IZARO

IZARO ANDRÉS ZELAIETA cantante y compositora vasca, más conocida en la historia del arte de la buena música con su propio nombre artístico de  IZARO, nació en Mallabia, Bizkaia, el día 31 de diciembre del año de 1993, y residente en Donostia, que advertía de que la esperanza debe salir adelante incluso cuando esta se vea en peligro y se tambalee. Como sucede en estos momentos.

Izaro, que debutó con el disco Om en 2017, cantando en euskera, inglés y castellano, se ha ido convirtiendo en la promesa consolidada de una suerte de joven cantautora que usa los mimbres del pop, la bossa, los ritmos latinos o el country, como los idiomas, según lo requieran las canciones. Y su papel estelar en la escena euskaldun, que se vio asentado al año siguiente con su segundo disco, Eason, se ha propulsado en los últimos meses a todo el Estado con la edición de su último trabajo, Limones en invierno, en el que ha contado con el apoyo de Xoel López (Deluxe), un álbum que incluye canciones como Libre, que llegó al nº 2 de las lista de ventas y cuya gira se ha visto paralizada debido al confinamiento.

Izaro incluyó en su segundo disco una canción titulada La felicidad, que nos anima en estos días con su ritmo bailable, rumbero, latino y pop, con sección de metales incluida y unas armonías y un estribillo pegadizos. Del disco, Izaro comentaba que "es más consciente que el primero en muchos sentidos: sabía qué quería que sucediese, sabía con quién, cómo, qué dirección tomar y sabía para qué".

La joven cantante, que calificó Eason como un reencuentro consigo misma, defiende que el ser humano se muere por lograr la felicidad. Ella la asocia a la alegría, al baile, a la fiesta y al compartir con amigos, como demuestra en el vídeo, grabado en un paraje natural, en un baserri, en Bedia. Compositora, romántica y soñadora. De sueño ligero, pero dormilona. Alguien que tiene muy claro qué no quiere ser, pero no tanto qué sí quiere.

Comenzó sus estudios de Física, pero no le convencieron y acabó escribiendo una novela que jamás publicará en las horas de clase. Después se mudó a Donostia a estudiar Comunicación. A una compañera de clase le tocó una guitarra en una tómbola, se la prestó a ella y empezó a tocar la guitarra, y a componer.  Estuvo un tiempo dando conciertos acústicos por aquí y por allí. Al poco tiempo se fue a acabar sus estudios a California, los meses que estuvo allí le confirmaron que quería vivir haciendo música. Cuando volvió, grabó su primer disco rodeándose por una banda por primera vez