EL PIYAYO
RAFAEL FLORES NIETO, cantaor gitano y guitarrista, más conocido en el mundo artístico con el nombre del EL PIYAYO, nació en Málaga, en el año de1864 y murió en Málaga en 1940. En su juventud estuvo en Cuba, al parecer durante la guerra, y posiblemente en prisión, según se desprende de las letras de algunos de sus cantes. Alternó su dedicación al flamenco con la venta ambulante de diversas mercancías.
la peña flamenca El Piyayo,
honra en su Rincón de la Victoria,
con el mayor recuerdo de la historia
a su hijo predilecto el Piyayo,
para que siempre este en gloria
por su gran arte al flamenco
quede para toda la afición
siempre en el mejor recuerdo.
Su nombre se hizo célebre a través del poema que le dedicó José Carlos de Luna, repetidamente publicado y declamado por numerosos rapsodas. Su biógrafo Eusebio Rioja, nos ofrece de él la siguiente semblanza: «Su aportación al patrimonio del flamenco fue tan acertada que nada más que por una creación se le recuerda a menudo por los aficionados. Se trata de unos tangos que se conocen con su nombre o con el de cantes de El Piyayo, por sus peculiaridades, que hacen a muchos desligarlos del género para otorgarle denominación propia. Si van a compás de tangos, la verdad es que sus tonos varían –la 7, mi 7, re en lugar de mí, la, sol, fa-y el ritmo se hace algo más lento. Pero lo particular es la melodía. Se aparta de las características de tangos para, sobre su base, apuntar ecos de guajiras, rumores caribeños y lograr, en definitiva, un estilo genuino, agradable y pegadizo. Y tanto o más que la melodía, lo son sus letras. Por su temática, con frecuencia las hay de motivos jocosos y divertidos, con alusión a situaciones carcelarias, de extrema pobreza, absurdas y ridículas. También las hay con lírica jaculatoria del terruño, las que aluden a las posesiones cubanas y al mundo de la picaresca que pululaba por el puerto y que debió frecuentar Rafael. En ellas se aprecia una fina capacidad de captación de ideas y situaciones, síntesis exquisita para encerrarlas en sus estrofas y un sentido poético de calidad. Pero como techo de originalidad, figuran sus composiciones en décimas. Es la única vez en todo el género flamenco que se utiliza esta métrica nada popular, distinta por completo a las habituales y que no sabemos de dónde las sacaría El Piyayo.
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No obstante, aun a pesar de su feliz obra, no habría trepado a la cima de la
fama, de no haber sido objeto del poema que con su nombre compuso José Carlos de
Luna. Otra creación con estrella. Lo malo es que El Piyayo no salió muy bien
parado de él. José Carlos de Luna se permitió una serie de licencias poéticas
tan amplias, que en realidad inventó un Piyayo que muy poco tenía que ver con
Rafael Flores. Así por ejemplo, sí era reseco y renegro pero no chicuelo,
disfrutaba de una talla más que mediana. Parece ser que jamás vivió en el
Altozano ni que tuviera bajo su custodia a ningún nietecillo. También creemos
falsa la imagen de borrachín con que nos lo pinta. Y sobre todo, ni era tomado
tan a chufla por la gente, ni su arte era tan extraño, ni pedía limosna por
tangos. Muy mal le cayó a Rafael esto último, Dicen que lo primero que
objetó es que el no pedía limosnas. Hacía pagar su arte, simplemente.
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No era, pues, una especie de
curioso tiritítero. Era sólo un cantaor profesional, con dejos profundos de
artista poco afortunado en cuanto a su trayectoria. Un personaje habitual en los
círculos flamencos de Málaga, entrañable, simpático y querido. En el rastro de
su personalidad, además de ser un solitario recalcitrante, surge siempre el
recuerdo de sus extraordinarios sentimientos. Alfredo Arrebola, comenta así su
figura y su arte: «Se ha dicho, entre algunos llamados flamencólogos, que el
cante del Piyayo no llegó a tener calidad cantaora, y menos jondura. Debería
analízarce detenidamente tal afirmación. Fue, al menos, un creador. Algo que
tanto falta en esta época pródiga de cantaores y no tanto de artistas. Nadie
podrá negar que su cante tenía la impronta personal, individual e inaudito. Él
creó un cante: el cante del Piyayo. Su cante no fue, como alguien lo ha
calificado, tangos del Piyayo, aunque así esté recogido en la discografía de sus
seguidores, Se trata, efectivamente, de un tango de estructura irregular, que
lleva, y nos recuerda a cada momento, los ecos de la carcelera y de la guajira.
Esta forma de cante la empleaba El Piyayo para cantar letras de carceleras como
también para los romances, aunque no perdiera nada de su esencia creadora ... Es
tradición oral- porque todavía hay testigos oculares- que El Piyayo fue un buen
cantaor de soleares y siguriyas. Y debemos pensar y admitir que estos cantes
tendrían un eco especial en la voz del gitanísimo Piyayo... El Piyayo fue una
verdadera y auténtica personalidad en el flamenco, pero da pena saber que los
malagueños no han conocido bien a este celebre gitano, que pasó la vida
cantando. El que los malagueños no hayan conocido bien al Piyayo es debido- sin
la menor duda- a la confusión de un poema que compuso José Carlos de Luna sobre
un gitano, pero de circunstancias totalmente distintas a las de El Piyayo. El
gitano que retrata
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NOTAS DE OTRAS FUENTES
Unos datos complementariosa sobre el autor y el personaje. Jose Carlos de Luna,
nacio en 1890 y murio en Málaga en 1965. Era un intelectual andaluz, muy
preocupado por los problemas de su tierra. Hay dos libros punteros en su extensa
producción: "GITANOS DE LA BETICA" y "DE CANTE CHICO Y CANTE GRANDE" ambos
llevan en sus páginas la Andalucia mas pura y el sentimiento mas grande. En
cuanto al Piyayo, Rafael Flores Nieto, nació en al Barrio del Perchel, cuna de
los andaluces malagueños puros y murió el 25 de novienbre de 1940, segun reza su
certificacdo de defunción
MUERE 1940
‘El Piyayo’ El 26 de noviembre fallece Rafael Flores Nieto, más conocido como
‘El Piyayo’. El certificado de defunción atribuye la muerte a una
arteriosclerosis, apuntando que tenía ochenta y cinco años, era soltero y de
profesión jornalero. Sin embargo, detrás de esa ficha quedaba una biografía
intensa y la creación de unos tangos muy personales conocidos como "Cantes de El
Piyayo". Sus letras, llenas de alusiones a la pobreza, la cárcel, el desastre de
Cuba y los sentimientos ridículos y desengañados, retratan su vida.
El Piyayo: Rafael Flores Nieto, “El Piyayo”, nació en Málaga en 1864 y murió
allí en 1940. Viajó a Cuba y allí le cogió la guerra, sufriendo un tiempo de
encarcelamiento. Conociendo los estilos básicos supo crear uno nuevo con aire
más pausado de tangos, mezclando ecos de la carcelera y de la guajira, que hacen
suponer el origen de su inspiración en sus vivencias allá en la isla antillana
de Cuba. Lástima que por error del poeta José Carlos de Luna, que le dedicó un
poema nada favorable a su verdadera personalidad, este excelente artista haya
quedado en la historia del flamenco como un gitanito pedigüeño que con su
guitarra bajo el brazo caminaba de feria en feria. Contra cualquier otra
apreciación, “El Piyayo” tuvo impronta personal y creó su propio estilo en
décimas, rompiendo moldes sin perder la gracia y arte flamenco
El Piyayo: Rafael Flores Nieto, “El Piyayo”, nació en Málaga, en 1864 donde
murió en 1940. Viajó a Cuba y allí le cogió la guerra, sufriendo un tiempo de
encarcelamiento. Conociendo los estilos básicos supo crear un nuevo estilo con
aire más pausado de “tangos”, mezclando ecos de la “carcelera” y de la
“guajira”, que hacen suponer el origen de su inspiración en sus vivencias allá
en la isla antillana de Cuba. Lástima que por error del poeta José Carlos de
Luna, quien le dedicó un poema nada favorable a su verdadera personalidad, éste
excelente artista haya quedado en la historia del flamenco como un gitanito
pedigüeño que con su guitarra bajo el brazo caminaba de feria en feria. Contra
cualquier otra apreciación, “El Piyayo” tuvo impronta personal y creó su propio
estilo en décimas, rompiendo moldes sin perder la gracia y arte flamenco.
COMENTARIOS
En la biografía de Rafael Flores Nieto "El Piyayo" se deslizan una serie de
errores que estimo debieran ser corregidos, Asiduo visitante de sus páginas y
admirador de su trabajo, pero al mismo tiempo estudioso de la figura del
artista, creo que debieran corregirse, en especial sobre la fecha de lsu muerte:
El Piyayo muere el 25 de noviembre de 1940, no en 1941, conforme figura en el
Certificado Oficial de Defunción. Independientemente de este error, la lectura
de la biografía presenta afirmaciones no probadas aunque repetidas infinitamente
en los textos que se refieren al Piyayo: Estuvo en Cuba? Se dice que alternaba
la venta de peines con el cante, pero no se aclara que eso sucedió solamente a
la salida de la cárcel en el año 1940 cuando no podía defenderse con su guitarro
invadido como estaba de la enfermedad que le llevó en cortos meses a la muerte.
El Rabúo, Jose Gavira Navarrete, no se correspondía con el poema de José Carlos
de Luna, el escritor tomó de aquí y de allá y creo un personaje que, según el
mismo confirmó, nada tenía que ver, o poco, con el que universalizó el rapsoda
malagueño José Gonzalez Marín. En el multi udinario homenaje que el Ayuntamiento
de Málaga y la Peña Juan Breva le dedicaron en l978 en el Polideportivo del
Campo de la Juventud, participaron, amén de los citados, infinidad de artistas
malagueños que sí conocían los cantes del Piyayo y "los hacían" y se debiera
hacerles justicia. También se echa de menos que no figure en el artículo, a
pesar de repetirse dos veces -" tangos irregulaes...", el nombre de José Luque
Navajas, autor de la denominación de "Cantes del Piyayo" como creación de
Rafael.
Miguel Ángel del Pozo
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Tangos de Málaga o del Piyayo |
Datos extraídos del Diccionario Flamenco de José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz Cinterco - 1985. poema y fotografías del arte de Vivir el flamenco |
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |