PERET
PERE PUBILL CALAF, cantaor gitano, de canciones y de la Rumba catalana, más conocido mundialmente con el nombre artístico de PERET, nació en Mataró (Barcelona) el día 26 de marzo del año de 1935, y murió en Barcelona el día 27 de agosto de 2014. Su padre se ganaba la vida como vendedor ambulante de telas y Peret de pequeño le acompañaba en sus desplazamientos comerciales por Cataluña y Baleares, por lo que fue poco a la escuela. Parece ser que aprendió a leer de forma autodidacta fijándose en los carteles publicitarios. Aficionado desde niño a la guitarra y al cante gitano, a los doce años formó un dúo con una prima suya. Se llamaban Los Hermanos Montenegro. Debutaron en el teatro Tívoli de Barcelona, en un festival infantil.
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En
1947, de manera casual, grabó un disco que pasó desapercibido
por el mercado, así que sobrevivía como vendedor ambulante.
Incluso viajó a Argentina, pero no para cantar, sino para
negociar con sábanas. Ocasionalmente actuaba en locales de la
costa catalana. Poco a poco, su nombre se fue conociendo en
Barcelona. Así, grabó un par de discos que sonaron bastante en
las emisoras de la zona. Al poco se casó con Fuensanta, Santa,
una gitana de la familia a la que años más tarde dedicaría una
de sus más populares canciones: "Mi Santa". A mediados de los 60
dio el salto a Madrid, cuando fue contratado por El Duende, un
tablao flamenco perteneciente a Pastora Imperio y Gitanillo de
Triana, y ahí se inició su escalada. Algunas de sus
interpretaciones, como "El muerto vivo" del colombiano Guillermo
González Arenas, empezaron a tener mucho éxito entre gentes de
diversa extracción social. Y en este momento ocurrió un fenómeno
muy significativo que Manuel Román describió así en su libro
Memoria de la copla: "En las discotecas de moda, donde se
programa música anglosajona y de los conjuntos españoles de la
época, como Los Bravos y otros del género pop, hay de pronto un
cambio brusco, pasada la medianoche, que el pinchadiscos de
turno aprovecha para que suenen las rumbas de Peret".
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En
1967 grabó "Una lágrima", versión rumbera de un vals del maestro
Monreal, que tuvo un éxito fulgurante, convirtiéndose en una de
las canciones del verano de 1968. En esta época la música de
Peret potente y vertiginosa, con influencias del mambo y del
rock and roll sonaba constantemente en emisoras de radio,
máquinas de discos, tabernas, casinos, discotecas, guateques,
fiestas mayores...En los años posteriores, todas las orquestas
incorporan a su repertorio temas como "El gitano Antón", "Don
Toribio Carambola", "Saboreando", "¡Lo mato!", "Si fulano fuese
mengano", "Chaví", "Canta y sé feliz" (con la que participó en
el Festival de la Canción de Eurovisión 1974), "Qué cosas tiene
el amor", "A mí las mujeres ni fu ni fa", "Castigadora", "Tracatrá"...Muchos
de sus grandes éxitos son derivados de un estilo del son cubano
denominado guaracha que influyó en gran medida en la rumba
catalana. Ejemplo de esto es la guaracha "Lo mato", del cubano "Ñico
Saquito". Peret cuenta que cuando era joven iba a la sala de
fiestas Rialto, a bailar los mambos de Pérez Prado, vestido de
rockero: para él, la mezcla de música cubana y de rock es
fundamental en la creación de la rumba catalana.
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El
bombazo internacional lo dio con "Borriquito" en 1971, con letra
y música del propio cantante, que coincidió con el boom del
turismo en España, lo que contribuyó a que la canción se
popularizara en todo el mundo y en especial Holanda (7 semanas
Nº1),y Alemania (dos semanas Nº1). En 1982, de forma imprevista,
Pere Pubill abandonó radicalmente su actividad artística e
ingresa en la sección barcelonesa de la Iglesia Evangélica de
Filadelfia. Durante nueve años ejerció labores religiosas con
dedicación exclusiva. Posteriormente, sin dejar su creencia
religiosa, cesó en la actividad pastoral y montó una productora
discográfica. Desde entonces, reaparece en los escenarios de
forma esporádica. En 1992 participó en la ceremonia de clausura
de los Juegos Olímpicos de Barcelona, junto a Los Manolos, Los
Amaya y otros exponentes de la rumba catalana. En ella
interpretando la canción "Gitana hechicera", dedicada a la
ciudad de Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos y que fue
uno de los éxitos de ese verano.
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En 1998 fue galardonado
con la Cruz de Sant Jordi. En 2000 graba un nuevo disco Peret:
Rey de la rumba, al lado de solistas y grupos de pop como Jarabe
de Palo, Carlos Jean, Jabier Muguruza y David Byrne (de Talking
Heads). En 2006 participa en el disco homenaje a Joan Manuel
Serrat, de título Per al meu amic Serrat (Discmedi, 2006), en el
que interpreta el tema a ritmo de rumba "Me´n vaig a peu". En
2007 presenta un nuevo disco con canciones inéditas, de título
Que levante el dedo y prepara el libro La Biblia de la Rumba de
próxima edición. También en 2007, Joan Manuel Serrat y Joaquín
Sabina homenajean a Peret incorporando al repertorio de su gira
conjunta Dos pájaros de un tiro el tema El muerto vivo. En el
primer concierto de Barcelona en el Palau Sant Jordi, Peret
acompaña en el escenario a los dos cantautores. Peret participa
en el disco colectivo de La Marató de TV3 en su edición de 2007
con una versión en catalán del tema Live is life (Vine amb mi)
del grupo austriaco Opus. En lo personal, en julio de 2008
anuncia la separación con su mujer, tras 50 años de matrimonio.
El cantante venía manteniendo una relación sentimental con una
cantante de 19 años de la que además es su padrino artístico.
La Academia de la Música premia
el compromiso de Peret con la rumba
El cantante de Mataró recibirá el trofeo
durante la gala en el Hagen Dasz Calderón de Madrid el próximo 4
de marzo
La
Junta Directiva de la Academia de las Artes y las Ciencias de la
Música ha decidido, por unanimidad, conceder a Pere Pubill
Calaf, Peret, el Premio a Toda Una Vida de la 14ª edición de los
Premios de la Música. El cantante catalán recibirá el galardón
durante la gala de los Premios, que este año se celebrarán el 4
de marzo en el Teatro Hagen Dasz Calderón de Madrid. Para la
Academia de la Música, "Peret es a la rumba catalana lo que John
Lee Hooker puede ser al blues o Dylan al folk electrificado. Es
decir, un pionero". Peret nació en Mataró en 1935, pero se crió
en el barrio barcelonés de El Raval. Desde que en 1947 debutara
con su hermana Pepita sobre las tablas del Tívoli barcelonés han
pasado más de seis décadas de alegría repartida a manos llenas y
de ascendiente sobre varias generaciones de artistas: de los
Amaya a Estopa y de Las Grecas a Macaco.
Nova cançó
Su aprendizaje se
desarrolló en la calle y los mercados, donde acompañaba a su
padre, tratante de textiles al que todo el mundo conocía como el
Mig Amic. Así titularía Peret uno de sus temas, un tributo a su
padre que, en palabras de Manuel Vázquez Montalbán, es la mejor
canción de la nova cançó catalana. El niño tenía una vocación
musical desconocida hasta entonces en su familia y pronto la
guitarra se convirtió en su sombra y su innato gracejo le fue
colocando más cerca de las juergas rumberas que del mercadeo de
paños.
Fieles palmeros
Igual que a Bob Dylan, a
Peret le cambió la vida un accidente de moto que tuvo a los 16
años, y desde entonces comenzó una carrera artística plena.
Llegarían las actuaciones en el Teatro Victoria del Paral•lel
con sus fieles palmeros, los primeros singles, el traslado a
Madrid y la inmensa popularidad de los años 60 y 70. Era una
época en que los pinchadiscos de las discotecas apartaban un
espacio para sus rumbas. De 1968 data el álbum Peret, que
incluía éxitos como Una lágrima, El gitano Antón, Amor a todo
gas, y que fue incluido por la prestigiosa revista Rockdelux en
la lista de los 100 mejores discos españoles del siglo XX.
Cima de popularidad
En 1974 alcanzó la cima de
su popularidad representando a España en el Festival de
Eurovisión con Canta y sé feliz; poco tiempo antes, su tema
Borriquito había sido número 1 en España, Holanda y Alemania. En
los 80 vivió entregado al evangelismo y más tarde a la
superación de una grave enfermedad. Peret regresó en los 90 y
hasta hoy sigue grabando y cuidando un legado que tiene
continuidad. Como muestra el disco de homenaje editado por
Chewaka en el 2000, donde hay remozadísimas versiones de sus
éxitos en compañía de admiradores de las nuevas generaciones:
Ojos de Brujo, Los Enemigos, Fermín Muguruza, Amparanoia y David
Byrne.
Repaso de melodías
En el 2009 regaló un
repaso a melodías que marcaron su infancia, como Rascayú o María
de la O, en el disco De los cobardes nunca se ha escrito nada.
EUROPA PRESS. MADRID, El cantante Peret. Foto: ARCHIVO /
ALBERT BERTRAN
Peret, Hijo Predilecto de Mataró
El pleno del Ayuntamiento ha aprobado conceder por primera vez
este título al cantante nacido en la calle de La Palma
El
cantante Pere Pubill Calaf, conocido como Peret y natural de
Mataró, será nombrado Hijo Predilecto de la ciudad por el
ayuntamiento de la capital del Maresme, que nunca había
concedido este título hasta ahora. El pleno del Ayuntamiento de
Mataró ha aprobado conceder por primera vez este título, que es
la categoría más grande entre las distinciones que otorga un
consistorio y que sólo puede recaer en personas nacidas en la
ciudad con una trayectoria que merezca reconocimiento y
agradecimiento oficial. La primera distinción de Hijo
Predilecto que otorga el Ayuntamiento de Mataró se entregará en
un acto institucional con fecha todavía para determinar. La
decisión de otorgar esta distinción a Peret es el resultado de
la iniciativa impulsada el pasado mes de diciembre por la
Asociación Cultural Gitana del Maresme, a la cual se sumaron una
docena de entidades de la ciudad. Peret es considerado el
inventor del estilo de tocar la guitarra conocido como "el
ventilador", importante dentro de la rumba catalana. Nacido en
la calle de La Palma de Mataró el 26 de marzo de 1935, el músico
tienen una larga trayectoria que lo ha llevado a actuar en los
mejores festivales europeos y de América Latina. Peret también
ha participado en una docena de películas y se ha convertido en
uno de los rostros más populares de la música española. En 2004,
Mataró ya le rindió un homenaje aprovechando la reurbanización
de la calle de La Palma colocando una placa en el número 15, la
casa donde nació.
Mataró (Barcelona).(EFE).- 08/03/2011 - Peret, en una foto de
archivo LVE/Llibert Teixidó
Peret: el trono se queda vacío
El cantante fallece a los 79 años en Barcelona, un mes después
de anunciar su retirada de los escenarios debido a un cáncer de
pulmón. Fue el creador y máximo exponente de la rumba catalana.
Peret,
figura insoslayable de la cultura popular española del último
medio siglo, murió ayer a los 79 años en una clínica de
Barcelona donde llevaba ingresado desde finales de julio debido
a un cáncer de pulmón. Aunque el debate no ha llegado nunca a
zanjarse del todo -su rival, Antonio González El Pescaílla, que
en realidad fue su amigo, reclamó afanosamente el certificado de
paternidad, y Peret se revolvía como un rey ultrajado cada vez
que tenía que recordar con vehemencia que el invento era suyo-
fue él, sin duda, Pedro Pubill Calaf, nacido en 1935 en el
poblado gitano de Los Corrales, en la localidad barcelonesa de
Mataró, el mayor referente de la rumba catalana, o rumba pop,
esa música colorista, alegre, espontánea, sentimental y
crapulosa a la que, además, aportó la famosa técnica del
ventilador, esa manera de tocar la guitarra golpeando la madera
de la caja para obtener chispeantes tonos percusivos a la vez
que rasgaba las cuerdas. Su vida empezó cerca de la miseria y el
hambre, en las antípodas de la gloria que alcanzó en los años 60
y 70, una época en la que se hizo un lugar en el imaginario
popular que ya no perdió a pesar de sus temporadas retirado o
semirretirado. Durante años, tras llegar a la cima, se dedicó en
cuerpo y alma a su familia y a sus labores de predicador de la
Iglesia Evangélica de Filadelfia, en la que ingresó después de
experimentar una epifanía (en su memoria, de manera literal) a
finales de noviembre de 1982. Según relató a Juan Puchades en
Peret: Biografía íntima de la rumba catalana, conduciendo su BMW
por la Nacional II, camino de Mataró, sintió súbitamente una
"felicidad inexplicable" tras ver un "chorro negro" brotando de
su pecho, "como cuando sale petróleo de la tierra, disparado". A
partir de entonces alternó varias reapariciones y retiradas. La
enfermedad le sorprendió cuando ultimaba el lanzamiento de su
primer disco íntegramente en catalán y la grabación de uno nuevo
en castellano. Hijo de comerciantes ambulantes de Reus, a los
que ayudaba desde pequeño, y también tapicero, carpintero y
vendedor de aluminio, Peret se empapó desde niño de los cantes
de Levante en las tabernas de Mataró, donde siempre había
alguien que cogía la guitarra, y podía ser perfectamente su
padre, que la tocaba también y muchas veces la llevaba a
aquellas tertulias, y ya estaba montada la juerga. El cantante,
no obstante, siempre vinculó su creación más al rock -con Elvis
Presley vivió un amor a primera vista, y ciertamente hay algo
del ritmo y de las soluciones sonoras, del ímpetu febril del
primer rock & roll, en sus rumbas- y al mambo radiante de su
admirado Pérez Prado, además de a otros elementos melódicos y
percusivos de la música cubana. Su manera de cantar sobre ese
armazón, aflamencada, hipercastiza, no le bastaba a Peret para
entroncar plenamente su rumba con el flamenco, en parte porque
le irritaba que los estudiosos la considerasen pseudoflamenco o
un mero subgénero aflamencado. Santiago Auserón, siempre atento
a las músicas de raíces, escribió que Peret "representa el
momento en el que nace el pop español, la naturalidad rítmica
del castellano sin complejos, en alterne con los ritmos
extranjeros". Las teorías y la taxonomía, naturalmente, llegaron
mucho después. Al principio sólo había un niño tocando en su
casa y en la calle o, desde los 12 años, con su prima Pepi en el
dúo Hermanos Montenegro. A esa edad ofreció ya su primera
actuación en solitario, en el Tívoli de Barcelona en un recital
presidido por Eva Perón. Poco después comenzó a trabajar con la
cantaora La Camboria. En 1962 realizó su primera grabación y con
ella se fue a probar suerte a Montevideo y Buenos Aires. Ya
había previsto comprarse a su regreso un carrito para vender
frutos secos, pero pudo ganarse la vida de otro modo: en su
ausencia, ese single con las canciones Ave María, Lola y
Recuerda había gustado tanto que las discográficas se pegaban
para firmarle un segundo disco. En esa etapa, entre finales de
los 60 y durante los 70, llegó su auge, e incluso la fama fuera
de España gracias a su participación en festivales y concursos
internacionales (en Cannes presentó Una lágrima en 1968; a
Eurovisión llevó en 1974 su Canta y sé feliz, que quedó noveno
pero se convirtió en otro himno perdurable) y en apariciones
televisivas como la que realizó en el exitoso show británico
This is Tom Jones que conducía el famoso cantante. En los 80 y
90 su carrera declinó, en parte por incomparecencia, y sólo
algunas remezclas de viejos éxitos orientadas a las discotecas
lo mantuvieron presente. Fue, aun así, uno de los artistas
invitados a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos del
92. Luego protagonizó un par de regresos, de nuevo como un
torbellino, apoyados por lo general en colaboraciones con
intérpretes vendedores del momento. En todo caso, el trabajo,
para este hombre al que no le gustaba llamarse a sí mismo
artista, estaba hecho ya. Con canciones como las citadas, y con
otras como Borriquito, Y no estaba muerto o Gitana hechicera,
entró en la memoria sentimental colectiva de todo un país, y él,
que se divertía en sus últimos años ensayando la postura del
sabio modesto, sabía que no hay nada mejor que le pueda ocurrir
a alguien que se ha pasado la vida en un escenario, haciéndose
querer. "Por si acaso", le dijo a su biógrafo, "deja dicho que
la gente haga el favor de quererse, que hace falta más amor, que
con amor las cosas se arreglan, las pequeñas y las grandes, las
del mundo y las de casa".
Francisco Camero, Barcelona | Actualizado 28.08.2014 - Peret./
Efe
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datos de varias y buenas fuentes periodísticas |
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