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PANSEQUITO
ENTREVISTA A PANSEQUITO
«Cantar bien y ser figura del flamenco es más difícil que ser Papa»
Pansequito_Cantaor y ganador del Premio Compás del Cante 2010
El Compás del Cante sólo ha caído en manos de genios. ¿Pesa mucho ese bronce de Gavira?
Creo que llevo bastantes años en esto, voy a cumplir 50 años de carrera. Creo que soy humilde, pero también creo que soy alguien importante en el flamenco sin salirme nunca de mi línea, que es con la que empecé y con la que voy a terminar. Bueno, en realidad creo que estoy terminando más puro que cuando empecé, todo lo contrario que los demás, que empezaron puros y ahora se han puesto de otra manera.
Cada vez que le dan un premio el jurado destaca que es por su personalidad
Si cantara como los demás sería uno más. Creo que sé estar en lo moderno y en lo antiguo. Canto todos mis líos clásicos y después cosas más modernas. Ésa es mi línea y no voy a cambiarla ahora.
Uno de sus primeros galardones fue en el Concurso Nacional de Córdoba de 1974. Le dieron el Premio a la Creatividad, que se creo en aquella edición para usted y ya no se ha vuelto a otorgar.
Claro, porque yo cantaba a mi manera y no me parecía a nadie. Me dieron un folleto para que apuntara a los cantes de Manuel Torre, la Niña de los Peines, Chacón..., pero yo dije que no me apuntaba a ninguno. que yo cantaba a mi manera. En realidad no sabía ni que iba a un concurso, porque Pulpón, el representante, me llevó para cantar y ya está. Pero me dieron dos premios, el de la creatividad y el de Información y Turismo. Entonces no le di importancia.
Éste se lo otorgarán en Granada, su tierra de origen.
Sí, lo recojo el 8 de julio y me alegro una barbaridad de que me lo den en Granada. Nací en la Línea, me crié en El Puerto y mi ciudad ahora es Sevilla. Pero mi procedencia por parte de mi abuelo paterno, Panseco, era de Granada. El auténtico Panseco era él. Que no piense la gente que le estoy dando coba a Granada, es que de allí venimos los «Panseco».
El premio le llega en un momento en el que los cantaores de su generación no están de moda. ¿Por qué tanto olvido?
No lo sé, pero los hay muy buenos: Rancapino, Lebrijano, Juan Villar... Cuando se habla de nuestra generación, sólo se puede hablar bien. Al maestro Fosforito, por ejemplo, le tengo un respeto enorme, es un señor que ha luchado y lleva muchos años ahí... Que hay gente moderna, pues fenomenal. Eso es ley de vida. Tenemos que entenderlo porque cuando nosotros salimos estaban Mairena, Juan Talega, La Perla, Fernanda, Luis Caballero, Naranjito de Triana... Entonces salimos cuatro o cinco que éramos modernos y ahora somos clásicos.
Ahora son ustedes, aquellos renovadores de los setenta, los «viejos» del flamenco.
No somos viejos, es que nacimos antes. Es verdad que de repente coincidimos unos cuantos que nos salíamos del tiesto. Yo fui uno de los más criticados por mi forma de cantar, que por eso me dieron el premio de la creatividad, pero nunca me he salido de mis cánones. El otro día escuché a un señor que decía que Camarón no sabía cantar por soleá o por seguiriya. A Camarón lo escuché desde que era un chiquillo, así que ese señor no me va a decir a mí eso... Yo defiendo lo que he vivido.
¿Usted cree que hay ahora una nueva generación tan moderna como la suya pero que sí se sale de los cánones?
Ahora hay muchos que se salen y yo lo entiendo porque son otros tiempos. Yo no puedo criticar eso. Le recuerdo que estuve en la lista de los diez discos vendidos en España junto con Steve Wonder, Raimon, Lluis Llach... Es verdad que yo cantaba flamenco, pero cuando hice el «Tápame, tápame» vendí medio millón de discos, lo que no había hecho hasta entonces ningún cantaor.
¿Vive ahora el flamenco un buen momento?
Hay una serie de chavales jóvenes que cantan muy bien flamenco, pero se tienen que ir a lo comercial para ganar dinero. Para eso trabajamos todos, para ganar dinero.
¿Pero todo vale?
Todo tiene que evolucionar. El flamenco es universal.
Bueno, ya hay buenas bailaoras japonesas.
Sólo por querer ser flamencas, ya tienen mi respeto.
Vale, pero empezamos esta charla diciendo que en la lista del Compás del Cante sólo hay genios. No basta con ser artista.
Bueno, cantar bien y ser figura de esto es más difícil que ser Papa. Eso no se puede aprender en un libro. Hay que ver y escuchar mucho.
POR ALBERTO GARCÍA REYES. ABC El cantaor de la Línea de la
Concepción, en faena
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |