JOSÉ DE LA
TOMASA
JOSÉ GEORGIO SOTO, cantaor gitano, más conocido con el nombre artístico de JOSÉ DE LA TOMASA , nace en Sevilla en el año 1951, casado con Dª Ana González de Jesús, tuvieron cuatro hijos varones, José Manuel, Miguel, Gabriel y Juan Amor. Sobrino-nieto de Manuel Torre, nieto de Pepe Torre, e hijo de Tomaza y Pies de Plomo. Casi siempre alternó cantando en fiestas familiares y en reuniones de cabales, su revelación artística se produjo al ganar el concurso de Mairena del Alcor, formo parte del grupo Triana. Al ganar en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, en 1976, el premio Manuel Torre por seguiriyas y tonás, y a partir de aquí le llegó su consagración como un gran cantaor de este Arte del cante flamenco.
Las raíces nacen y se van reproduciendo
de padres a hijos y de abuelos a nietos,
José de la Tomaza nos transmite su cante
con arte sabiduría y el bien decir,
de sus maestros que fueron su padre y abuelos,
porque lo lleva muy dentro de su sangre
con todo el mayor arte en su propio cuerpo
que va perdurando para los siglos de los siglos.
Actúa en peñas flamencas y comienza a participar en los festivales andaluces, de los que actualmente es una de sus primeras figuras. Como cantaor autor de sus letras se refleja en su discografía, así como su capacidad de repertorio. Se presentó en Madrid, en 1984, en uno de los festivales del homenaje a Federico García Lorca, celebrado en el Teatro Español, repitiendo ante el público Madrileño, en el Teatro Alcalá Palace, durante la Cumbre Flamenca de 1985. Ha sido finalista del premio El Compás del Cante, en 1984, y del Giraldillo del Cante, en 1980.
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Es seguro que a través de José de la Tomaza nos
llega el cante verdadero de nuestra Andalucía, con esa gran pureza que le
caracteriza sus orígenes, erigiéndose como batallador de unas formas de cante y
ecos rancios que gracias a él, y a pocos cantaores como él, podemos degustar los
cabales. Su cante se apoya en la tradición familiar, Pepe y Manuel Torre, con
algunos recuerdos también de Juanito Mojama, pero es consciente de que el
flamenco de ahora es deudor de la totalidad de los artistas que han contribuido
de lejos a la creación y
transmisión de este arte.
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José de La Tomaza
es un cantaor excepcional. La calidad de sus registros se une a la diversidad de
los mismos, como su ejemplar estilo por granaínas. Si a ello le añadimos ese
compás de los cantes madre, como la soleá, o la seguiriya, habremos terminado de
perfilar lo que sin duda alguna se ha reconocido como una primera figura del
cante. José Maria Ruiz Fuentes comenta, le llegue a conocer durante las Cumbre
Flamenca de 1985, donde culmina mi gran admiración por su bien decir del cante,
con esa voz clara pura y flamenca. Su desgarro como su forma de trabaja el
cante hace que su transmisión nos lleguen a todos los buenos aficionados. José
de La Tomaza alcanza su auténtica personalidad querida y admirada por todo el
buen aficionado al cante. Sus aficiones son pescar en chipiona donde tiene un
barquito y el betis, tiene escrito dos libros alma de barco de letras de cante y
otro de saetas
ACTUALMENTE LE TOCA O MANOLO FRANCO O ANTONIO CARRIÓN
Lunes 11 de Junio del 2007 : 20.30 horas. Ciclo Flamenco y Poesía. Ponente: Pablo García Baena Cantaor: José de la Tomasa
Entrada 1,5 euros desde el
viernes anterior a cada cita
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José el de la Tomasa en arte
Hijo de payo y de gitana emparentada con
Manuel Torre, aprendió el oficio de
pescar y publicó un libro titulado 'Alma de barco'. Bético, saetero, su primera
actuación fue en Fuente de Cantos, cuna de Zurbarán
Tal vez de acompañar a su padre siendo niño a pescar por el río Guadalquivir en
una barquilla de aparejos se le quedó alma de barco. Es el título, Alma de
Barco, del libro con poemas de José el de la Tomasa que hace ya casi veinte años
publicó la Fundación Machado con la colaboración del Equipo Arriate. José
Giorgio, hijo del payo Pies de Plomo y la gitana Tomasa, es con Silverio
Franconetti una de esas rarezas italianas en el acervo del flamenco. José el de
la Tomasa -el artículo determinado es crucial: nada le molesta más que la
supresión, es como una preposición deshonesta- nació en Sevilla el 19 de agosto
de 1951. Es italiano por su proximidad geográfica a la centuria de los armaos de
la Macarena. Por su adicción festiva, nada cainita, a la Bética. Participó en
una de sus expediciones más gloriosas, el viaje en autobús a Burgos para
certificar el ascenso de su Betis en el Plantío a Primera División en 1994,
primer año de Serra Ferrer. Los que le acompañamos en la marcha verde, réplica
del título de Antonio Hernández, recordamos la olla de puchero que la mujer de
José preparó para los expedicionarios. Es el único cantaor ágrafo que escribió
un libro de poemas. No era un libro cualquiera. Sus editores dividieron su
contenido en coplas de tres, de cuatro y de cinco versos. Como si estuviéramos
ante un Lope o un Petrarca. Su primera actuación en público tuvo lugar en Fuente
de Cantos, el pueblo extremeño donde vino al mundo Zurbarán. Cuando la Fundación
editó Alma de barco, con un prólogo del catedrático de Literatura Pedro Piñero,
en la reseña biográfica se daba cuenta de que contrajo matrimonio el 17 de junio
de 1972 con Ana González de Jesús. Gabriel, el tercero de la prole, que hoy toma
la alternativa de la mano de su padre, a su modo pescador de almas como Aquel
que alienta sus saetas que cortan el aire y estremecen la noche, tenía entonces
ocho años. Antes nacieron José Miguel y Manuel. Juan Amor cerró el cuarteto,
familia con geometría de poeta. Juglar verdiblanco, artista de los callejones,
le llamaban Brujo en sus comienzos por su habilidad con cantes negros y
boricuas. Sones espirituales de esa materia que le llegó de Pies de Plomo y la
Tomasa, herencia de Manuel Torre. La estirpe del cante de quien creció a la vera
de la torre de los Perdigones, giralda de macarenos, broadway caló del Moscú
sevillano. En 1977, el año de la gloria copera de su equipo, obtiene en Córdoba
el premio Manuel Torre por seguiriyas. Ha sido profesor en la Fundación Cristina
Heeren tutelando a remotas vocaciones nórdicas, teutonas y orientales. Dice José
María Pérez Orozco, su tutor literario, que José nunca fue a la escuela y
aprendió a leer por los letreros de las tiendas.
Francisco Correal | Actualizado 18.09.2008
Llega a los 'Jueves flamencos' José de la Tomasa, "el último mohicano"
El cantaor
sevillano, "de lo poco que queda ya absolutamente puro", defenderá "la bandera"
de sus raíces.
José
de la Tomasa, hijo de La Tomasa, que le dio "la magia", y de Manuel Pies de
Plomo, antiguo alamedero llamado en realidad Giorgio y del que aprendió "los
sonidos de Italia", vuelve hoy a actuar en Sevilla, en esta ocasión dentro del
ciclo Jueves flamencos que organiza Cajasol en su Centro Cultural de la calle
Laraña. "Yo, mira, es que a priori nunca sé lo que voy a hacer, porque según sea
el público y esté el ambiente uno también va creando cosas ahí en la silla",
decía ayer el cantaor sevillano, indiscutible referente actual del cante
flamenco más clásico y ortodoxo de la ciudad -"de lo poco que queda
absolutamente puro", dijo el director del ciclo, Manuel Herrera-, cuando este
último le pidió que explicara lo que ha preparado para su recital, en el que le
acompañará, a la guitarra, Pedro Sierra. Malagueñas, cantes de Levante, soleás,
alegrías y seguiriyas se escucharán seguro. Es todo lo que avanzó este cantaor
sevillano que se siente muchas veces, dijo, como "el último mohicano, sin que
haga nada del otro mundo" más allá de "llevar con gusto la bandera" de su
familia. "A lo mejor me he equivocado", añadió, "pero bueno, a mí es que lo
crematístico nunca me ha importado demasiado". Aunque sí mostró su extrañeza
ante el hecho de que tantos de sus alumnos, "60 o 70", calculó a bote pronto el
cantaor, "vivan del cante". "Mucha gente. Todos menos yo", se quejaba -aunque
entre risas- José de la Tomasa, profesor de cante en la Fundación Cristina
Heeren desde 1996.
Francisco Camero Sevilla | Actualizado 13.02.2014 - José de la Tomasa,
durante una actuación reciente.
Continua en el periodico
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Homenaje a José de la Tomasa |
Datos y poema de José María Ruiz Fuentes |
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |