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Listado de cantaores por orden alfabético |
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Manolo Franco
imparte un curso de guitarra en la peña flamenca El Morato
Se celebra en la
sede de la peña durante los días 4, 5 y 6 de diciembre
La
peña Flamenca El Morato en su afán de contribuir a la divulgación del Arte
Flamenco y potenciar este arte entre los jóvenes almerienses aficionados va a
organizar para los días 4, 5 y 6 de Diciembre el II curso de guitarra flamenco
de acompañamiento al cante , que va a impartir la máxima figura de la guitarra
flamenca en éste apartado de acompañamiento al cante como es
Manolo Franco. El Morato es la única Peña
de Almería y de las poca de Andalucía que organiza éste tipo de curso. Para la
peña supone un gran esfuerzo económico ya que es una peña humilde con escasos
recursos económicos y contar con una figura internacional de la guitarra
flamenca como es Manolo Franco no es fácil. Ahora que el flamenco es patrimonio
inmaterial de la humanidad, la Peña El Morato contribuye a que el nombre de
Almería, que por otro lado es la ciudad de la guitarra gracias a Antonio de
Torres, padre de la guitarra española, esté en un lugar importante en este tipo
de acontecimientos. El curso se impartirá los días 4, 5 y 6 de Diciembre con una
duración de 4 horas diarias en total 12 horas, bien en sesión de mañana y tarde
o solo de mañana dependiendo de los intereses de los alumnos. Manolo Franco
enseñará los toques de acompañamiento al cante en los estilos rítmicos, estilos
libres y falsetas para ambos estilos. El maestro contará con la colaboración del
cantaor- guitarrista Antonio García, Niño de las Cuevas. El precio del curso es
de 60 euros. Los interesados pueden llamar al teléfono 675 52 54 60 o en la web
de la peña www.elmorato.com. Manolo Franco ha grabado innumerables discos con
todos los artistas del flamenco a los que ha acompañado. Tiene los premios más
importantes de la guitarra flamenca como es el Nacional de Córdoba y el
Giraldillo del Toque. Además es primera figura en este noble instrumento como es
la sonanta. El lunes 6, al mediodía se clausurará el curso con la entrega de
diplomas y una demostración de los alumnos, se degustará la tradicional Acelgas
esparragás acompañadas de unos buenos caldos de la tierra.
D. Martínez / Almería | Actualizado 02.12.2010 - Manolo Franco, guitarrista.
Las lecciones
cantaoras de Calixto Sánchez en Cajasol
El artista de
Mairena del Alcor interpretará cantes de Cádiz, soleás y seguiriyas en esta
entrega de los 'Jueves Flamencos'
La
grandeza cantaora y humana de Calixto Sánchez se apodera esta noche de la sala
Joaquín Turina en una de las últimas veladas de los Jueves Flamencos de Cajasol
en 2010. El artista de Mairena del Alcor aún no sabe si arrancará "por cantes de
Levante o por malagueñas", pero sí tiene claro que las algas verdes y la bajamar
gaditana se abrirán paso entre los paisajes estéticos que recorra. "Para cantar
hay que pisar la tierra", defiende. Manuel Herrera, coordinador de este ciclo
que pasa por ser la gran muestra flamenca del calendario anual sevillano,
sostiene que Calixto Sánchez "es uno de
los artistas fundamentales de finales del siglo XX y principios del XXI; una
figura imprescindible que, por encima de gran cantaor e investigador, es un
amigo con el que se puede contar". Con Manolo Franco a la guitarra, el ganador
del primer Giraldillo del Cante, que le otorgó en 1980 la Bienal de Sevilla,
ofrecerá "un repertorio muy clásico y al mismo tiempo muy vanguardista, porque
para mí la ortodoxia en el flamenco es la base fundamental para ser un
heterodoxo". El recital continuará "por soleás de estilo tradicional, bien de
Alcalá o bien de Triana y Los Puertos", desgrana Calixto, que asegura partir
siempre "del concepto de que el cante no es del pueblo: es del autor. Por eso,
cuando los aficionados se refieren a un cante o un toque mencionan siempre al
autor, ya se trate de la malagueña de Don Antonio Chacón o del Mellizo, o
estemos ante las falsetas de Melchor, Sabicas o Paco de Lucía". Con todo, en la
seguiriya él no emulará al Marrurro ni a otros artistas: hará las suyas propias,
fruto de las dos décadas de investigación que ha dedicado a ese cante este
maestro nacional que antaño fue director del Centro Andaluz de Flamenco de
Jerez. "La seguiriya es la tragedia y por eso hace referencia a la muerte. Desde
los griegos hasta nuestros días, la tragedia se expresa así, gritando, con
rabia, porque nadie puede luchar contra la adversidad del destino", precisa
Calixto Sánchez. Tras este choque frontal con el lado cruel de la existencia,
el recital virará con los aires festivos de la Bahía. Por alegrías y por
bulerías de Cádiz. "Los cantes gaditanos tienen un punto de chirigota y de
seriedad cantaora. Te digo una gracia y te doy un arañón", bromea este autor que
atesora un gran repertorio propio que incluye coplas alusivas a los famosos
embustes de Pericón y rendidos homenajes a sus escritores favoritos -Bécquer,
Villalón, Alberti, Lorca, Miguel Hernández y los Machado-, "aquellos cuyos
versos se confundieron con la poesía del pueblo".
Charo Ramos / Sevilla | Actualizado 02.12.2010 - El maestro y cantaor Calixto
Sánchez (Mairena del Alcor, 1947).
El
cantaor Calixto Sánchez medita jubilarse
El maestro
asegura que tras 45 años no quiere verse como una "caricatura" de sí mismo
El cantaor Calixto Sánchez, considerado uno de los maestros y un gran
investigador del cante flamenco, afirmo ayer que cree que se va a jubilar "muy
pronto" porque, después de llevar 45 años cantando, no quiere verse en el
escenario como "una caricatura" de sí mismo. En la presentación del recital
que, acompañado por uno de sus tocaores habituales, Manolo Franco, ofrecerá
mañana en Sevilla en el Ciclo Jueves Flamencos de la Obra Social de Cajasol,
Calixto Sánchez (Mairena del Alcor -Sevilla,
1947) ha dicho que no sabe cuándo va a ser el momento de su retirada, si a final
de este año o en los primeros meses del próximo, pero que cree que "va a ser muy
pronto". "Si eres un cantaor, un bailaor, un artista, y llevas más de cuarenta
años cotizados a la Seguridad Social, aunque estés bien y en un buen nivel de
voz, llega un momento en el que dices: hasta aquí hemos llegado", ha dicho este
maestro de escuela de profesión, que hace muchos años dejó su puesto de
funcionario para dedicarse exclusivamente al cante. Mañana, en el Centro
Cultural Cajasol de Sevilla, tiene previsto hacer "un repertorio muy clásico y
al mismo tiempo muy vanguardista, porque la ortodoxia en el flamenco es la base
fundamental y hay que conocerla muy bien", dijo.|
Efe / Sevilla | Actualizado 02.12.2010 – en la foto El cantaor Calixto
Sánchez
Rocío Molina se
alza con el Premio Nacional de Danza a los 26 años
El jurado
distinguió a la joven bailaora malagueña como mejor intérprete por su aportación
a la renovación del arte flamenco, "capaz de los más diversos registros" · La
artista prepara ahora su octavo montaje
Al
otro lado del teléfono, Rocío Molina
destilaba satisfacción. La noticia del Premio Nacional de Danza cogió ayer a la
artista en una típica mañana de "recados en el banco" por las calles de Sevilla.
Para digerir la información, la malagueña tuvo que salir a la calle "a coger un
poco de aire". Ser merecedora de la mayor distinción nacional a toda una carrera
con tan sólo 26 años no es asunto baladí. Cada uno de sus siete montajes ha sido
bendecido por crítica y público. Sin ir más lejos, este mismo año el propio
Baryshnikov se rindió literalmente a sus pies cuando la vio bailar Oro Viejo en
el City Center de Nueva York. Poseedora de un sello propio en el flamenco más
innovador, Molina arriesga en cada propuesta y esa osadía le ha hecho
merecedora, del Premio de la Prensa Mario Maya al Baile (2008), el Premio
Giraldillo a la Mejor Coreografía (2008) y el Premio de la Cátedra de
Flamencología de Jerez por Oro viejo (2009), entre otros galardones. El que
recibe ahora cogió a la bailaora con el paso cambiado. "Todos los años suelo
estar pendiente de estos premios, por mis compañeros. Pero este año, con todo el
jaleo que he tenido se me pasó", confesaba. El jaleo al que alude es la
presentación en la pasada Bienal de Sevilla de su último espectáculo Cuando las
piedras vuelen y la preparación del siguiente, aún en gestación, pero con fecha
de estreno. No será en el certamen hispalense sino en el Teatro Lope de Vega
-también de Sevilla- el 17 de mayo. La creadora expresaba ayer su deseo de que
el nombramiento le ayude a llevar su nuevo montaje a su Málaga natal. "Espero
que ahora sí", sostenía. La artista le dará forma entre el estudio de Sevilla y
un nuevo espacio que acondiciona estos días en plena campiña onubense. Será un
espectáculo "adaptado a los tiempos de crisis", con los "mínimos recursos
posibles", en "formato casero", pero que "superará en calidad al anterior",
admitía con el aplomo que la caracteriza. "El premio me llega en un buen
momento. Necesito energía para encerrarme a montar mi espectáculo", comentaba.
El jurado del Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música) ha
valorado en Molina su aportación "a la renovación del arte flamenco, capaz de
los más diversos registros". Que la hayan precedido en este galardón artistas de
la veteranía de Teresa Nieto, Sol Picó, o Israel Galván sorprende aún más a la
malagueña. "He corrido mucho y trabajado muy duro", expresaba. Tanto su
nombramiento como el reconocimiento por la Unesco del flamenco como Patrimonio
de la Humanidad espera den "aire fresco" a este género, "que nunca viene mal",
añadía.
Rocío Armas · Efe / Málaga | Actualizado 01.12.2010 - La precoz bailaora y
coreógrafa malagueña en un momento de Cuando las piedras vuelen.
Rocío Molina y
Angels Margarit, Premios Nacionales de Danza
La malaqueña
conquista la modalidad de interpretación y la catalana, la de creación
La
bailaora Rocío Molina (Málaga, 1984) y la
coreógrafa Angels Margarit (Terrasa, 1960) obtuvieron ayer el Premio Nacional de
Danza 2010 -en las modalidades de Interpretación y Creación, respectivamente-,
que concede el Ministerio de Cultura y está dotado con 30.000 euros para cada
una. El jurado, presidido por Félix Palomero, director del Instituto Nacional de
las Artes Escénicas y la Música (INAEM), organismo a través del cual se otorgan
estos galardones, ha estimado en Molina su versatilidad, fuerza, "libertad y
valentía", y en Margarit la creación de un lenguaje y estilo coreográfico y
generosidad en la formación de artistas contemporáneos. "Me tiemblan aún las
piernas. Estaba haciendo recados por Sevilla, bueno -se ríe- pagando deudas de
Hacienda, y me ha pillado totalmente desprevenida", aseguró Molina. "Siempre
estoy pendiente para ver a quiénes se lo dan y felicitarles, pero yo, con mis 26
años, no me lo esperaba para nada, aunque sí era un sueño mío tenerlo alguna
vez", reconoce la artista, que empezó a bailar con tres años, con 15 ya hacía
giras y con 19 años estrenó su primera obra, 'Entre paredes'. El jurado ha
valorado en Molina su aportación a la renovación del arte flamenco, capaz de los
más diversos registros, características que se expresan de manera especial en
sus últimos trabajos, 'Oro viejo' y 'Cuando las piedras vuelan'. A Angels
Margarit también le ha pillado "por sorpresa" el galardón y, aunque está "muy
agradecida" porque se lo dan en una época muy especial para su compañía, 'Mudances',
porque acaban de concluir un año y medio de gira con una retrospectiva de sus 25
años. El jurado ha considerado su "constante labor de investigación" para
enriquecer un lenguaje y estilo coreográfico reconocido internacionalmente.
Efe / Madrid- | Actualizado 01.12.2010 - La bailaora Rocío Molina durante un
espectáculo en el teatro Cánovas. / Migue Fernández
El último adiós
El disco póstumo
de Terremoto, con la producción de Gecko Turner, es el más personal y mejor de
los suyos
La
vida y la muerte son la materia prima de la que está hecho el flamenco. Por
supuesto, son los materiales con los que se construye este edificio, el tercer
disco, póstumo, de Fernando Terremoto. Todavía queda un resquicio de vida: como
cantaba Terremoto (Fernando Fernández Pantoja,
Jerez de la Frontera, 1969-2010) por seguiriyas nadie cantará en la vida. Tenso
e íntimo, roto y aterciopelado. Cada vez que alguien deja de mirarnos morimos un
poco. Todos los adioses anuncian un último adiós. El grito civilizado, la rabia
hecha dulce. La malagueña restallante, la máxima estilización melódica,
melismática, de este arte. Un diálogo de caballeros, Terremoto-Higuero-Ortiz
Nuevo-El Mellizo, sobre el inexorable caminar de las agujas del reloj: un llanto
desconsolado, sí, pero también civilizado por la estilización melódica. La
adustez tonal de las tonás se presenta pespunteada por la polifonía africana de
la guineana, asentada en Madrid, Piruchi Apo, antigua componente del dúo Hijas
del Sol. La luz la pone la guitarra de Alfredo Lagos, en Cortinitas de humo por
serranas, en donde aparecen también los pies de Israel Galván, y en donde el
cantaor, además de poner su voz redonda y su entrega, sigue ampliando el
repertorio lírico jondo. Serranas muy rítmicas, bailables. Es el único tema en
que la mano del productor resulta algo visible, en las resonancias vocales y en
la percusión. Las guitarras, Lagos y Manuel Valencia, consiguen el prodigio de
ser frenéticas y dulces al mismo tiempo. La soleá por bulería es un grito de
guerra en Jerez, que Terremoto hace de forma tan bravía como desconsolada.
Fórmulas melódicas tradicionales para nuevas letras, firmadas por el propio
cantaor. La guitarra íntima, naif, es de la tradición Parrilla, una de la
escuelas más paradigmáticas del toque de la ciudad del fino, en este caso en las
manos de Manuel. Dos canciones con estribillos de dos guitarristas, Nadie lo
sepa del Bolita y Canastera de Paco de Lucía. También por fandangos, como
Canastera, una composición de Fernando Terremoto, 24 de agosto. Y cuatro
descargas por bulerías, que estamos en Jerez. Tangos porteños de Santos
Discépolo, Cambalache, y Pasajeros del tiempo del Bolita son dos canciones en la
antípoda, la indignación y la celebración. También Luz en los balcones nos
descubre un Terremoto nuevo, muy solvente en el bolero por bulerías, en este
caso incluso como compositor. El cierre, lógicamente, por bulerías de la tierra,
con Moraíto. Otras guitarras incluidas en este disco son las de El Bolita y
Diego del Morao. La producción corre a cargo del extremeño Gecko Turner,
seudónimo de Fernando Gabriel Echave (Badajoz, 1966) que, con buen criterio, se
ha limitado a limar al máximo el trabajo, ofreciendo el contenido flamenco, la
voz del cantaor, lo más desnuda posible. Fernando Terremoto ha sido y es uno de
los artistas fundamentales del flamenco contemporáneo. Bajo la sombra artística
de su ilustre y homónimo progenitor, uno de los grandes nombres del flamenco
jerezano, Terremoto ha continuado la tradición cantaora familiar con
aportaciones personales, como demuestra esta entrega, sin duda la más personal y
mejor de su autor, que firmó en 1989 La herencia de la sangre (Dro) y en 1997
Cosa natural (Audivis), ambos con la guitarra de Moraíto.
Actualizado 29.11.2010 - El cantaor en su último recital, noviembre de
2009.
Seguidores de
Camaron podrán contribuir en su nueva web
Los usuarios
tendrán la opción de subir imágenes para formar un gran mosaico
Con motivo del próximo lanzamiento de Camarón con Tomatito. San Juan Evangelista
92, el disco inédito y remasterizado del último concierto del cantaor en vida,
que verá la luz el próximo 7 de diciembre, Universal Music Group lanza un nuevo
sitio oficial dedicado del cantaor gaditano,
www.camarondelaisla.com. Una nueva web en la que los fans podrán formar
parte de un mosaico subiendo fotografías que servirán para homenajear la vida y
obra del genio del flamenco. Con las imágenes recibidas se confeccionará un
póster mosaico del cantaor que los participantes podrán descargar en versión
impresa.
Redacción / Cádiz | Actualizado 28.11.2010
Los ganadores
recogen el premio a la excelencia flamenca
Los triunfadores
del Concurso, Antonio Mejías y Antonio Rey, actúan y recogen sus trofeos en una
gala en la que también participaron Javier Latorre y Marco Flores
Tras tres
intensas semanas de pruebas de selección, conferencias y actuaciones, el
Concurso Nacional de Arte Flamenco clausuró ayer su 19 edición con la
celebración de una gala en el Gran Teatro en la que los ganadores recogieron sus
premios y demostraron sus cualidades artísticas. La lluviosa noche comenzó con
la entrega de distinciones (2.000 euros y diploma acreditativo) a los finalistas
de cante, baile y guitarra, aunque no todos acudieron a esta cita. Tras esto,
los grandes triunfadores del certamen, el cantaor montillano Antonio Mejías y el
guitarrista Antonio Rey, fueron los protagonistas de esta gala en la que el
baile, al declarar el jurado desierto el reconocimiento en esta disciplina,
estuvo a cargo de Javier Latorre y Marco Flores.
Antonio Rey abrió la ronda de actuaciones
con la interpretación como solista de la taranta Recuerdos y la rondeña Al tío
Pepe Habichuela, ambas de autoría propia. En el acompañamiento al cante (con
Antonio Zúñiga) tocó una granaína y al baile (con Antonio Zúñiga y Mara Rey al
cante, El Polito al baile e Isidro Suárez a la percusión) unas alegrías. Por su
parte, el cantaor Antonio Mejías ofreció
al público del Gran Teatro una soleá, malagueñas, peteneras y unas seguiriyas.
Entre las actuaciones se intercalaron las entregas de trofeos: un diploma
acreditativo, 12.000 euros y una escultura de Venancio Blanco, que los
vencedores recogieron como premio a la valía y calidad flamenca. El cierre a
esta ceremonia lo pusieron los bailaores y coreógrafos Javier Latorre y Marco
Flores -ganadores del Concurso en los años 1989 y 2007, respectivamente. Latorre
comenzó con la interpretación de Réquiem por Antonio, a lo que siguió un
martinete-cabales en el que compartieron escenario ambos artistas, que
finalizaron con una bulería en la que estuvieron acompañados al cante por
Mercedes Cortés e Inma Rivero, a la guitarra por Antonia Jiménez y a las palmas
por Ana Romero y Guadalupe Torres.Esta fiesta puso punto y final a la 19ª
edición del certamen, que se despide con el reto de evaluar su impacto en el
mundo flamenco y analizar sus fortalezas y debilidades para mejorar sus próximas
convocatorias.
El Día / Córdoba | Actualizado 28.11.2010
Mercé echa de menos la personalidad en un
flamenco "mecánico"
El cantaor
lamenta que la disciplina que existía antes se haya perdido en la actualidad
De la
dignidad en el flamenco, ahora que ha sido reconocido patrimonio inmaterial de
la Unesco, sabe mucho José Mercé que aprendió de los grandes maestros, como
Antonio Gades, una personalidad y un saber estar en los tablaos que el jerezano
echa de menos en estos tiempos donde "todo es muy mecánico". Y es que Mercé, se
mire por donde se mire, es un gran artista no sólo encima de un escenario, sino
también cuando se baja de él y empieza a repartir simpatía y buenos modos a todo
aquel que se le cruza. "Parece que saludar es una horterada para la gente joven,
algo que no se lleva. Con Antonio Gades teníamos una disciplina en el escenario
y el saludo era un número más. Había que saber caminar, andar hacia atrás y no
dar la espalda a un señor que está sentado. Ahora los jóvenes salen al teatro
como les da la gana", dijo entre risas José Mercé
quien, sin embargo, lamenta que esa disciplina se haya perdido. Pero no sólo
esto. También echa de menos las "personalidades grandiosas" de los maestros del
flamenco, como Antonio Gades, Pilar López, Matilde del Coral, Rafael 'El Negro',
Farruco, El Sorderita, El Terremoto, Antonio Mairena y otros muchos. "Antes era
otra historia, la forma de sentir era muy distinta", aseguró.
Gorka Ruiz (Efe) / Córdoba | Actualizado 26.11.2010
El guitarrista Antonio Rey y el cantaor Antonio Mejías ganan el certamen
El jurado declara
desierto el premio en la disciplina de baile · Los premiados actuarán en una
gala que se celebrará en el Gran Teatro el próximo sábado
La
última noche de la fase de opción a premio del XIX Concurso Nacional de Arte
Flamenco, que se celebró el pasado martes en el Gran Teatro, dio a los dos
únicos ganadores de esta edición, Antonio Rey a la guitarra y Antonio Mejías al
cante. Tras la cuarta y última sesión de esta fase final, el jurado decidió
dejar desierto el galardón de baile. Madrileño de nacimiento, pero jerezano de
corazón, Antonio Rey Navas (1981)
comenzó su carrera artística en tablaos de México cuando apenas contaba con diez
años. Ahí fue donde aprendió las bases del ritmo y de la técnica, acompañando al
cante y al baile. Poco después fue reclamado por la bailarina Yoko Komatsubara
para realizar la que sería su primera gira por Japón. A los 17 años llegó a
Madrid, donde actuó en Casa Patas acompañando a su hermana, la bailaora y
cantaora Mara Rey, sin saber de la presencia de un oteador: Antonio Canales. El
bailaor sevillano lo fichó para su compañía, donde descubrió otra escuela, la de
Cañorroto. En 2003, obtuvo el primer premio del concurso de guitarra del
Festival de Las Minas de La Unión (Murcia). Tras este importante galardón,
consiguió varios primeros premios en Jerez de la Frontera, Murcia y
Hospitalet
de Llobregat. Por su parte, Antonio Mejías
Portero (Montilla, 1979) comenzó muy pronto en el mundo del cante flamenco y
desde el principio despuntó entre los demás. Su primer premio llegó por
caracoles en Sanlúcar de Barrameda en el año 2003. Desde entonces, su carrera ha
sido meteórica. Entre sus galardones conseguidos destacan el primer premio por
cartageneras en el Concurso de Cante de las Minas de la Unión (Murcia) en 2006 y
el segundo premio que obtuvo en el mismo concurso ese año en la sección de
mineras. En 2009 repitió con el segundo premio por mineras en este mismo
concurso. Los dos ganadores actuaron el pasado martes junto al bailaor granadino
Adrián Sánchez. Antonio Rey presentó en esta fase final un repertorio compuesto
por los toques de concierto de la taranta Recuerdos y con la rondeña Al tío Pepe
Habichuela, ambas de su autoría, con una apreciada ejecución desde el limpio
fraseo, dulces trémolos, y ajustados remates. También tocó, acompañando al cante
de Pepe Zúñiga, unas granaínas y continuó al frente de todo su grupo, con Mara
Rey también al cante e Isidro Suárez en percusión, para acompañar al Junco por
alegrías, dándole la pertinente cobertura y el valioso contrapunto en cada
intervención, extrayéndole a su bajañí las notas que fuesen a tono con el
elegante bailaor que, como era de esperar, no desmereció con quienes le
arropaban. Por su parte, el cantaor cordobés Antonio José Mejías, estuvo
acompañado al toque por la excelente guitarra de Francisco Pinto, comenzando por
la soleá, apolá, recordando al maestro Fosforito, con voz muy flamenca,
caliente, y pellizcando -tal es de exigir-, remarcando el compás y aportando
gusto en el fino remate de los distintos tercios, demostrando ser un cantaor
dotado para hacer cualquier cante. Esto se reafirmó tras las malagueñas,
recordando primero a Chacón y después a El Mellizo. En Peteneras se empleó a
fondo, ahora obviando a Fosforito, para hacerlo al principio por el estilo de
Naranjito y seguir con las de La Niña de los Peines. Excelente
Baldomero Pardo / El Día | Actualizado 25.11.2010 - El montillano Antonio
Mejías, en su actuación del pasado martes.
"El flamenco
tiene tanto valor porque está hecho de sacrificio, sangre y muerte"
El
cantaor presenta mañana en el Ateneo Cultural Andaluz un nuevo trabajo de
arqueología flamenca: 'Jondo' · Feliz por regresar, defiende la raíz y la
pluralidad: "Nadie tiene el 'copyright', Jerez es un pasaporte pero no todo"
Acostumbrado
a pelear contra las mareas y los elementos desde pequeño, contaba ocho años de
edad y ya salía a las claras del día para mariscar con su padre "invierno tras
invierno". "Jamás fui niño", asegura José Galán, el de los Camarones, el mayor
de los trece hermanos que nacieron en la Plazuela y se criaron en la Hoyanca
dentro de una vida difícil. No más que la de cientos de familias numerosas
atrapadas en el contexto del hambre y la noche negra de la España de mediados
del siglo pasado. A sus 55 años, José sigue luchando. No ha dejado de hacerlo.
"Acepto lo que no puedo cambiar pero tengo el valor de luchar por lo que creo
que sí puedo". Es la máxima de este hombre regenerado, metamorfoseado. Tras un
retiro, "un exilio", de unos cinco años en Ubrique, la localidad a la que su
padre y él mismo fueron y vinieron cienes de veces con el canasto sobre el
brazo, José asegura no "flagelarse" con las cosas que le hayan podido sobrevenir
en la vida, con sus momentos más sombríos, con los pulsos consigo mismo. Porque
a la postre "he aprendido a quererme a mí mismo, a respetarme". Quizás por eso
dejó el viejo apodo de Bizco de los Camarones, con el que grabó tres discos y
ganó premios de enjundia, y ahora, simple y llanamente, es José Galán, el de los
Camarones. Dice ser "feliz" y, aunque "tengo más niños (9) que muebles", asegura
sentirse "joven" y preparado para reconducir una carrera artística con tantos
altibajos como quilates tiene su forma de decir el cante. Sin vanagloriarse,
"hoy puedo decir que he alcanzado mi madurez en el cante, que puedo dedicarme a
él por entero y a conciencia. Ya he pagado el precio". Mañana, a partir de las
ocho y media de la tarde, José de los Camarones presenta en el mesón la
Bodeguilla (Calle Zarza, 4) su quinto disco, 'Jondo', auspiciado por el Ateneo
Cultural Andaluz, acompañado del toque del jovencísimo guitarrista portuense
Paco León, y obra de un intérprete y creador con un conocimiento y facultades de
las que no nacen a diario ni en la mismísima cuna del cante. Entretanto, tras
regalar un fandango de Lucena a las once de la mañana, he aquí las reflexiones
del 'de los camarones' sobre el arte jondo y su relación vivencial con el
flamenco. "Este disco tiene como objetivo conservar los cantes básicos, he
plasmado 30 y tantos años de mi vida en el cante dentro de las letras y el
toque; hay unas vivencias experimentadas a pulso; 'Jondo' no es un disco
enteramente comercial pero sí didáctico". "Hago aportaciones, como una seguiriya
que arranca por martinetes, un pregón de cuatro generaciones con un aporte en el
toque de milonga...". "En este disco me pregunto: ¿quién soy, qué quiero y a
dónde voy". "Es un trabajo que me ha llevado mucho tiempo de meditación". Es el
motor de 'Jondo'. Son cuatro cortes de los doce que tiene el disco: fandango,
granaína, soleá y seguiriya. "He despertado del sueño, nunca me he perdido". "Si
uno coge un camino con honradez y conocimiento, la historia te pone en el sitio
y ahora estoy en camino. La historia es sabia y al final el que da el pelotazo
en un día desaparece, pero no entro en controversias con nadie, no tiro piedras
a mi propio tejado". "Con mi canasto me metía en bujíos en los que hoy en día
parte de la juventud estaría loca por entrar, allí escuchaba a Agujetas el
Viejo, Tío Borrico, Manuel Moneo, Chocolate, Tía Polola... Mi oficio de
canastero me ha dado una riqueza incalculable. Todo no va a ser malo". "Con
todas mis virtudes y defectos, soy muy responsable y con una disciplina heredada
de los grandes maestros. El arte jondo merece un respeto y el público también
merece ese respeto, por lo que hay que ser disciplinados y respetuosos con la
herencia". "Estoy muy bien y muy feliz, tengo más niños que muebles y mi
compañera Dolores, mi mujer, es mi muro de contención". "La juventud vale un
imperio, hay que comprenderla y reconocer sus valores. Un bebé no nace de la
noche a la mañana, implica una gestación, y luego una disciplina porque si no te
parte la casa entera. Hay que dar cultura y tenerla, un hombre sin cultura es un
bulto sospechoso. A la juventud le sugiero que respete la fuente y a esos
personajes que les antecedieron; que sean humildes con ellos mismo y no
aparenten". "Me parece bien que se cree con la personalidad de cada uno pero la
casa se empieza por los fundamentos. Hay que encontrar la raíz, y claro que
cuesta trabajo, el arte es gratis pero no barato, pero que no empiecen por el
tejado porque sería dramático". "Hay suficiente material durante 100 años como
para desarrollar este manantial que es el flamenco, que es infinito". "Nadie
tiene el copyright de este arte, ser de Jerez es un pasaporte pero no puede
serlo todo y no por ser de Jerez canto mejor que uno de Valencia". "Nunca he
dejado de aprender, y me asombro con lo que hay hoy en día; ya no hay excusa
para el desconocimiento. Me he llevado dos meses para aprender la 'arroba', me
he partío los dos dedos, pero con un botón está todo al alcance". "El
reconocimiento de la Unesco es soberbio y todos hemos aportado: desde Jerez
hasta Australia; el flamenco tiene tanto valor porque está hecho de sangre,
sacrificio y muerte y ya contaba con el reconocimiento de gente culta como
Voltaire, Machado, Lorca, Falla... Hay detractores porque cuando uno siembra
trigo también crece la cizaña". "Lo más importante es tomarse en serio que el
flamenco acabe en los colegios y el valor de un reconocimiento a la dignidad
humana porque el arte jondo ya era universal".
Francisco Sánchez Múgica / Jerez | Actualizado 25.11.2010 - José de los
Camarones, ayer en el Ateneo Cultural Andaluz, durante la presentación de su
disco. / miguel ángel gonzález