AGUSTINA DE TRINIDAD - CANTAORES/AS - El Arte de Vivir el Flamenco

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AGUSTINA DE TRINIDAD

AGUSTINA SÁNCHEZ GUILLÉN, cantaora de flamenco, más conocida en la historia del cante con el nombre artístico de AGUSTINA DE TRINIDAD, nació en este entrañable pueblo de Mairena del Alcor (Sevilla) el día de San Antonio 13 de Junio de 1921, el mismo día y el mes que mi hermano Paco (Paco de la Huerta) cantaor y murió a la temprana edad de 32 años. Esta gran cantaora me lo ha recordado muchísimo. Donde ella se duerme en el Señor el 10 junio de 1964, (muy joven cuarenta y tres años), tras una larga enfermedad, en la casa donde nació, nº 7 de la Calle Real.

Castillo de Luna, Mairena del Alcor (Sevilla)

Fue modelo de hija, madre y esposa, una de las personas más humildes que tuve la inmensa suerte de conocer y digo humilde pues por aquellos años de la posguerra española en que nos criábamos, la necesidad era tan común como la luz del día, y Agustina Sánchez Guillén jamás la vio nadie quejarse, desesperarse, perder su maravillosa sonrisa y su bondadosa calma. Casada con Manuel Carrión Téllez, un mairenero trabajador del campo que la haría madre de cinco hijos: Antonia, José, Felipe, Antonio y Celia, que pasados los años siguen adorándola y recordándola día a día, pues aunque llegue a estas páginas por su voz, permítanme que os cuente la grandeza de su alma, era una maravillosa mujer, tanto es así que casi le daba cortedad y timidez cantar en público, otra cosa os podría contar de haber sido más altanera.

Año de 1950

Agustina en su juventud

Pero entrando en su dinastía cantaora, nace de una cuna flamenca, buenos aficionados los de su familia materna, hombres y mujeres que han dicho y siguen diciendo mucho en el cante, recordemos a sus sobrinos Antonio Carrión “Carrión de Mairena”, cantaor primoroso con muchos reconocimientos y un CD en su haber, que llegaría a recordar los cantes que aprendió de tu tía, padre de una de las primeras guitarras de hoy día, Antonio Carrión, “Niño Carrión” para los nostálgicos. Su hermano José María Carrión, un buen aficionado que de no haber sido por la industria lo podríamos haber gozado en los escenarios. Pepe Vela, todo un genio en el mundo de las sevillanas con el grupo Albahaca.

Agustina. La 1ª sentada en la fila del centro con su hija Antonia
en los brazos y un grupo de amigas

Placa Conmemorativa de la Casa del Arte Flamenco
“Antonio Mairena” 1992

Desde niña escuchó aquellas tertulias y reuniones cantaoras de sus familiares, más los cantes que Mairena siempre cantó y más aún cuando se acercaba la Cuaresma. Agustina aparte de sus familiares directos compartió vida con otros buenos aficionados entre los que podemos destacar a su cuñado Antonio Carrión Téllez que cantaba muy bien y sobre todo por saetas, me cuenta mi amigo José un artículo de Antonio Barrios, estaba mi tío cantando al paso de los Gitanos por la calle la Sierpes de Sevilla desde el suelo y Antonio Mairena bajó del balcón, se lo llevo arriba y le dijo, -canta otra saeta-, y fue tanto lo que gustó que hizo nueve saetas seguidas, quizás fuese la segunda vez que multaron a la cofradía. Estos datos son para el recuerdo de las personas que ha colaborado en la historia flamenca de Mairena del Alcor.

Y siguiendo el hilo de la historia, recordemos que el sobrenombre de Trinidad, “Agustina de Trinidad”, viene dado por ser este el nombre de su abuela que así se llamaba y a sin eran conocidos sus descendientes, Agustina lo llevó con sumo orgullo. Fue una mujer muy alegre y siempre estaba cantiñeando en casa, la alegría y el cante no faltaban nunca me comenta su hijo y gran amigo José Carrión, que si no salió con la voz de su madre o de los su casta, si lleva el cante en sus venas, es un mairenista puro y convencido.

Agustina, era con las muchachas compañeras y amigas de costura y de paseo, animaba las tertulias al sonido de las pepitas de melón tostadas, o al frescor del agua del Alconchel, o en los escalones de la “Peana”. Era muy típico por aquellas décadas de los cuarenta, cincuenta, en las tardes frescas o calurosas del verano escuchar cantar a las mozas cosiendo o tendiendo ropa, las gentes carecían de perjuicios y con buen humor lo pasaban bien. Pero Agustina comienza a destacar y a cantar desde los balcones de Mairena, sobre todo aquellos cerca de la Iglesia Mayor, recordemos el desaparecido balcón de la “Felisa de Juan Feliciano” frente por frente de la puerta principal, donde siempre le cantaba a al Señor de Humildad y a la Stma. Virgen de los Dolores, donde tantos y tan buenos saeteros han cantado, pero recordemos el cante por saetas de Agustina de Trinidad:

Jueves Santo al paso de la Humildad, casa del Dr. D. José Manuel Jiménez Jiménez, “José Manuel de Vela” para nosotros los maireneros, el elenco cantaor no podía ser más bueno: Antonio Mairena, su hermano Curro, Antonio Trozo, su hijo Juan Manuel “Juarmi de Trozo”, y los aficionados que nunca faltan a estas extraordinarias citas entre los que se encontraba mi interlocutor, mi amigo José Carrión Sánchez, hijo como ya sabemos de nuestra saetera. Y con ese desparpajo propio de quien está seguro de que la respuesta le va a gustar, le pregunta a su ídolo, a D. Antonio Mairena: -¿Antonio, como cantaba mi madre?-, -hijo, tú de quien eres-, -de Agustina de Trinidad-. Antonio se pasó la mano por la comisura de los labios saboreando la respuesta. –tu madre cantaba por la “Gazpachita” (2) -. –y jizo una salía ¡ojú¡-, yo le dije Antonio eres una biblioteca viva -,-porque dijo la misma voz que mi madre-.

La voz de Agustina de Trinidad era una voz laína, una voz fina, femenina, dulce y melodiosa y Antonio con la majestad y el tronío de su voz, recordó el cante de Agustina de Trinidad. Hay referencias, detalles, anécdotas, situaciones, cosas que pasan en la vida de los hombres por los cuales se conocen aquellas realidades que sin ser vistas, escuchadas o vividas, dicen a las claras como son, como han sido, y esta que acabo de contaros de Antonio Mairena es una de ellas. Lástima que no tengamos documento sonoro que nos deleite con el cante de Agustina de Trinidad, aunque no pierdo la esperanza que en cualquier magnetofón de aquellos maireneros que venían de Alemania o RNE que por aquellos años solían grabar mucho por Mairena aparezca alguna saeta, algún cante.

Pero no quiero terminar sin antes destacar porque se lo merece, a la Casa del Arte Flamenco “Antonio Mairena”, que tuvo la acertada idea de hacerle un “Reconocimiento Póstumo” en la Exaltación de Saetas del año 1992 entregándoles a sus hijos una placa conmemorativa. Y esta ha sido la historia de una cantaora mairenera que sin haber querido ser reconocida, sin pretender destacar en su corta vida, la hemos traído a estas páginas para que generaciones venideras sigan recordando y “regustando” sus ancestros, nuestra cultura y nuestras gentes, personas que pasaron sin hacer ruido pero que el pueblo y el tiempo “juez implacable”, no han olvidado y que este humildes articulista con toda mi admiración y entusiasmo quiere compartir. Una voz dulce perdida en el tiempo pero nunca en la memoria del pueblo que la vio nacer. Su saeta cautivó a la Mairena cantaora y oró con la cofrade
Autor: Antonio Reyes Peña. (Investigador, Flamenco, Articulista..)

VIDEO

AUDIO

Homenaje a Agustina de Trinidad
En un Cante por

http://www.mairenawiki.es/wiki/index.php?title=Agustina_de_Trinidad + recopilación de José María Ruiz Fuentes

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