MENÚ PRINCIPAL |
Inicio |
Presentación |
Cantaores |
Guitarristas |
Bailaores/as |
Estilos del cante |
Canción Española |
Datos Flamencos |
Dedicatorias |
Entrevistas |
Historias |
Homenajes |
Poesías |
Recitales |
Recordando Cantaores |
Tertulia Flamenca |
Noticias |
PROGRAMAS DE RADIO |
Arte y Compás |
Escuela del Cante Flam. |
Programa Cadena SER |
Programa de radio |
AUDIOVISUALES |
El saber del Cante |
Fotografías |
Galerías |
Títulos |
Videos |
CONTACTOS |
Libro de visitas |
Notas |
Tablero de Anuncios |
Contacto |
Links |
ACCESOS DIRECTOS |
HISTORIAS DEL CANTE ANDALUZ XV |
Listado de cantaores por orden alfabético |
A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z | ||
Historias | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | |
HISTORIAS DEL CANTE ANDALUZ
LA ALAMEDA NOSTALGIA DEL PASADO Y HISTORIA DEL PRESENTE. (XV)
Alentado por ese buen amigo y gran aficionado al cante, que fue don Rafael
Tristán, mi padrino artístico, mide
ir
pasando
el tiempo, haciendo una vida nocturna en la Sevilla de entonces, de colmao en
colmao y de cabaret en cabaret, para tropezarme con. algún que otro borracho que
me salvara la noche. Muchas mañanas amanecía en el Pasaje de la Europa, de la
Alameda de Hércules, cuando salían a buscarse la vida nada menos que Juana la
Macarrona, Antonia 1a
Ganaba,
las hermanas Pompi, Rita Ortega y la Perla
de
Triana. Juana 1a Macarrona se arrimaba a mí y me decía llorando:
Antoñito, ¡qué
le debo yo a Dios para tener que salir a esta hora a buscar para la plaza!
Y yo me estremecía de emoción, me sentía rumboso, le daba cinco duros a cada
una, las metía en un cuarto grande de la Europa y pedía seis botellas de vino
de la casa y pescado frito... y ¡venga fiesta! ¡Y qué fiestas! ¡Quién pudiera
con una mano arrastrar aquellos momentos de aquellas mañanas y traerlos a
cualquier día de tinieblas de hoy! Aquello era ni más ni menos que una gran
parte de la esencia que yo iba acumulando.
En otras ocasiones yo amanecía en Triana, en la cava de los gitanos, donde por
aquel tiempo todavía quedaban restos de lo que fue cuna y gran imperio del
cante gitano-andaluz. Yo me pasaba muchas horas con los gitanos más viejos, en
los que algo quedaba de aquella gloriosa tradición. A simple vista, ya se
notaba entonces en los gitanos nuevos la pérdida irreparable del cante de
Triana, que llegaría a la total desaparición y no sería más que lo que
actualmente es: casi una simple leyenda. Y esta decadencia se extiende a todos
los lugares que fueron centros cantaores donde ardían las mejores esencias
gitanas. ¡Cuántos días y noches he pasado en esa maravillosa tierra y gran
vivero del arte gitano que fue Jerez de la Frontera! ¡Qué lástima de su
historia de cante y baile, desde el señor Manuel Molina hasta Manuel Torre y
el Gloria!
¡Qué cantidad de cante y baile perdidos! Aquellos contactos jerezanos me
sirvieron a mí para guardar como oro en paño la maravillosa gama de cantes de
un siglo antes. Hoy apenas queda nada. Los gitanos y gitanas nuevos ya tienen
puesto un pie en el estribo de la perdición de su aire inconfundible. No
conocen los cantes de los maestros de su tierra: Manuel Molina, el
Loco
Mateo,
Juan Junquera,
Juanelo,
Joaquín
1a
Cherna,
Paco
la
Luz... Y lo
más sensible es que ni siquiera se acuerda nadie de cómo cantaba Manuel Torre
por seguiriya, ni el Gloria por bulerías o por saetas, siendo esto
relativamente reciente. No queda allí ni rastro de la historia. Ahora han
adoptado un nuevo aire y una nueva escuela, con lo que, desgraciadamente para
ellos, han cambiado el oro por el oropel y están perdiendo su personalidad. ¿Es
que los gitanos jóvenes de Jerez no tenían una reserva de esencias maravillosas
para no tener que recurrir a influencias extrañas y a impurezas? ¿Quiénes son
los culpables de este desvarío?
Sevilla (Alameda del Hércules) en
la foto José Maria Ruiz Fuentes, le rinde Homenaje al monumento
de Pastora Pavón
(Niña de los Peines) en el año de 1971
También en Utrera se ve la decadencia. Yo he pasado muchos días en ese bendito pueblo, donde se rompió Merced la Serneta. ¡Cuántas fiestas he vivido con aquellos gitanos, extractos de finura de la Baja Andalucía, embriagándome de aquel ambiente, que yo jamás olvido y que lo saco a relucir cada vez que se tercia! ¡Cuántas veces escuché a Joaniquí el de Lebrija, con admiración casi religiosa, hasta prendarme de su arte y de sus duendes! ...Y teniendo en cuenta que aquello representaba un sacrificio para mí, ya que tenía que vivir del arte y allí no ganaba nada más que el placer que proporciona la hermosura del buen cante. Ahora, ¿qué queda de aquella Utrera purísima, de aquellas fiestas donde se bailaba por soleá y por cantiñas todavía con ambiente del siglo pasado? Eso, y no otra cosa, fue lo que le dio nombre a Utrera. Y yo pregunto: ¿qué ha sido del ambiente de aquellas fiestas Maravillosas? Nadie sabe nada. Lo han cambiado por el cante de la acera de enfrente, la gente nueva canta y baila la rumba catalana una y cien veces. Preguntad a los gitanos quién tiene la culpa de la pérdida del maravilloso cante gitano. Ellos saben las respuestas. Y lo mismo ocurre en Alcalá. ¡Cuántas veces, en su famosa feria, escuché a Joaquín de la Paula y pude guardar, como guarde aquel cante completamente puro! Es lamentable tener que decir que en Alcalá ni gitanos ; castellanos saben nada de lo que dejó Joaquín exceptuando a su hijo Enrique, que, aunque con pocas facultades, nos enseña todavía e pequeñas dosis aquellos duendes ya envejecido en él. Por lo demás, no queda allí más que un pequeño grupo de gitanos buenísimos y honrados, pero mudos para el cante. Sin embargo el cante de Alcalá no se ha perdido del todo, puesto que permanece y vive en Mairena del Alcor, con su pureza y con sus duendes. El cante alcalareño vivirá siempre conmigo, que lo oí tantas veces de boca de Joaquín el de la Paula y de sus sucesores.
Sevilla
(Alameda del Hércules), en la foto José María Ruiz Fuentes, le rinde
Homenaje
al
monumento de Pastora Pavón (Niña de los Peines) en el año de 1971
|
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |