PANSEQUITO
JOSÉ CORTÉS JIMÉNEZ, cantaor gitano, más conocido con el nombre artístico de PANSEQUITO, nació en La Línea de la Concepción (Cádiz), el día 8 de enero del año 1945, y murió en Sevilla el dia 17 de Febrero del año 2023. Vivió desde niño en El Puerto de Santa María, donde se inicia muy joven en el arte flamenco, pasando a actuar en los tablaos de Málaga, donde le conoce Manolo Caracol y le contrata para su tablao madrileño Los Canasteros, en 1963, en el que permanece durante largas temporadas, al igual que en Torres Bermejas. Con el ballet flamenco de Antonio Gades ha cantado en Inglaterra, Hungría, Yugoslavia y Grecia. Ha actuado en numerosos festivales por toda la geografía española. En 1971 volvió a Málaga, para cantar en la Taberna Gitana, local donde suele actuar con frecuencia. En 1973 figuró en el elenco del Tablao Los Gallos de Sevilla, y al año siguiente, en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, se le otorgó un premio especial con la denominación de a la creatividad.
Cádiz y toda su provincia
orgullosa esta de tener,
a grandes cantaores,
como Pansequito en su tierra,
para demostrar el arte,
más grande y universal.
La Peña Flamenca
El Taranto de Almería, en 1985, le concedió el premio Lucas López Y ese mismo
año participó en los festivales de la II Cumbre Flamenca de Madrid. En 1986
trabajó en el Tablao La Venta del Gato dc Madrid. Está considerado uno de los
intérpretes más personales del momento y cuenta con una amplia discografía. Sus
características artísticas han sido comentadas por flamencólogos y críticos,
atraídos por las cualidades de su cante: Juan Luis Manfredí: «Su voz, su compás,
su conocimiento de los cantes, hacen de él una figura importante y de peso.
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lnevitablemente, aunque el quiera negarlo. pertenece a esa pléyade de
caracoleros que perpetúan con su voz y su forma de hacer el magisterio del gran
Ortega». Juan de la Plata: «Por sonar distinto y traer un aire renovador al
flamenco, fue precisamente galardonado en el Concurso Nacional dc Córdoba. La
distinción que se hizo entonces fue polémica, pero, a la larga, se demostró que
la tenía bien merecida». Manuel Ríos Ruiz. «Cuando Pansequito canta por soleá,
parece que de un instante a otro va a esparramarse, pero nunca sucede. Lo que
ocurre es que su concepción de este estilo lleva implícita un especial
barroquismo en algunos de sus tercios; más el compás natural no lo pierde, sino
que lo adapta a su manera de hacer el cante. No cabe duda que con este
personalismo ha creado una soleá nueva, con unos valores estéticos distintos y
unos matices musicales diferentes. Una soleá que gustará o no, pero que la
interpreta siempre. Porque existe un público que se la aplaude y porque tiene
conciencia de que es la suya, su soleá». César Muriel: «Indudablemente,
Pansequito sabe del compás y su voz afillá se pasea admirablemente por los ecos
jondos. Es esa su manera, dirías que aguardentosa, la principal distinción de su
personalidad. Una garganta doliente que se pone en pie para cantar las fiestas,
como esas alegrías que ahora son fuente principal de su repertorio, y en las que
vuela y vuela por los tercios altos hasta caer en el compás exacto que mide la
guitarra».
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Los 'Jueves Flamencos' echan el telón con
'Festival de clausura'
El ciclo de Cajasol se despide hasta la
próxima temporada con un espectáculo en el que participan José Menese, La
Macanita, Pansequito y Angelita Vargas
La Fundación Cajasol cierra esta noche la temporada de Jueves Flamencos con
Festival de clausura, un espectáculo en el que intervienen José Menese,
Pansequito, Angelita Vargas y La Macanita. Para Manuel Herrera, coordinador del
ciclo, esta última cita quiere rendir tributo a "esos festivales de verano que
han tenido una importancia fundamental en la difusión del flamenco". Ninguno de
los participantes quiso precisar el contenido de la velada de hoy, aunque Menese
adelantó que "con el material que hay, la cosa puede salir redonda". Más que dar
las claves de ese Festival de clausura, el cantaor y sus compañeros en la
propuesta prefirieron analizar el estado actual del ámbito en el que se mueven.
"Cuando empezamos nosotros, le dimos al flamenco un auge, una cosa nueva, le
dimos algo diferente", apunta Pansequito, que observa que ahora "están todos
clonados, hoy todos los chavales cantan por Camarón". Pese a ser más joven, La
Macanita apoya esta tesis. Cree que "se han ido muchos cantaores buenos y los
que hay deberían estudiar más. Se ha perdido la pureza", lamenta la cantaora.
Ella, afirma, ha visto "cantar y bailar muy bien" desde su infancia, "y ahora
encuentro a muy poquita gente". Pero, ¿qué es exactamente la pureza? Menese no
duda en ilustrar su idea de este concepto, tan escurridizo para algunos. "La
pureza estriba en que si a usted le ponen a hacer bolsos de plástico y los hace
bien, usted conserva el trabajo. Se trata de hacer las cosas con el mayor rigor,
y de acuerdo con el legado que nos dejaron los antecesores", mantiene. Angelita
Vargas no entiende, por ejemplo, "por qué se hacen ahora tantas cosas en el
baile. Los brazos están para lucirlos, no para pegar puñetazos", asegura la
bailaora. La sevillana, que sacará al escenario hoy a dos sobrinos, se atreve
también a responder a la gran pregunta. "Pureza es que te duela. Que tú me estés
mirando y sientas ese dolor. No hay que ser gitano para esa pureza, aunque los
gitanos la tengamos más desarrollada". Los Jueves Flamencos de Cajasol ponen fin
a una temporada en la que se han ofrecido 25 espectáculos, "un número muy
considerable para una programación anual". Manuel Herrera agradece a "la
complicidad de los propios artistas, a su generosidad" el impulso de esta
iniciativa.
Braulio Ortiz / SEVILLA | Actualizado 29.05.2008
Grabando
entre amigos y pinos
El
cantaor José Cortés 'Pansequito' ultima en un estudio de
Chiclana su último disco, producido por el gaditano Diego
Magallanes y en el que colaboran Juani de la Isla, Niño de Pura
y Moraíto, entre otros
Tarde de junio en los pinares de La Rana Verde en Chiclana. La
arboleda atenúa el ascenso térmico que trae el levante. En el
porche de un chalecito, el cantaor José Cortés
Pansequito discute con su productor, el gaditano Diego
Magallanes, sobre uno de los últimos temas que quedan por grabar
del que va a ser su nuevo disco. El interior es una amplia
estancia dividida en dos con los compartimentos propios de un
estudio, por cierto, de última generación. Frente a la mesa, el
ingeniero de sonido, Juan Antonio Espinosa, se afana con las
regletas, y el tocaor Manuel Moreno Junquera Moraíto pone el
oído como quien no quiere la cosa mientras se mueve de un lugar
a otro. Más tarde se sumará a la reunión el productor ejecutivo
de este trabajo, Antonio Benítez, quien los ha reunido a todos
ellos y a una decena más de artistas para uno de sus proyectos
más ambiciosos. Al cantaor se le ve ilusionado y muy a gusto.
"Fíjate si estaré a gusto que me estoy dejando llevar", afirma
en referencia a su productor Magallanes. "Uno me dijo que era
muy moderno para mí, pero yo le respondí que él era muy antiguo
para Diego". Panseco entra en el estudio y le va pidiendo al
ingeniero que le ponga un tema, luego otro y, así, casi uno a
uno de los grabados, que va mostrando con el orgullo de la obra
recién hecha. Las bulerías Poeta de Andalucía que van a dar
nombre al disco, flamenquísimas, con la guitarra de Diego Amaya.
Después, la soleá, muy antigua y con acompañamiento de cuerda. A
continuación, y con Moraíto en la sonanta, la seguiriya, jonda
hasta lograr que se erice la piel. En el macho, alarga el tercio
de esa forma suya que parece inverosímil y se acuerda de
Caracol. El maestro, con su sabiduría habitual, solía decir que
"la corná de los flamencos es que no te acompañe la voz cuando
el corazón te pide alargar los tercios… y no puedes". Sigue la
rueda de temas. Con las alegrías, uno de sus temas emblemáticos,
explica que no sabe si se va por romera o mirabrás, pero que es
una cosa que cantaba su abuela Dolores. Moraíto, que no sólo
sabe de guitarra, afirma que la cantiña es eso, el aire de aquí
y el estilo de cada uno. Luego examinan la taranta, con toque de
Niño de Pura y, a continuación, la rumba, bien caliente con
acompañamiento de metales y las voces de Las Peligro (dos
hermanas y la hija de Remedios Amaya). También han rescatado un
tema de La Paquera que interpreta con la compañía de su esposa,
la cantaora Aurora Vargas. Y, como remate de lo hecho hasta
ahora, El Loco, otra bulería que, como la mayoría de los temas
que integran el disco, son de autoría del cantaor. Además de la
satisfacción o de la ilusión, a Panseco se le escucha potente y
en plena forma. El cantaor mantiene su característico metal y
una fuerza que no parece haberse atenuado con el paso de los
años. "¡Si ahora canto dos tonos más arriba que hace treinta
años!", exclama mientras se vuelve a Moraíto para que confirme
que está cantando al cuatro por medio. El secreto, explica José,
está en cuidarse: "Ya no trasnocho y tampoco le doy a la bebida
ni al tabaco". La producción discográfica de Pansequito no es muy extensa
pero contiene grabaciones muy recordadas, y no solamente por él,
que hace gala de una memoria prodigiosa y es capaz de referir
con detalle cada una de ellas y con los cantes que hizo.
Inevitable es el recuerdo a Parrilla de Jerez, fallecido tan
sólo unos días antes, que le acompañó en su primera grabación.
También están las dos registradas junto a Tomatito -Suenan las
campanas y Como los gitanos éramos- o la apreciada A mi Bahía
con Daniel Navarro Niño de Pura. Pero, sobre todas ellas, se
erige como principal aquella de 1974, cuando era Pansequito del
Puerto, y que tanta popularidad le proporcionó. Todavía hoy, en
sus actuaciones le piden Tápame que tengo frío, o aquella
bulería de "Anda y ve y dile al maestro, que te ha enseñao a
querer, que te devuelva el dinero porque a ti no te ha enseñaíto
bien". Aquella grabación llegaría a despachar más de medio
millón de copias y se situaría entre los diez discos más
vendidos de aquel año. El cantaor aún guarda la página de la
revista Discoplay donde compartía honores con Stevie Wonder o
los cantautores Raimon y Luis LLach, los otros representantes
nacionales de aquella lista. Pero el que le importa ahora al
cantaor es este que está a punto de concluir. De él anticipa con
seguridad, que, para su gusto, es el mejor que ha hecho.
Tranquilidad y apoyo desde luego que no le han faltado. La
nómina, por ejemplo, de colaboradores y artistas invitados es
apabullante. Como guitarristas paticipan Juani de La Isla, Niño
de Pura, Diego Amaya, Diego del Morao y el citado Moraíto. El
bajo lo ha puesto el prestigioso Carles Benavent, el violín es
de David Moreira, y en las palmas y coros participan en
distintos momentos Raúl Obregón, Chips, Marcelino, Reyes Martín,
Víctor Carrasco y Las Peligro. Y, como invitados de lujo, nada
más y nada menos que Aurora Vargas y el cantaor más de moda, el
catalán Miguel Poveda.
Fermín Lobatón | Actualizado 15.06.2009. En la foto,
Pansequito, hace unos días en el estudio de Chiclana.
Pansequito
se hace con el premio Compás del Cante 2010
El
cantaor logra la distinción de la Fundación Cruzcampo por su
"trayectoria y honda frescura"
El cantaor José Cortés Jiménez, Pansequito, (La Línea, 1946) ha
sido premiado con la distinción Compás del Cante 2010, que
otorga desde hace veinticuatro años la Fundación Cruzcampo a
personajes destacados del mundo del flamenco. El jurado, reunido
ayer y presidido por la bailaora Matilde Coral, decidió por
unanimidad conceder este galardón a Pansequito, nacido en La
Línea y criado en El Puerto de Santa María, "por su larga
trayectoria en el cante de siempre, que interpreta con una honda
frescura y acusada personalidad", según un comunicado de esta
fundación. El artista, al igual que en ediciones anteriores,
recibirá una escultura conmemorativa, obra del escultor Jesús
Gavira, durante una cena, el próximo 8 de julio, que se
celebrará en el Palacio de los Córdova de Granada. Además, el
jurado, integrado también por Miguel Clavero, Teresa Peña,
Daniel Pineda Novo, Ángel Vela, José Luis Buendía y Emilio
Jiménez Díaz, otorgó una mención especial a la Bienal de Arte
Flamenco Ciudad de Sevilla, por llevar tres décadas
contribuyendo a la difusión y promoción del flamenco en todas
sus vertientes. También expresó a Matilde Coral, como presidenta
del jurado, su afecto y reconocimiento al arte de Rafael García
Rodríguez, El Negro.
Efe /sevilla | Actualizado 08.06.2010 - El cantaor Pansequito
Pansequito borda el flamenco en
el Gran Teatro
El pasado viernes, el ciclo Flamenco viene del Sur nos dejó el
recital de uno de los cantaores de mayor tradición y sabiduría
del panorama andaluz.
Con
un poderío fuera de toda duda, Pansequito paseo literalmente su
arte en las tablas del coliseo de la calle Vázquez López. Una
mezcla entre la elegancia y una enorme capacidad de expresión,
son las cualidades que mejor mostró en la larga hora en la que
interpretó un muestrario de algunos de los palos que mejor
domina el cantaor gaditano. Acompañado por la guitarra señorial
de Manuela Parilla, hizo un excelente recorrido comenzando por
alegrías, cantando por soleá, para después hacer varios tercios
por tarantas. De ahí paso a unas seguiriyas entonadas desde lo
más profundo del alma, para terminar su concierto por bulerías.
Al finalizar, y ante la insistencia del público asistente que
llenaba la platea, se vio obligado a volver al escenario para
interpretar un último cante. Como conclusión, completó su
excelente interpretación brindando a todos los asistentes y a la
maravillosa tierra que es Huelva unos fandangos naturales, de
los cuales, los dos últimos los cantó a pulmón, sin microfonía
de por medio, dejando patente sus grandes facultades y la
autoridad que le compete en ser una figura del flamenco más
vivo. El espectáculo que vino a presentar a Huelva lleva por
título, al igual que su actual registro discográfico, Un canto a
la libertad, donde se denota una llamada para aquellas personas
privadas por diversas cuestiones de su propia voluntad, y deben
vivir en prisión. La producción corrió a cargo de Diego
Magallanes, y fue presentado en la última edición de la Bienal
de Arte Flamenco de Sevilla, en el cual se le otorgó el
Giraldillo de Cante. Una excelente propuesta de la que se pudo
disfrutar, el buen hacer de todo un señor del cante jondo reinó
en el espacio del Gran Teatro capitalino. Supo crear el ambiente
propicio para que nos sintiéramos en un atmosfera de corte
costumbrista y cercana a la historia del flamenco con más raíz,
siendo de los pocos cantaores actuales que todavía mantienen
viva la llama del cante por derecho. Aunque durante sus años más
jóvenes le pusieron la etiqueta de renovador, mantiene la línea
que le ha llevado en un largo periodo a ser considerado uno de
los grandes de cante. Un viaje lleno de sensaciones puras y
llenas de legitimidad. Una perfecta muestra de Flamenco a lo
natural, del que estamos ávidos en estos tiempos que corren,
donde lo que se sale de lo comercial no tiene cabida en ningún
lado. Echamos de menos más cátedras, y aunque somos partidarios
del desarrollo lógico de cualquier forma musical, es de las
verdaderas fuentes desde donde se aprecian las esencias más
concluyentes.
C.L.P. / Huelva, Actualizado 13.03.2011 - Pansequito trajo a
Huelva los sones de su último trabajo, Un canto a la libertad.
El linense 'Pansequito' se alza con el premio Flamenco Calle
Alcalá 2012
El cantaor recibe el galardón de carácter honorífico por
unanimidad del jurado ·José Cortés Jiménez lo recibirá durante
la celebración de su vigésima edición, en febrero
El
Festival Bankia de Flamenco anunció ayer que se ha concedido al
cantaor José Cortés Jiménez, Pansequito, el galardón Flamenco
Calle de Alcalá 2012, premio que le será entregado el próximo
mes de febrero en la celebración de su vigésima edición. El
artista, natural de La Línea, recibirá así este reconocimiento a
su carrera fraguada bajo los sones del más puro estilo flamenco.
Este galardón, de carácter honorífico, se concede anualmente
desde 1994 durante la celebración del Festival de Flamenco Caja
Madrid, que a partir de este año pasará a denominarse Festival
Bankia Flamenco, según informó ayer la entidad. El jurado
formado por José Manuel Caballero Bonald, Félix Grande Lara,
José María Velázquez-Gaztélu, Ángel Alvarez Caballero, Manuel
Ríos Ruiz y Francisco Gutiérrez Carbajo, acordó por unanimidad
la concesión de esta distinción a Pansequito en su edición de
2012. José Cortés Jiménez (La Línea de la Concepción, 1946) está
considerado como uno de los principales intérpretes flamencos de
la actualidad y ha recibido varios premios, entre ellos el
Compás del Cante y el Giraldillo de la Bienal de Sevilla, que le
fueron concedidos el pasado año. Aunque sus raíces son de La
Línea, esta cantaor flamenco creció en El Puerto de Santa María,
la que le dio el apellido artístico de sus primeros compases.
Con sus padres y otros doce hermanos se trasladó a Sevilla,
donde se instaló definitivamente tras su idas y venidas a la
provincia gaditana. Con 15 años ya le escuchó Manolo Caracol y
lo contrató para trabajar en su célebre tablao madrileño Los
Canasteros. Este artista de origen linense ha luchado desde el
flamenco por el flamenco, sin dudarlo ni un segundo en la cuna
sevillana. Su voz ha sido escuchada en Alburquerque, Nuevo
México, en Grecia, en Budapest, en toda Alemania, toda Italia e
Inglaterra, y hasta en Austria, Yugoslavia o Bombay. En más
sitios de los que caben en un mapa, descubriendo la capital
andaluza como su epicentro con rápido acceso a La Línea y El
Puerto. Entre sus últimas grabaciones, destacan A mi bahía
(2001) y Un canto a la libertad (2009), una producción de Diego
Magallanes en la que colaboran artistas como Moraíto, Miguel
Poveda y Raimundo Amador. Su tándem perfecto es Aurora Vargas.
Efe / Madrid | Actualizado 12.10.2011 - Imagen de archivo de
la presentación del último disco del cantaor linense.
Muere el cantaor Pansequito
José Cortés Jiménez, Pansequito para el arte, era el último
representante de una edad de oro del cante flamenco
Ha
muerto en Sevilla, a consecuencia de un tumor cerebral que
padecía desde hace unos meses, el cantaor Pansequito. Era el
último representante de esa generación de superdotados que
eclosionó a finales de los 60 a la que una vez denominamos como
"las voces de trueno". Hablamos del Lebrijano, Morente, Menese,
Turronero, etc. Nunca se dejaron nada en la reserva, lo daban
todo en cada recital. Y, por eso, el tiempo, en algunos casos,
les pasó factura. No fue el de Pansequito, que conservó su voz
poderosa, metálica, hasta el final. Eso sí, teñida en los
últimos tiempos de una pátina cobriza deliciosa. Siempre se
mantuvo fiel al legado que asumió esta generación, en su caso el
caracolero. Pero siempre lo interpretó de una manera muy
personal. Y no solo los estilos festeros, tangos, alegrías y
bulerías, en los que era un maestro. También en la soleá, en la
seguiriya y en los tarantos, que siempre conservó en su
repertorio. Cantó con una enorme libertad melódica, alargando
los tercios y ligándolos de una forma característica: ese era su
sello. José Cortés Jiménez, Pansequito para el cante, nació en
La Línea de la Concepción (Cádiz) el 8 de enero de 1945. Su
apodo artístico lo heredó de su padre. Pero su familia, después
de una temporada residiendo en Sevilla, se asentó en El Puerto
de Santa María cuando el cantaor era todavía muy joven, razón
por la que su primer apodo artístico fue el de Pansequito del
Puerto. Se inició como profesional, siendo apenas un niño,
primero en la Venta de Vargas de San Fernando y luego en los
tablaos de Málaga. En 1963 lo contrató Manolo Caracol para su
tablao, Los Canasteros, pasando luego a Torres Bermejas, también
en la capital de España. Otros tablaos en los que ha trabajado
fueron Las Cuevas de Nemesio, La Venta del Gato de Madrid, la
Taberna Gitana de Málaga y Los Gallos de Sevilla. Pronto es
solicitado por las principales compañías de baile, como las de
Faíco o Maleni Loreto. Con el Ballet de Antonio Gades recorrió
el mundo entero durante cuatro años. En 1974 obtuvo en el
Concurso Nacional de Córdoba el premio a la creatividad, con
toda justicia. Fue la primera y la última vez que se concedió el
mencionado galardón. Pansequito fue hasta el final una estrella
de los festivales andaluces, incluida la Bienal de Sevilla. Su
discografía es muy amplia y en ella se hace acompañar de los
principales guitarristas contemporáneos: Juan Habichuela, Pepe
Habichuela, Enrique de Melchor, Paco Cepero, Gerardo Núñez,
Tomatito, Parrilla, Moraíto, Juani de la Isla, Diego Amaya,
Diego del Morao y Niño de Pura. Su debut discográfico data de
1971 con el larga duración El cante de Pansequito del Puerto,
una entrega de corte tradicional con la guitarra de Parrilla de
Jerez. Por cierto que el texto de la contraportada estaba
firmado por Enrique Morente. En su tercer disco, titulado
simplemente Pansequito (1974) presenta temas más arriesgados
como las bulerías Tápame, que abren la entrega, y que siguió
interpretando hasta el final. O Ay, qué mora, también por
bulerías. En 1975 inició su relación profesional con Paco Cepero,
que ejerció como productor, compositor y guitarrista de cuatro
entregas discográficas del cantaor. Con Cepero llegó a competir
en las listas de éxitos de la música ligera con temas a ritmo de
rumbas y tangos. Con Tomatito registró dos discos a comienzos de
los noventa, el segundo de los cuales, titulado Como los gitanos
éramos (1993), incluía su éxito Amanecer en el campo, de nuevo
por bulerías. Su último disco es Un canto a la libertad (2009) e
incluye las colaboraciones de Miguel Poveda y Raimundo Amador,
entre otros. Además del mencionado premio en Córdoba, Pansequito
obtuvo dos reconocimientos por parte de la Peña El Taranto de
Almería, en 1985 el Premio Lucas López y en 2007 a la mejor
actuación del año. En 2005 la Cátedra de Flamencología le otorga
el Premio Nacional de Cante, al que le seguirá en 2010 el Compás
del Cante que otorga la Fundación Cruzcampo. Ese mismo año la
Bienal de Sevilla le haría entrega del Giraldillo de Cante.
JUAN VERGILLOS- 17 Febrero, 2023 - El cantaor en un recital
junto al guitarrista Antonio Higuero. / GRUPO JOLY
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Homenaje a Pansequito |
Autor: José María Ruiz Fuentes, arreglo, poesia, fotos del Arte de Vivir el Flamenco |
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |