CHANO LOBATO
JUAN MIGUEL RAMÍREZ SARABIA, cantaor payo, más conocido en el mundo entero del cante flamenco con el nombre artístico de CHANO LOBATO, nació en Cádiz en el año 1927. En el típico barrio de Santa María, y allí creció y se codeo desde muy niño con toda la flor y nata de los mejores flamencos gaditanos. Chano Lobato ha sido para todos los aficionados el mejor cantaor para acompañar a bailar de la historia. Hoy se sigue hablando de Chano Lobato como del maestro de la gracia y del compás. Canta todos los estilos de su tierra gaditana, y todo muy bien, como la Solea, siguiriya, los martinetes, la farruca y el garrotín, los cantes de ida y vuelta, como todos los referentes a los de levante, como son las Malagueñas. Murió el domingo 5 de abril del año 2009 en Sevilla.
Cai
tacita de plata
te vio nace con orgullo,
para que brillo el sol
cuando te pones a cantar,
con gracia arte y compás,
que dios te otorgo
representación de tu cai,
para toda la eternidad.
No tiene antecedentes familiares en el flamenco, solo que en su barrio de Santa María se junto desde niño con toda la mejor gitanería flamenca de su tiempo. De niño bailaba, cuando tenía cinco o seis añitos. Y en los días de carnaval formaban como una compañía en que iban la Perla, los hermanos Jineto, Curro la Gamba, Rosario la de Ojitos, María la Ñaña, esos flamencos del barrio, se vestían y se iban por ahí, cantaban, bailaban y mangaban. Después vinieron las fiestas en las ventas, y Chano tuvo oportunidad de oír a los más grandes cantaores de aquel tiempo en Cádiz, entre quienes Aurelio Sellés era el patriarca. Pasó del baile al cante, primero para acompañar a los bailaores en lo que ha sido quizás el mejor de la historia y desde hace años ya en solitario. Acompañó durante dieciséis años al bailarín Antonio es significativo sobre su bondad para el baile. En 1986 mereció, en mérito a su trayectoria artística ejemplar, la III Distinción Compás del Cante.
Cádiz, puerto de su bahía, buque Sebastián el Cano
CHANO LOBATO
Sabio Y generoso
Chano Lobato tiene 69 años y padece diabetes, pero cuando está fresco es capaz
de hacer, él solo, hora y media del mejor espectáculo flamenco del mundo. Su
voz ladina, su humor astuto, sus tablas y su inteligencia enganchan. Es una
pequeña enciclopedia de letras y estilos, y no se sabe qué hace mejor, si
cantar puro y a compás, como aprendió de Ignacio Espeleta y Pericón o contar
los chistes más graciosos de Cádiz. Después de pasar 40 años junto a los mejores
bailaores (Antonio, Pilar López o Carmen Amaya), Chano decidió dar el salto
adelante. Desde entonces ha regalado las letras más bellas y el ritmo más
contagioso del flamenco actual. Es el último cantaor sabio, el depositario de
un arte de vivir y sentir el flamenco que posiblemente se irá con él. Pero un
momento: acaba de grabar su disco. Será el regalo del cantaor más listo y
generoso del mundo
texto Miguel Mora.
Suma Flamenca recuerda la relación de Chano
Lobato con Madrid
El festival madrileño acogerá una
exposición sobre el artista gaditano
La intensa y productiva relación entre el cantaor gaditano Juan Ramírez Sarabia
y la capital española no ha pasado desapercibida a la organización del festival
Suma Flamenca que acoge en su programa de este año la exposición de fotografías
de Paco Manzano 25 años de Chano Lobato en Madrid. "Chano es un personaje
singular. Una leyenda viva que funciona de bisagra entre el flamenco más antiguo
y el actual. Sobre todo, representa la historia del flamenco a través de esas
anécdotas que cuenta de forma tan divertida y exagerada aunque tienen su fondo
de verdad". Lo dice el artífice de la muestra que no faltará hoy al Complejo El
Águila de la Comunidad de Madrid, donde se presentan las actividades de la
tercera edición del festival flamenco. Eso sí, habrá que esperar algo más para
pasear entre la treintena de fotografías que recogen la trayectoria del cantaor
en Madrid. "Los trabajos estarán expuestos en el Teatro Albéniz entre el 22 y el
31 de mayo", acierta Manzano, que ha buceado entre su inmenso archivo
fotográfico para rescatar instantáneas del artista "desde el año 1984", informa.
"Hay fotografías muy interesantes como aquella que recoge su participación en la
Cumbre Flamenca de 1984 con otros artistas tan grandes como De la Tomasa o
Fernanda de Utrera, o en los Lunes Flamencos de la sala Revólver, o en los
festivales flamencos de Caja Madrid", enumera el fotógrafo que destaca, también,
otras obras como "una que está con Compay Segundo en el colegio médico, tres o
cuatro que hay de los festivales A Corazón Abierto en las que aparece Chano con
Carmen Linares o cantándole a Sara Baras y la más reciente, que es de diciembre
de 2007, donde aparece recogiendo el Premio Angelillo que se le otorgó en el
festival de Vallecas". Paco Manzano no cree que el octogenario artista se
acerque durante la jornada de hoy a Madrid para la pre-presentación de la
muestra. "Yo estuve con él hace un par de días porque vino a Fuenlabrada pero no
creo que venga mañana (por hoy). Estará cuando inauguremos", espera el autor de
la muestra Caballeros flamencos, donde también aparece Chano de Cádiz. "Estaría
muy bien que, tras las fechas en el Suma, podamos girar la exposición por otros
lugares de España pues, como bien sabéis allí en Cádiz, Chano es muy querido en
todas partes", argumenta el artista manchego al que también le gustaría traer la
exposición a Cádiz. Por lo pronto, el festival organizado por la Consejería de
Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid acoge de buena gana la muestra,
además de a un buen puñado de artistas de la provincia gaditana que actuarán
dentro de un programa que se desarrollará del 17 de mayo al 15 de junio. Así, el
27 de mayo el propio Chano Lobato acudirá al Teatro Albéniz para coprotagonizar
La Noche de Chano con Son, junto con el grupo Son de la Frontera. Unos días
antes, el 23 de mayo, será otro bastión del cante de Cádiz, Felipe Scapachini,
quien ponga su sello en la 25 Semana Flamenca de Alcobendas -integrada en el
Suma Flamenca 2008- en un recital con la cantaora Carmen Linares. El jerezano
Gerardo Núñez también actuará en el festival. Y por partida doble. Así, el 28 de
mayo desatará toda la magia de su guitarra para el Teatro Albéniz durante un
homenaje al histórico Agustín Castellón, Sabicas, mientras que el 14 de junio
actuará en el Auditorio Padre Soler de Leganes. Otro artista de Jerez, Fernando
Terremoto, participará en el Suma 2008 dentro del espectáculo Goyesca, donde la
obra de Francisco de Goya vale de inspiración para contar los inicios del
flamenco. Ya en junio, el día 12, la cantaora gaditana Ana Salazar tornará
flamencas las canciones de Edith Piaf en el Círculo de Bellas Artes durante una
jornada titulada Francia Flamenca. El espacio La Música de los Espejos -donde
conviven cante y poesía- también tendrá su cuota gaditana con la intervención
del poeta roteño Felipe Benítez Reyes, el próximo 3 de junio, con el cantaor
Arcángel. Al igual que Nocturnos Flamencos, con los jerezanos Juan Moneo El
Torta (28 de mayo) y Fernando de la Morena (11 de junio). El ciclo de
proyecciones Fotogramas Flamencos también recordará a figuras gaditanas con el
visionado de 35 años de Rito y Geografía del Cante: De Juan Talega a Camarón y
de la cinta La leyenda del tiempo, de Isaki Lacuesta.
Tamara García / Cádiz | Actualizado 09.04.2008
Chano Lobato se recupera del coma provocado por
una subida de tensión
El cantaor fue trasladado a planta tras
su ingreso en la UCI del Virgen del Rocío
"Ya está mejorcito, gracias a Dios", Charo Ramírez, daba un mensaje
tranquilizador al otro lado del teléfono. La hermana del cantaor Juan Ramírez
Sarabia, Chano Lobato, informaba del estado de salud del gaditano que el pasado
domingo ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital sevillano
Virgen del Rocío tras caer en estado de coma por una subida de tensión. "Ya ha
sido trasladado a planta y parece que ya ha salido de lo peor", relataba Charo
que explicó que "tal y como le ocurrió en Cádiz durante la visita de la Reina
Sofía -hace algo menos de dos años -" el octogenario artista "comenzó a sentirse
mal la tarde del domingo y tuvo una subida de tensión provocada por una
complicación de la diabetes que padece", dijo. El cantaor continúa
hospitalizado pero su estado "va mejorando", informaba y anhelaba Charo Ramírez
la tarde de ayer desde su domicilio de Cádiz. Una vez más, el cariño rodea a
Chano Lobato en estos momentos. Cariño que también viene de la afición, así el
próximo 12 de julio la Noche Flamenca de Zambra estará dedicada a su cante.
T. García / Cádiz | Actualizado 26.06.2008
Chano
Lobato supera el coma y recibe el alta
hospitalaria
El artista fue ingresado el día 22
debido a una grave subida de tensión y azúcar
Juan Miguel Ramírez Sanabria, conocido en el mundo del flamenco como Chano
Lobato y nacido en Cádiz en 1927, ha recibido ya el alta por parte de los
servicios médicos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, después de que el
veterano cantaor ingresara en el centro por una subida de tensión y azúcar que
le atacó al cerebro. Según fuentes del centro médico, los galenos acordaron la
salida del Virgen del Rocío de Lobato la tarde del pasado viernes, cinco días
después de su ingreso. Lobato ya había experimentado en los últimos días una
mejora en su estado de salud, pues a su entrada en nuevo estado de consciencia
tras el coma sufrido como consecuencia del ataque se levantó de la cama de su
habitación y permaneció sentado en un sillón de la misma. El pasado día 22, el
artista, de 81 años, cayó en coma a consecuencia de una subida de tensión y
azúcar, extremo por el que fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos
(UCI) del hospital Virgen del Rocío.
S. C. / Sevilla | Actualizado 30.06.2008
Muere
Chano Lobato, se va la sal del cante
Ayer, precisamente un Domingo de Ramos, después de 81 años poniéndole soniquete
a una vida demasiado intrincada, Chano Lobato perdió el compás. Ha muerto Juan
Ramírez Sarabia, el cantaor que logró conquistar el imperio de las figuras
llegando desde atrás. Se va la sal del cante, un artista que se formó en la
Universidad del embuste de Cádiz y que ha llegado a lo más alto a costa de no
olvidar jamás que partió de lo más bajo. Chano Lobato, el ganapán más colosal
que haya dado jamás la historia jonda, dio ayer su último jipío en Sevilla, su
tierra de acogida, después de luchar sin consuelo contra un ictus que lo había
abocado incluso al coma. Ayer se fue la última voz del flamenco pícaro gaditano.
Murió la memoria de su tocayo Pericón. Y la de Ignacio Ezpeleta, aquel gitano al
que Chano invocaba siempre para desvelar a los aficionados que el «tiritrán» del
cante por alegrías nació por culpa de una borrachera suya. Y ha muerto también
la memoria del Cojo Peroche, del Beni, de Amós Rodríguez Rey, de Manolo Vargas,
de Curro la Gamba, de Antonia la Perla y de Aurelio Sellés, con quien Chano hizo
sus primeros cantes en la Venta La Palma cuando paraban por allí Servando Roa y
Antonio el Herrero. Juan Ramírez Sarabia, que nació en la cuesta de la
Jabonería del flamenquísimo barrio gaditano de Santa María —donde hoy tiene una
calle—, vino al mundo en el año 1927. Se crió entre los estragos de la «jambre»
y ha muerto contando hasta su último día en el escenario su eterno deseo de
ganar una lotería que lo retirara del cante. Pero el cante ha hecho todo lo
posible por contar con su maestría el máximo tiempo posible. Más de sesenta años
de profesional dan para mucho. Pero Chano siempre hablaba de sus inicios. De
cuando a principios de los cincuenta entró a cantar en el ballet de Alejandro
Vega, con el que trabajó durante varios años. Y de cuando estuvo en el Pasaje de
El Duque de Sevilla, en 1952, cantándole a cualquier bailaor que se presentara
por allí. Y de cuando ganó el Concurso de Cantes por Alegrías de Cádiz en el 53.
A Chano se le iba la vida por la boca cuando recordaba su etapa en el tablao
madrileño El Duende con Pastora Imperio y Gitanillo de Triana, porque allí fue
donde conoció a La Chana, su esposa, y a Matilde Coral, su más importante
compañera de viaje por los mundos del flamenco. Y porque de allí pasó al Arco de
Cuchilleros y al Ballet de Antonio Ruiz Soler, con quien estuvo 20 años
recorriendo el mundo. Contaba Chano, con su particular chispa, que de Antonio
aprendió lo más importante, a saber equivocarse: «Él se desparramaba con el pie
derecho y justo después hacía el mismo desparrame con el izquierdo, y a la gente
se creía que aquello era un paso nuevo». En aquellas dos décadas de gira, el
gaditano intercambió su cante con el Sernita de Jerez. Y después le puso voz al
baile de la también fallecida Manuela Vargas, que se fue no hace tanto tiempo.
Hasta que lo llamó Matilde Coral. a finales de los sesenta, para hacerlo fijo en
su atrás. Ahí comenzó su esplendor. Cádiz estaba siempre a sus espaldas, como si
de un caracol se tratase, pero para entonces ya estaba el maestro viviendo en
las llamadas Casas Baratas de Heliópolis. Y hasta su casa de la calle Ánade
llevó el trofeo del premio Enrique El Mellizo que obtuvo en el Concurso Nacional
de Córdoba en 1974. Y el Compás del Cante, la Medalla de Plata de Andalucía y el
Premio Niña de los Peines que le entregó la Junta de Andalucía. Desde allí
pergeñó también el gaditano sus discos más relevantes, aquellos en los que metía
a tiempo de bulerías los tangos argentinos y los sones cubanos. Allí plantó
Chano las olas de su Caleta para seguir cantando por alegrías como nadie. Allí
se desveló por su hijo cuando la enfermedad vino a buscarlo. Y allí, junto a su
Rosario de sus entrañas, sufrió en silencio los azotes de su diabetes mientras
seguía lanzándose a las carreteras para cantar en cuantos festivales lo
reclamaban. Siempre decía que ya no quedaban de su quinta más que el Chato de la
Isla, que también falleció hace ya más de dos años, y Curro de Utrera, «que
tiene la cabeza como un polvorón». En efecto, Juan Ramírez Sarabia era el decano
de los cantaores, la última secuela de una época crucial para la historia de
este arte, la de aquellos que siendo estrellas de la música en medio mundo se
veían embujados a vivir como buscapanes en su terreno. Con Chano se va un genio
del cante a compás y un tiempo, una escuela, una estética flamenca. Cuando sus
restos reciban hoy sepultura en el cementerio de San Fernando en Sevilla, el
arte cabal cerrará el que tal vez es el capítulo más importante de su historia.
Chano, a quien tanto le fascinaban las películas americanas, pone fin a una
época de cine para el arte que heredó de Telethusa, la puella de su Cádiz.
ALBERTO GARCÍA RERES. SEVILLA Publicado Lunes, 06-04-09. Foto, Chano Lobato,
adiós a un gran artista flamenco. ABC
Se agotó el compás
Chano Lobato, maestro de los llamados
cantes de Cádiz, falleció anoche en su casa de Sevilla · La capilla ardiente
está instalada en el tanatorio de la SE-·30
Juan Ramírez Sarabia, conocido artísticamente como Chano Lobato, falleció
anoche en su casa de la calle del Ganso de Sevilla. Maestro del compás, era el
mejor intérprete vivo de los cantes de Cádiz y es que no en vano nació en 1927
en el barrio de Santa María, una de las mecas flamencas de Andalucía, junto a
Santiago y San Miguel en Jerez, la Alameda en Sevilla, Alcalá y Lebrija. Su
esposa, la bailaora Rosario Peña, confirmó anoche su muerte, al igual que su
amiga Matilde Coral, con quien en los últimos tiempos compartió programa en
Canal Sur Radio. La capilla ardiente del cantaor gaditano quedará instalada en
el tanatorio de la SE-30. Chano Lobato padecía desde hace años problemas de
salud debido a su diabetes, lo que no le impidió seguir cantando, y bastante
bien, pero desde hace dos meses estaba encamado y el pasado fin de semana ya
entró en un estado de inconsciencia. Antonio Benítez, que lo representó en sus
últimos años, lamentó su pérdida y resaltó su importancia como memoria de Cádiz.
Y es que con Chano Lobato muere el mejor cantaor vivo de los cantes de esta
ciudad, aquellos mismos que se forjaron en su barrio y que consolidaría Enrique
El Mellizo entre finales del siglo XIX y principios del XX. Chano Lobato no
conoció al autor de la célebre malagueña ni pudo oírlo porque no dejó grabación
alguna, pero sí aprendió de uno de sus herederos, Aurelio Sellés, maestro de
alegrías, cantiñas, bulerías de Cádiz y gran seguiriyero. Chano aprendió a
cantar en la Tienda del Matadero, donde solían actuar nombres míticos de Cádiz,
caso de José El Morcilla, nieto de El Mellizo; Tía Luisa, la Butrón; Ignacio
Espeleta, y el padre de Caracol, conocido como Caracol el del Bulto. Cuando a
los 15 años fallece su padre en un accidente de automóvil en Vejer, Chano Lobato
se busca la vida cantando en los colmados de su ciudad y frecuenta la Venta de
la Palma. Aquellos años fueron, sin duda, los peores: se ganaba poco, y muchas
veces no se pagaba. Fue cuatro años después cuando tuvo su primera oportunidad:
marchó a Madrid con la compañía de Pepe Blanco y Carmen Morrell, pero con los
años regresó a Cádiz y estuvo trabajando en la Fábrica de Tabacos. En más de una
ocasión había comentado que fue su esposa Rosario quien le salvó entonces la
vida, ya que lo sacó de los ambientes nocturnos y flamencos de Cádiz, del mucho
beber y poco comer, de juergas y bailes, y se lo llevó a Sevilla. En la capital
hispalense fue contratado por Rafael El Negro en el Patio Andaluz, antiguo
Pasaje del Duque. Fue durante estos años cuando se formó el Chano cantaor de
atrás, un especialista en cantar para el baile, un espacio muy poco lucido, pero
sin duda la mejor escuela para manejar el compás. En Madrid actuó en El Duende y
Arcos de Chuchilleros, pero pronto se enroló en la compañía de Antonio el
Bailarín, con quien estuvo 20 años recorriendo buena parte del mundo.
Posteriormente, cantaría para Matilde Coral No fue hasta 1974 cuando Chano
Lobato obtuvo un reconocimiento como cantaor solitario. Fue en Córdoba, ciudad
que le otorgó el premio Enrique el Mellizo. A partir de entonces comenzó lo más
puro de su carrera artística. Manejó todos los tipos de cantes, y comenzaron a
llegarle los reconocimientos. En 1986 recibió la Insignia de Oro de Morón de la
Frontera; en 1996, la Medalla de Andalucía, y tres años más tarde, la de la
Provincia de Cádiz. Entre sus discos más destacados, se encuentran Nuez Moscada
y Azúcar Cande, que son los más personales. Hace diez años, se reeditó un
conjunto de grabaciones en un álbum doble. Los periodistas Juan Manuel Marqués y
Juan José Téllez escribieron su biografía, titulada Memorias de Cádiz.
Muere a los 82 años el cantaor gaditano Chano
Lobato
El artista recibió9 la Medalla de Plata
de Andalucía, por toda una vida dedicada al Arte Flamenco, y el Premio Lucas
López de la Peña Flamenca El Taranto de Almería
El cantaor gaditano Juan Ramírez Sarabia, más conocido como Chano Lobato,
falleció en la noche de ayer en Sevilla tras una larga enfermedad.
Posteriormente, ya de madrugada, su cuerpo fue trasladado al Tanatorio de la
SE-30 de la capital hispalense, según fuentes cercanas al artista. Chano Lobato
nació en Cádiz, en el popular barrio de Santa María, el mismo año que en Sevilla
se reunían los poetas que han hecho famoso el número 27. Gaditano y flamenco
desde la cuna, se inició visitando los tablaos de su ciudad natal,
principalmente en la Venta La Palma, junto a Aurelio Sellé, Servando Roa y
Antonio El Herrero. Más tarde, se trasladó a Madrid para cantar en reuniones,
fiestas y tablaos flamencos para luego entrar a formar parte del ballet de
Alejandro Vega, experiencia que duró varios años. Su trayectoria artística
prosiguió en el Pasaje de El Duque de Sevilla, en 1952, siempre cantando para
bailaores. Al año siguiente fue premiado en el gaditano concurso por alegrías.
Regreso a Madrid
Regresó a los tablaos madrileños, y posteriormente actuó en París, Roma y
Londres participando en el espectáculo de Manuela Vargas. A continuación, estuvo
casi 20 años en el Ballet de Antonio y actuando por los cinco continentes junto
a Manuel Morao, El Serna y otros destacados artistas. De nuevo en Sevilla, fue
elegido para participar en el espectáculo de la bailaora Matilde Coral. En 1974
obtuvo el premio Enrique El Mellizo en el Concurso Nacional de Córdoba, lo que
le supuso el reconocimiento de todo el estamento flamenco. También participó con
gran éxito en la Cumbre Flamenca de Madrid. Ha recibido la Medalla de Plata de
Andalucía, por toda una vida dedicada al Arte Flamenco, y también posee el
Premio Lucas López de la Peña Flamenca El Taranto de Almería.
06.04.09 - 11:15 - AGENCIAS | MADRID. El cantaor gaditano Juan Ramírez
Sarabia, más conocido como Chano Lobato, en una imagen de archivo.
"Ya está donde él quería"
La familia de Chano Lobato arroja una
parte de las cenizas del cantaor en la playa de Santa María del Mar tras
celebrar en el barrio una misa en su memoria
El mar de Cádiz acogió ayer las cenizas de uno de sus hijos más predilectos:
Chano Lobato. A las ocho y media de la tarde, con el sol perdiendo fuelle y
camino de su escondite caletero, dos sobrinos del cantaor las arrojaron al
Atlántico desde uno de los espigones de la playa de Santa María del Mar,
mientras otros familiares observaban la escena con atención desde el Paseo
Marítimo. "Ya está donde él quería", resumió acertadamente uno de sus sobrinos.
La familia acababa de celebrar en la iglesia de La Merced, en el barrio de Santa
María, una misa en memoria del cantaor gaditano, fallecido en Sevilla el pasado
Domingo de Ramos. Y después se dirigió a la playa, cerca del lugar donde el niño
Chano gustaba de acudir casi a hurtadillas de su madre y de sus hermanas.
Victoria Ramírez y Antonio Prieto, sobrinos del artista, bajaron con la urna en
sus brazos y acompañados de Félix Rodríguez, flamencólogo y compadre de Chano
Lobato, y José Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos Las Tres
Torres. Anduvieron hasta el primer espigón de la playa, el situado más cerca de
la plaza Asdrúbal, y desde las rocas, al resguardo del levante, gaditanísimo
testigo del acto, arrojaron sus cenizas. Arriba, en el borde del Paseo Marítimo,
se encontraban su hijo, Chano Ramírez, Chanito; las hermanas del cantaor -Charo,
Manuela y Juani-, su prima Luisa la de Enrique y un numeroso grupo de
familiares, fundamentalmente sobrinos y sobrinas acompañados de sus propios
hijos, que correteaban por el lugar ajenos por lógica a todo lo que con aquel
sencillo y emotivo acto rememoraban sus mayores. Cádiz y Sevilla fueron los
lugares elegidos por el propio Chano Lobato en vida para que fueran esparcidas
sus cenizas. Primero, su ciudad natal, como explicaba su hijo Chanito: "Todavía
no lo hemos hecho en Sevilla porque nos parecía que lo lógico era hacerlo
primero en Cádiz, en su tierra. Y aquí estamos", decía Chanito mientras
recordaba la imposibilidad de que su madre estuviera presente en el acto: "Mi
madre no puede venir". Después, aún sin fecha, vendrá Sevilla, en algún lugar
tampoco determinado todavía con exactitud del barrio de Triana. La voluntad del
cantaor quedará cumplida cuando sus cenizas se repartan también por tierra
sevillana. Pero todavía quedará una tercera parte de las cenizas, como señalaba
ayer Chanito Ramírez. Una tercera urna será depositada también en el monumento
al cantaor que se inaugurará el próximo día 15 de mayo en el plaza de la Merced,
una obra que está siendo acabada estos días por el escultor chiclanero José
Antonio Barberá en su taller. Fotografías y periódicos con las noticias de la
muerte del cantaor también se guardarán allí. Será una semana intensa en el
barrio que vio nacer al artista, como intensa fue la tarde de ayer en las aguas
en las que tanto se bañó el niño Chano.
J. A. López/T. García / Cádiz | Actualizado 24.04.2009
Puerto
Lumbreras dedicará una calle al cantaor gaditano Chano Lobato
La localidad murciana
quiere recordar la vinculación con el artista fallecido
El Ayuntamiento de Puerto Lumbreras realizará un homenaje al cantaor gaditano,
recientemente fallecido, Juan Ramírez Sarabia, conocido como Chano Lobato, a
través de la dedicación de una de las calles del municipio. Así lo aprobó el
último pleno, en la propuesta que recoge la dedicación de una de la calles al
artista gaditano que colaboró con Puerto Lumbreras a través de sus actuaciones
en festivales flamencos durante varios años. El alcalde lumbrerense, Pedro
Antonio Sánchez, destacó que el municipio "brindará un homenaje a Chano Lobato
como reconocimiento a su trayectoria profesional y por su estrecha vinculación
con la localidad". El cantaor participó en muchas ocasiones en el Encuentro de
Saetas incluido en la Semana Santa lumbrerense, y en el festival de Flamenco que
se desarrolla durante el mes de julio en el Castillo Nogalte. Además de la
vinculación profesional, Chano demostró en todas sus visitas a Puerto Lumbreras
un "gran afecto y simpatía", y colaboró con asociaciones locales como Riá Pitá,
que potencia el baile flamenco, o con las Cofradías de Semana Santa. Sánchez
resaltó que "la calle servirá para recordar a un cantaor que ha marcado el mundo
del flamenco a través de una voz y un cante privilegiado, y que será recordado
como maestro de maestros y embajador de Santa María, su barrio gaditano".
Europa Press / Puerto Lumbreras | Actualizado 31.05.2009. Foto de Chano
Lobato.
Chano Lobato tendrá una plaza en
su barrio de Sevilla
El Ayuntamiento hispalense aprobó ayer recordar
así al cantaor gaditano, que contará con su rincón en Heliópolis
El
Pleno ordinario del Ayuntamiento de Sevilla aprobó ayer por
unanimidad dedicar al cantaor gaditano Juan Ramírez Sarabia, más
conocido como Chano Lobato y fallecido en abril de 2009 tras una
larga enfermedad, el nombre de una placita situada en la
barriada de Heliópolis donde el artista vivió durante más de
cincuenta años. En la propuesta de aprobación, incluida en el
apartado de Innovación Tecnológica, de nominaciones para
diversas vías en los distritos Cerro-Amate y Bellavista-La
Palmera, la edil delegada de este último distrito, Josefa
Medrano (IU), recordó que en febrero de 2009, aún en vida de
Lobato, se recibió la propuesta de la asociación de vecinos
'Siete Calles' de la barriada para rotular con este nombre una
plaza situada en la trasera de la avenida de Reina Mercedes y
anexa al domicilio del cantaor, en el número 10 de la calle
Ganso. Tras la aprobación en la Junta Municipal del Distrito
-los vecinos estuvieron presentes en la sesión plenaria y
aplaudieron el resultado de la votación-, el Pleno dio hoy su
visto bueno a esta modificación en el nomenclátor, que Medrano
indicó va dedicada a "un muy buen cantante y muy buena persona".
Chano Lobato nació en Cádiz, en el popular barrio de Santa
María, el mismo año que en Sevilla se reunían los poetas de la
Generación del 27. Gaditano y flamenco desde la cuna, se inició
visitando los tablaos de su ciudad natal, principalmente en la
Venta La Palma, junto a Aurelio Sellé, Servando Roa y Antonio El
Herrero. Más tarde, se trasladó a Madrid para cantar en
reuniones, fiestas y tablaos flamencos para luego entrar a
formar parte del ballet de Alejandro Vega, experiencia que duró
varios años. Su trayectoria artística prosiguió en el Pasaje de
El Duque de Sevilla, en 1952, siempre cantando para bailaores.
Al año siguiente fue premiado en el gaditano Concurso por
Alegrías. Regresó a los tablaos madrileños, y posteriormente
actuó en París, Roma y Londres participando en el espectáculo de
Manuela Vargas. A continuación, permaneció durante casi veinte
años en el Ballet de Antonio y actuó por los cinco continentes
junto a Manuel Morao, El Serna y otros destacados artistas. De
nuevo en Sevilla, fue elegido para participar en el espectáculo
de la bailaora Matilde Coral. En 1974 obtuvo el premio Enrique
El Mellizo en el Concurso Nacional de Córdoba, lo que le supuso
el reconocimiento de todo el estamento flamenco. También
participó con gran éxito en la Cumbre Flamenca de Madrid. Chano
Lobato recibió también Medalla de Plata de Andalucía, por toda
una vida dedicada al Arte Flamenco, así como el Premio Lucas
López de la Peña Flamenca El Taranto de Almería.
Europa Press/ Sevilla | Actualizado 17.07.2010 - Chano
Lobato
La Fundación Chano Lobato echa a rodar con sus primeros
proyectos
Entre las iniciativas planteadas figuran un taller en la escuela
y un centro documental
La
Fundación Chano Lobato comienza a dar sus primeros pasos. Una
vez acordada la forma de salvar los dos últimos trámites
burocráticos de cara a su inscripción en el registro de la Junta
de Andalucía que le refrenda ya legalmente como fundación, ayer
se reunieron los patronos de la institución para establecer los
primeros pasos y líneas de actuación. Según informó ayer el
concejal de Cultura, Antonio Castillo, al finalizar esta primera
reunión entre los representantes de la fundación, el objetivo
principal de la institución es "apoyar a los jóvenes flamencos y
difundir el nombre de Chano Lobato a través de muchas de las
actividades que realicemos desde el Centro de la Merced". Otra
de las iniciativas más interesantes que se pretenden preparar de
cara al mes de febrero es la puesta en marcha de un taller
puente, "de cara a la incorporación de la materia de flamenco en
la escuela, una vez que se ha declarado Patrimonio Inmaterial de
la Humanidad". Con esta medida, añade Castillo, se pretende
potenciar la formación del alumno de una forma más profunda y
enraizada. También está previsto otorgar el nombre de Chano
Lobato a una de las aulas del Centro de la Merced, que es además
la sede oficial de la Fundación. Los distintos patronos,
representantes tanto de la Fundación Municipal de Cultura, de la
Asociación de Vecinos Las Tres Torres de Santa María, del Centro
Cultural Chano Lobato, familiares y la Cátedra de Flamencología,
acordaron además hacer un llamamiento a los ciudadanos que
puedan aportar cualquier documento escrito o musical de Chano
Lobato, "puesto que queremos montar un centro de documentación
digital".
V. León / Cádiz | Actualizado 29.06.2011 - Chano Lobato en
una de sus actuaciones.
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Autor: José María Ruiz Fuentes |
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |