Muñoz,
informó del hecho a la Fundación Miguel de
Molina, que este martes abonó la cantidad requerida para asegurar su
permanencia en el panteón de la Asociación Argentina de Actores hasta 2020.
Según ha indicado Alonso, sus principales objetivos es que desde la
instituciones de Andalucía, como de Valencia, donde pasó sus últimos años antes
de exiliarse a Argentina, puedan "tomar cartas en el asunto" y se consiga traer
de vuelta a Miguel de Molina "antes de 2020". "El primer paso es el consenso de
todos sus familiares para que Miguel vuelva a España, y el segundo, y más
importante, que el Estado actúe", ha asegurado Alonso. "Este cantante no fue
solo la voz de toda una generación, fue también uno de los mayores
representantes homosexuales de aquella época, y traerlo de vuelta no solo
significaría que España ya no se parece al país del que él huyó si no que sería
un reconocimiento de los derechos LGTB y lo que sufrieron en aquella época", ha
dicho. Con estas iniciativas, los objetivos principales de GRMH han sido "parar
la exhumación del cuerpo y poder repatriarlo a España, asegurar la memoria
histórica y difundir el legado de Miguel de Molina para que no se olvide lo que
representó para una gran parte de la población".
EFE Viernes, 11 agosto 2017,
Francis co Lema 'Fosforito el viejo'
Francisco
Lema Ullèt fue un cantaor nacido en Cádiz el año 1869, conocido artísticamente
por Fosforito y más tarde por Fosforito el Viejo -por su alta estatura y
delgadez- que fue discípulo de su paisano Enrique el Mellizo. Debutó a los 14
años en el jerezano Café del Palenque, propiedad de Juan Junquera, donde
permaneció durante cuarenta días. Tras unas actuaciones en El Puerto de Santa
María y varias localidades de la zona, volvió a Jerez de la Frontera, esta vez
al Café de la Vera Cruz, por espacio de 25 días. Pero su confirmación fue en el
Café El Burrero de Sevilla, escenario en el que cantó varios años consecutivos,
siendo en esta época en la que se inició su competición con don Antonio Chacón.
Tras contraer matrimonio con la bailaora Mariquita Malvido, triunfar en Málaga,
principalísima plaza, y recorrer media geografía española, llegó a Madrid en
1891 presentándose en el Café de Monedero, para pasar más tarde al Teatro
Novedades, a los cafés de Romero y Naranjeros e inaugurar el del Brillante. En
1898 volvió a su Cádiz natal para actuar en el Circo Teatro Gaditano junto a
Rafael Pareja, El Morcilla, El Quiqui, Patiño y Habichuela. Un año después, el 4
de marzo de 1899 se le tributó un homenaje en el mismo local con la
participación de La Rondalla Aragonesa, la Comparsa Los Relojes y la Sociedad
Coral Frégoli, erl cantaor El Quiqui y el guitarrista El Pollo. A su regreso a
Madrid volvió a intervenir en las fiestas íntimas y reuniones de cabales de los
colmaos Los Gabrieles, Villa Rosa y Fornos. Según sus propias declaraciones a la
revista 'Mundo Gráfico' de septiembre de 1931, cuando ya retirado del cante
trabajaba como cuidador de gallos de pelea, su despedida del público de Sevilla
fue en 1923, cantando con el Niño de Granada; y del de Madrid en el Teatro
Novedades en un concierto organizado por Vallejo. No obstante intervino en un
homenaje a La Coquinera en 1925, y alaño siguiente en el Teatro de La Latina con
la pieza flamenca Los Gitanos. Fosforito
fue un buen conocedor e intérprete de la siguiriya, y un especialista en el
cante por malagueñas, ya hemos comentado su competencia artística con Chacón, y
creador de un estilo, cuya letra más usada fue: «Desde que te conocí / mi
corazón llora sangre, / yo me quisiera morir / porque mi pena es mu grande / y
así no pueo vivir». A los 71 años de edad y en la mayor pobreza, murió en una
pensión de la calle Mesón de Paredes, de Madrid, el año 1940
GONZALO ROJO - Viernes, 28 julio 2017,
Génesis García revisa en un libro la vida del cantaor José Menese
La experta
analiza en la obra el cambio sociológico y cultural que provocó el cante del
sevillano
José
Menese. La voz de la cultura jonda en la Transición española es el título de la
biografía que acaba de publicar la editorial Almuzara, obra de Génesis García,
quien hace un recorrido por la vida del cantaor y por su devenir profesional,
que lo llevó a relacionarse con los movimientos artísticos, culturales,
políticos y sociales más activistas de los años 70. Cuando Menese tenía 25 años,
en el Diccionario Larousse ya aparecían su nombre, su discografía y la
explicación de su labor renovadora y dignificadora del arte flamenco. Un caso
único entre los artistas del género en aquellos años, que muestra lo meteórico
de su fama. Este hecho, indica Almuzara, "puede sintetizar la importancia de una
carrera artística que fue más allá de lo personal, ya que su cante provocó un
cambio sociológico y cultural de primer orden en la apreciación de este arte.
Porque Menese, junto a Francisco Moreno
Galván, interesó por el flamenco a capas sociales nuevas, creadoras de opinión y
de cultura, al hacer viva en su cante la llamada cultura jonda, uno de los más
fuertes apoyos al liderazgo musical que tanto significó en los años de la
Transición española". Un movimiento que, "si bien se circunscribe a la década de
los pasados 70, su arraigo y liderazgo cultural y social se apoyó en la mayoría
de los escritores, artistas plásticos y músicos populares cuya actividad venía
de las generaciones del 27 y del 50, los que protagonizaron el realismo social
de los 60 y el decidido activismo político en los propiamente 70". Hasta que
todo aquel riquísimo movimiento, "en el cual Menese tuvo arte y parte", cesara
en los 80, hecho que significó "el fin del activismo cultural que había apoyado
la Transición española". Nacido en el año 1942, Menese logró el premio de honor
Tomás el Nitri del Concurso Nacional de Cante Flamenco de Córdoba en 1965.
García Gómez, destaca Almuzara en un comunicado, "es un pilar importantísimo
para que la llama del flamenco se mantenga viva en Cartagena. Como investigadora
del flamenco, de las más destacadas, ha aportado elementos antropológicos y
sociológicos de vital importancia para el conocimiento de este arte".
EL DÍA - Córdoba, 28 Julio, 2017 - Menese, en un concierto en el año 2012. /
BELÉN VARGAS
La Fiesta de la Bulería celebrará sus 50 años del 24 al 26 de agosto
La tradicional
cita de Jerez cumple medio siglo en una edición que tendrá lugar en el Alcázar
El
cartel de la quincuagésima edición de la Fiesta de la Bulería de Jerez de la
Frontera fue presentado ayer, a falta de un mes para su celebración, del 24 al
26 de agosto. La principal novedad este año será el cambio de escenario, que
dejará la Alameda Vieja para instalarse en el Alcázar. En cuanto al contenido
artístico, la primera jornada de la cita llevará la firma de Pedro Garrido, el
Niño de la Fragua, al que se le ha encomendado la dirección artística del
espectáculo Bodas de oro. "En la primera parte recordaremos a cantaores que han
pasado por la Fiesta Bulería y en la segunda haremos un homenaje adaptado al
disco Canta Jerez", explicó el cantaor Ezequiel Benítez, uno de los artistas que
participarán en el montaje. Junto a él pasarán esa noche por el escenario Manuel
de Cantarote, Manuel de la Fragua, Perico El Pañero, Rubio de Pruna, Felipa del
Moreno, Lela Soto y Carmen Grilo, al cante, Saray García y Rocío Marín, al
baile, y a las guitarras Juan Manuel Moneo, José de Pura y Nono Jero. El segundo
día, 25 de agosto, se rendirá homenaje a Camarón de la Isla con motivo del 25
aniversario de su fallecimiento. Bajo la dirección de Diego Magallanes se ha
creado el espectáculo Jerez, Cádiz y Los Puertos a Camarón, en el que habrá
representantes de toda la Bahía de Cádiz y Jerez de la Frontera. Entre ellos
destacan Carmen de la Jara, Davinia Jaén, José Gálvez, Nazaret Cala o Macarena
Ramírez. Finalmente, para el día grande, el de la clausura el día 26 del mes
próximo, se ha delegado en la producción artística de Pepe del Morao por segundo
año consecutivo. El joven guitarrista jerezano pondrá en escena, muy al estilo
de los espectáculos de su abuelo Manuel Morao, La tierra y el cante. El montaje,
explicaba ayer, explicará "cómo se producen los distintos cantes, según las
faenas de trabajo que se hacían en el pasado". En esta jornada actuarán Juana la
del Pipa, María Terremoto, Dolores Agujetas, Luis Moneo, Antonio Malena, José El
Mijita, Rancapino Chico, María del Mar Moreno y Juan Grilo. El Ayuntamiento
jerezano anunció que el 23 de agosto emitirá un cupón conmemorativo del medio
siglo que cumple este verano la Fiesta de la Bulería. Las entradas para esta
edición, numeradas y con un precio único de 20 euros, ponen a la venta al
público a través de los canales habituales: la web www.tickentradas.com o, para
quien esté en la ciudad, en el establecimiento de Fátima Canca y la Oficina de
Turismo.
FRAN PEREIRA - Jerez, 22 Julio, 2017 - El guitarrista jerezano Pepe del Morao
dirigirá el espectáculo de clausura. / MANUEL ARANDA
Muere
en Sevilla a los 62 años el guitarrista flamenco Quique Paredes
El deceso se
produjo durante una operación cardíaca programada que se complicó
El
guitarrista flamenco Enrique Fernández Muñoz, conocido como
Quique Paredes, falleció ayer en Sevilla,
a los 62 años, cuando era intervenido de una dolencia cardíaca. Paredes era hijo
del cantaor El Andaluz. Tras acompañar a distintos artistas, grabó su primer
disco en 1987, De ciprés, y el segundo en 1993, Amanece el día, hasta que un
accidente de tráfico que casi le cuesta la vida le obligó a dejar de tocar por
las lesiones que sufrió en su brazo derecho. Se convirtió entonces en
representante de artistas del flamenco, dejando atrás su etapa acompañando a
artistas como Aurora Vargas o José Mercé. El guitarrista fue sometido ayer a una
operación cardiaca programada, la cual se complicó y falleció en la mesa de
operaciones.
Sevilla, 18 Julio, 2017
La cantaora Mariana Cornejo tendrá su estatua en la
plaza de la Merced
El escultor José
Antonio Barberá realizará la pieza, cuyo coste asciende a 27.000 euros
La
desaparecida cantaora gaditana Mariana Cornejo tendrá una estatua en la plaza de
la Merced. Una pieza que será manufacturada por el escultor gaditano José
Antonio Barberá, gracias a un convenio de colaboración rubricado entre la
Fundación Municipal de Cultura y Cemabasa (Cementerio Mancomunado Bahía de
Cádiz, S.A.). Esta rúbrica del convenio establece las bases de colaboración
entre ambas instituciones y define los cauces formales de relación entre las
mismas, concretamente en lo referente a la cooperación en materia de promoción
cultural y, en concreto, en la realización de los actos de homenaje a la artista
gaditana Mariana Cornejo. Así, la sociedad Cemabasa entregará a la Fundación
Municipal de Cultura una escultura representativa de la cantaora para su
instalación en la ciudad de Cádiz, concretamente en la plaza de la Merced, donde
cabe recordar que se encuentra la escultura del cantaor gaditano Chano Lobato,
justo delante del Centro Municipal de Arte Flamenco de La Merced. Esta obra, que
será realizada por el mismo escultor gaditano que realizó la escultura de Chano
Lobato, José Antonio Barberá, supondrá un coste de 27.000 euros más el IVA
correspondiente. Por su parte, la Fundación Municipal de Cultura aportará a
Cemabasa, para el pago de la factura del escultor, la suma fija de 10.062 euros
y asumirá los costes de traslado, instalación y colocación de la escultura,
incluida la base o pedestal que se necesite para la misma. Está previsto que la
escultura de Mariana Cornejo esté
concluida en el próximo mes de diciembre. Sobrina de Canalejas de Puerto Real,
Mariana de Cádiz fue seguidora de la Perla de Cádiz y la Niña de los Peines. Su
cante estuvo avalado por el sentimiento, la sencillez, la dulzura y la
solvencia, hasta en los repertorios más complejos. Ganó el Concurso Nacional de
Arte Flamenco de Córdoba (1986) y participó en el homenaje al guitarrista Manolo
Carmona (1987). Su primer disco, Cosas de Cai (Pasarela 1988) fue un homenaje a
su tierra y a sus barrios.
REDACCIÓN Cádiz, 04 Julio, 2017 - Mariana Cornejo. / JOAQUIN PINO
Antología del cante en Málaga
El veterano
Antonio de Canillas, superviviente de la Ópera Flamenca, publica una nueva obra
de estudio
Antonio
de Canillas (Antonio Jiménez González, Canillas del Aceituno, Málaga, 1929) es
un clásico por derecho propio. Por longevidad. Y por calidad. Porque empezó
cantando junto a Manuel Vallejo y Canalejas de Puerto Real, siendo por tanto la
única voz que perdura de esa mítica edad de oro. Es decir, la cadena de
transmisión que nos une a esa época fundamental del cante. Y, además, se
encuentra en forma, a tenor de lo que podemos escuchar en este disco registrado
en vivo. Como en la mayor parte de los discos grabados por Antonio el de
Canillas, la malagueña ocupa un lugar de relieve en esta obra. Sea en la forma
visceral y valiente del Canario o en la que
acuñara el propio Antonio de Canillas.
También se incluyen los cantes de La Trini, el
Niño Vélez y Juan Breva. Dentro del ámbito de cantes malagueños, nos encontramos
también en
esta obra
rondeña, jabegotes y jaberas. Y formas acuñadas por intérpretes de Málaga como
la petenera en la versión de la Rubia y los tangos del Piyayo. Otros estilos
levantinos incluidos en este disco son las cartageneras. La obra incluye
soleares, caña, martinetes, seguiriyas, serranas, milonga, nana, fandangos y
saeta por partida doble. No en vano, Canillas fue el que acuñó el tipo de saeta
malagueña, mezcla de saeta por seguiriyas redoblás con final por martinete. El
mezclar en la saeta estilos de cantes diferentes es una tradición malagueña
anterior a Antonio de Canillas pero fue el cantaor el que acuñó la forma actual
de la llamada saeta malagueña, como ejemplifican bien los dos cantes aquí
incluidos. Antonio de Canillas, conocido también por Niño de Canillas en sus
inicios, se reveló obteniendo un primer premio en un concurso de cante en
Melilla, a raíz del cual es contratado por Manuel Vallejo para su compañía. Ha
recorrido el mundo entero con su cante y ha obtenido primeros premios en
concursos por saetas y en cantes levantinos, tarantas y mineras, en el Festival
de las Minas de La Unión. De hecho, obtuvo la VI Lámpara Minera en este
festival. La juventud la pone en este disco el toque del Chaparro que hace un
verdadero despliegue de recursos para la guitarra de acompañamiento.
J. VERGILLOS -02 Julio, 2017 - Antología del cante en Málaga
El congreso linense analiza la vida y el drama de Corruco de Algeciras
El estudioso Juan
Rondón disecciona la trayectoria del cantaor en la cita cultural flamenca
Una
de las joyas culturales de este I Congreso Flamenco Antonio El Chaqueta es la
conferencia que el estudioso Juan Rondón preparó sobre la vida del cantaor José
Ruiz Arroyo, nacido en La Atunara pero llamado artísticamente Corruco de
Algeciras por su lugar de crianza. El convulso y trágico siglo XX de España hizo
de Corruco una de sus víctimas. El artista falleció en un enfrentamiento de la
Guerra Civil en Balaguer, en 1938. El hecho se produjo en la franja catalano-aragonesa
en la que se libraron cruentos combates por el control de una zona que permitía
el acceso a Barcelona. José Ruiz Arroyo, recuerda Rondón, solo tenía 28 años en
el momento de su muerte, no se sabe si por disparo de bala o por un explosivo,
hay varias versiones contradictorias pero con el mismo funesto resultado. "Pese
a su juventud, Corruco nos dejó grabados 36 cantes en 18 discos de pizarra de
los de entonces, claro", afirma Rondón. Su investigación se ha centrado en el
perfil artístico del cantaor, que tras nacer en La Línea de la Concepción pasó
un tiempo en la barriada sanroqueña de Puente Mayorga antes de vivir en
Algeciras:
"Destacó
fundamentalmente por fandangos, que era un palo que en esa etapa histórica
demandaba insistentemente la afición y en el que él se prodigaba". En Algeciras,
José Ruiz Arroyo mantuvo contacto con el
literato Francisco de la Obra, quien llegó a escribir letras para él. El
estudioso tiene constancia de que Corruco interpretó distintos cantes que no
llegaron a registrarse en disco alguno. Es el caso de la bulería guardabarrera,
a la que imprimió su propio sello. Juan Rondón subraya que las tarantas
constituyeron otra parte importante del repertorio de este flamenco. El autor de
la conferencia tuvo contacto -hace mucho tiempo, precisa- con una sobrina de
Corruco. "Si grabó 18 discos y murió con 28 años imagínense lo que pudo haber
sido de no haber fallecido de forma tan prematura", concluye. Gracias a este
congreso, el cantaor figura ya en el callejero en el barrio marinero que lo vio
nacer. La organización de este I Congreso Flamenco Antonio El Chaqueta tuvo el
detalle, en la apertura de esta cita el pasado jueves, de ofrecer a los
inscritos el libro en el que Rondón recoge la azarosa vida de este cantaor
campogibraltareño. A la hora de hacer balance habrá que concluir que, entonces,
han sido tres los artistas homenajeados en este acontecimiento dado que, al
propio Chaqueta y a Camarón en el XXV aniversario de su fallecimiento, se ha
sumado la figura de José Ruiz Arroyo, Corruco. Rondón fue directivo de la Peña
Flamenca de Jimena. Y es importante destacar el apoyo que las peñas han dado a
esta interesante iniciativa de la entidad de La Línea de la Concepción. Desde el
primer día han comparecido entre los asistentes responsables tanto de la Peña
Flamenca Sanroqueña como de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras, entre
otras.
JOSÉ MANUEL SERRANO - La línea, 01 Julio, 2017 -
Juan Rondón, ayer durante
su intervención en el I Congreso Flamenco Antonio El Chaqueta./ REPORTAJE
GRÁFICO: ERASMO FENOY
Mercé: "Hoy hay poca personalidad en el cante; falta
compás por todas partes"
Con estas
palabras le doy la razón por darse cuenta en la situación en que se encuentra
el flamenco que nos va quedando.
El
cantaor jerezano presenta en Madrid la XXXI edición del Premio Compás del Cante
José Mercé llegó a Madrid según nos cuenta con tan solo 13 años y en la capital
estaban todos aquellos cantaores dignos de escuchar un flamenco grandioso, hoy
en día todo eso ya se ha perdido,
Recordando estos tiempos tengo que anotar que yo tuve que llamarle la atención a
José Merce en un teatro Madrileño, fue por canta por alegría, no
eran la verdaderas alegrías gaditanas, me contesto que en Madrid no entendía de
cante, estaba muy equivocado porque como le dije precisamente es Madrid
donde se encuentra toda la flor y nata del saber, de los grandes estudiosos.
Mercé nació en Jerez de la frontera (Cádiz) en 1955, y ha presentado en Madrid
la XXXI edición del Premio Compás del Cante, "el Nobel del flamenco", que
reunirá a su jurado, del que él forma parte como ganador del año pasado, el
próximo mes de julio y entregará el galardón en una gala en otoño. Ha alabado la
iniciativa de este premio, que no tiene dotación económica y concede la
Fundación Cruzcampo, y ha afirmado que se siente "un privilegiado" por ser
gitano y haber nacido "con el don del pellizco" en un país, ha dicho, "que no
hace lo que tiene que hacer por el flamenco". "He sido el primer flamenco en
cantar en el Teatro Real. Sí. ¿Y qué? Eso debería ser lo normal. No le damos
ninguna importancia y luego nos volvemos locos con cuatro que vienen aquí a
pegar gritos y no sabemos ni lo que dicen", ha afirmado.
El jerezano ha recordado que cuando él llegó a finales de 1969 a Madrid, en los
tablaos actuaban "los más grandes", de Manolo Caracol a Porrina o Fosforito, Jun
Varea, La Paquera y aquello era "una universidad" que tenía a los jóvenes
"ansiosos" por aprender: "Cuando terminábamos de actuar cada uno en lo nuestro,
nos reuníamos en una venta a comentar la jugada". Ahora, compara, los jóvenes
"están en cantar el más difícil todavía. Antes todos empezaban atrás, tocando o
cantando para el baile, y ahora cualquiera quiere ser solista. Todos se parecen,
hay poca personalidad, por lo menos en el cante. Falta compás por todos lados".
"A los flamencos nos cuesta mucho hacer conciertos y es vergonzoso que el ente
público no emita cada día una hora de esta música, que es de primera división.
Me ha sentado muy mal, además, que en un libro de texto de Andalucía pongan a
Alejandro Sanz, Malú y David Bisbal como las referencias del flamenco. ?Se ríen
de nosotros o lo hacen a propósito?", ha añadido.
El Compás del Cante incorpora este año como novedad una nueva categoría para
jóvenes, según ha explicado la directora de la Fundación, María Angeles
Rodríguez de Trujillo, que ha adelantado que en julio se dará a conocer el
nombre de los tres finalistas.
Ruiz Fuentes -
24- 6 -2017
José Manuel Caballero Bonald retrata a Agujetas
Babelia avanza un fragmento de 'Examen de ingenios', volumen con
94 semblanzas de escritores y artistas hispánicos
No
sabía qué edad tenía ni dónde había nacido, aunque podía calcularlo por tanteos
instintivos. Tampoco sabía leer: decía que los cantaores que saben leer «pierden
la pronunciación». Manuel de los Santos, Manuel Agujetas, era un primitivo
oriundo de la caverna bajoandaluza, un analfabeto iluminado por los vislumbres
de la cultura de la sangre. Pertenecía a una casta de gentes deshereda das y
enigmáticas que llevaban en las trastiendas de la memoria el secreto embrionario
del flamenco. Sus enseñanzas se gestaron todas en la intemperie de una historia
mediatizada por las hoscas inferencias de la posguerra.
Manuel Agujetas creció en la fragua de su
padre, también cantaor, y escapó de allí con los sentidos moldeados entre el
fuego y el hierro, entre el enardecimiento y la reciedumbre. Ya no se iba a
librar nunca de esa inclemencia sensorial. El suyo era un mundo inmisericorde y
hermético y, por pura intuición, fue rehaciendo sus recuerdos según un raro
ejercicio de portentosas develaciones flamencas. Para cantar como él lo hacía,
sacando a relucir su propia y compleja intimidad, tenía que recurrir a un
lenguaje desesperado, generado en las vecindades de una situación límite y
abastecido de toda clase de inesperados descubrimientos expresivos. Como el
jazz en los cafetuchos de negros de Nueva Orleans, el flamenco se fue
desarrollando en las tabernas y casuchas de los gitanos de Jerez, de Triana, de
Utrera, de Lebrija, de Alcalá de Guadaira. En tan pobre cuna nació un arte
popular suntuoso, surgido de la cristalización de muchas insignes músicas
orientales. Agujetas fue en este sentido un legatario de asombrosa fecundidad,
un elegido de no se sabía qué dioses desconocidos. Aparte de su natural
capacidad expresiva, que era mucha y de muy varios calados, había ido
asimilando toda una serie de nutrientes de indescifrables texturas flamencas.
Manuel Agujetas aprendió la asignatura de las predicciones y escapó a duras
penas de esa infortunada fase del flamenco que coincide con los últimos
cenicientos años de la posguerra. Heredero del arte anónimo de su padre,
prolongó esas enseñanzas domésticas en una serie de versiones de cante
absolutamente irrepetibles. Nadie como él, entre todos los cantaores que tuve
oportunidad de oír, que fueron muchos, me conmovió tanto y de manera tan
imborrable. Agujetas ahondaba en los territorios del duende hasta llegar a una
sima que muy pocos conocían y en la que ya nada era predecible. O alcanzaba esa
cima o renunciaba a seguir cantando. O la plenitud o la frustración. Agujetas
ahondaba en los territorios del duende hasta llegar a una sima que muy pocos
conocían Vivía en una especie de barraca cerca de Sanlúcar, a la entrada de un
camino vecinal frente a Torrebreva, un extenso viñedo que adquirió el duque de
Montpensier y donde acaeció su extraña muerte. La familia de Agujetas constituía
una especie de tribu marginal, desgajada de su entorno civil, que sólo aparecía
muy de vez en cuando por los ventorros aledaños. No sé cuántos miembros de esa
familia se agrupaban en aquel enclave campesino sanluqueño, pero aparte de sus
hijos, habría que contar con la mujer de turno de Manuel, que para mayor acopio
de imponderables fue finalmente una japonesa envenenada por el mundo flamenco
local. Me fui encontrando frecuentemente con Agujetas a lo largo de los años y
siempre me asombraba aquel hombre minuciosamente iletrado, de reacciones
incalculables, enemigo de las convenciones y los hábitos de los payos y cuya
anarquía congénita fue haciéndose cada vez más notoria. Vino varias veces a
casa, hicimos algún que otro viaje juntos y oficié como productor en tres
esenciales discos suyos, pero tal vez nunca llegó a darse cuenta de que yo era
el mismo que lo conoció de muchacho. Lo único que él sabía de la vida era que
cantaba lo que había oído cantar a sus mayores y que eso, como su nativa
ignorancia, era una verdad absoluta y una manera de testificación de un arte
inmemorial cuyo más íntegro secreto sólo él conocía. Algo le empezó a
flaquear un día a Manuel por dentro de la cabeza y una especie de sombra
despiadada lo fue arrastrando a la negrura, emborronando en parte sus
capacidades comunicativas. Sus apariciones públicas se fueron haciendo anómalas,
sujetas a una extemporánea serie de contingencias. O interrumpía de pronto una
actuación y huía literalmente del lugar donde estaba o dirigía palabras
inconexas a los asistentes, desdeñando a quienes se permitían cantar flamenco
sin saber de qué se trataba, circunstancia en la que él englobaba a todos sus
colegas. Agujetas se había hecho implantar unos dientes de platino,
probablemente porque los consideraba un signo bien visible de riqueza. Cuando
cantaba, le salía de la boca un estallido rutilante que tenía algo de alegoría
metálica del grito. La escena también evocaba, en términos más librescos, el
centelleo del fuego de Vulcano. Aquella esforzada pelea gestual y verbal por
mantener el cante a una máxima temperatura de fragua, simbolizaba un hecho
artístico complejo y tortuoso. Pero allí, en la forma de cantar de aquel hombre
primario y extravagante, estaba implícita toda la difícil belleza del flamenco.
También sería una temeridad defender lo contrario.
Examen de ingenios. José Manuel Caballero Bonald. Seix Barral, 2017. 464
páginas. 19 euros
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD - 2 MAY 2017 - El cantaor Manuel Santos Pastor
'Agujetas', en una imagen de 2010.
La alegría del cante jondo
Flamenco y
Universidad publica, por primera vez en CD, la antología 'Retablo flamenco' de
Juanito Valderrama
Esta es
una buena noticia, aunque tardía. Pero más vale tarde que nunca. En enero de
2016 lanzamos la idea de que el mejor homenaje que se le podía hacer a Juan
Valderrama (1916-2004) en el centenario de su nacimiento era editar en CD esta
antología, una de sus grandes obras, que jamás se había publicado en los
formatos contemporáneos. La Cátedra de Flamencología de Sevilla acogió con
entusiasmo la idea y hela aquí convertida en una excelente realidad.
Juan Valderrama es uno de los mejores
cantaores de la historia. Y aquí está, por si era necesaria, la enésima prueba.
No se puede cantar mejor por malagueñas, del Mellizo y Chacón por partida doble.
Pero es que Valderrama era también un excelente seguiriyero. Esa seguiriya dulce
de la que hablaba el maestro Morente. Y valiente, como podemos apreciar en las
excelentes muestras gaditanas y trianeras que incluye esta antología. Por
soleares se acuerda de la Serneta y Cagancho con un sentido del ritmo y de la
melodía formidables. Por tarantas hace el cante de El Cojo de Málaga que hoy se
conoce como levantica y la taranta de la Gabriela, perfilando las frases
musicales con aire pinturero, trazo fuerte y sutil al mismo tiempo. Por
cartageneras hace a su manera personal el difícil y bellísimo estilo de Chacón.
Por granaínas es un dechado de intimidad y frescura en los cantes de Chacón y
Vallejo. De los estilos de irrigación malagueña incluye los dos fandangos
lucentinos y cantes granadinos de Frasquito Yerbabuena y Paco el del Gas. No
faltan la caña, el polo, martinetes, tientos, serranas, peteneras y tres
cantiñas: alegrías, caracoles y mirabrás. El acompañamiento corre a cargo de un
superdotado, Juan Serrano (Córdoba, 1929), que, como era habitual en los discos
de Valderrama, es un guitarrista pulcro y muy elegante, en consonancia con el
cante. Serrano se trasladó a Estados Unidos justo después de realizar esta
grabación. Allí se estableció obteniendo un éxito continuado como solista.
Originalmente esta obra se publicó en 1961 en dos elepés de larga duración.
Escuchar a Valderrama es reeditar nuestra ilusión por lo jondo, la alegría del
cante flamenco.
J. VERGILLOS - 24 Abril, 2017 -