MIGUEL MEDINA
ENTREVISTA A MIGUEL MEDINA Y LA RECUPERACIÓN DEL FOLKLORE GRANADINO
ENTREVISTA REALIZADA EN MAYO DE 1985
Miguel Medina Suárez es un granadino joven, bailarín de
profesión, que tras iniciarse en la Escuela de Baile de los Coros y Danzas y
Educación y Descanso, subió a estudiar y perfeccionar los bailes flamencos
al Sacromonte, metiéndose en sus cuevas y aprendiendo allí en la mejor
escuela, al compás de las palmas de los gitanos y de las zambras, “los
Tangos del Camino”, la “Alboreá”, la “Cachucha” y otros muchos de todo ese
inmenso tesoro que constituye nuestro folklore, nuestros bailes y cantes
granadinos.
En la actualidad dirige el Grupo Municipal de Bailes Regionales de Granada
y, a lo largo de sus casi treinta años de profesión, sin dejar de bailar, ha
estado leyendo y estudiando a los que, como él, antes dijeron algo sobre
nuestro folklore, por lo que hoy podemos considerarlo un auténtico entendido
en esta especialidad. Contesta a nuestras preguntas con decisión y
apasionamiento, pues para él el baile es toda su vida y siempre está
dispuesto a participar y a colaborar en cualquier proyecto que pueda
contribuir a divulgar este arte, una de las más bellas formas de expresión
del hombre.
LOS BAILES GITANOS
Hablemos de los bailes granadinos, Miguel.
En Granada capital existen dos corrientes de folklore musical, siendo la gitana la más rica en expresión y variedad. Sus cantos y danzas más representativos son: la Zambra, los Tangos del Cerro, el Tango Falseta, la Alboreá –que se suele interpretar en las bodas-, la Mosca, el Fandango del Albaycín, las Manchegas, la Cachucha, Bulerías y la Soleá de Arcas, esta última en trance de desaparición.
Ya veo que son bastantes, pero ¿cuál destacarías tú como la más típica de ellas?
De todas ellas, la Zambra es posiblemente la que más destaque por su cadencia, y también por sus movimientos de cadera y pelo que, según investigadores, procede del arte musical de los pueblos musulmanes. Otras danzas importantes de la capital son la Reja, nuestro baile más representativo, y el Fandango de Granada.
Con respecto al vestuario, tan importante en el aspecto estético del ritual del baile, ¿tiene Granada trajes típicos para sus danzas?
Sí, claro. Nuestros trajes típicos son el Alpujarreño, que predomina en nuestra provincia con ligeras variantes según la zona; el de Maja Granadina, con peineta y mantilla y luego, el clásico andaluz de Gitana o Faralaes, el más divulgado de todos, que aúna a todas las provincias a la hora de representar a Andalucía y aparece siempre en nuestras fiestas populares.
¿Se está haciendo algún trabajo sobre investigación y recuperación de danzas antiguas?
Sí, y creo que deben obtener título de legitimidad las reconstrucciones y reelaboraciones folklóricas que se están generando ahora sobre bailes y cantos antiguos populares. Así se irá transmitiendo, enriqueciendo y ampliando nuestro patrimonio folklórico para los que nos sucedan el día de mañana. Hay muchos grupos trabajando en ello.
LA DANZA COMO ESPETÁCULO
El hecho de que el flamenco haya pasado a ser espectáculo obligado para turistas ¿crees que puede dañar su verdadero sentido?
No, en absoluto. El flamenco es una expresión popular por excelencia, por lo que el hacerlo espectáculo no lo perjudica para nada. Nuestras danzas han pasado de su ambiente natural a espectáculo y, aunque es cierto que todavía no han ganado suficiente respetabilidad y son muy escasos los medios que se ponen para su realización, su alma sigue viva. Es frecuente ver estas demostraciones en escenarios pequeños e inseguros, sin condiciones mínimas para los actuantes ni para los espectadores. Los seguidores de estas muestras, en muchos casos, las presencian de pie, soportando ruidos de circulación y demás molestias. A nivel comercial, se piensa que las danzas folklóricas son una cosa primitiva o anticuada y que no interesan a demasiado público, pero eso no es cierto; nuestros grupos folklóricos cada vez están mejor preparados y las danzas las representan con dignidad de profesionales y, aunque para desarrollarlas no hace falta ser especialistas, la gente, cada vez más, va asistiendo a este tipo de espectáculos y valora su importancia y calidad.
¿Cómo ves en general la situación actual de nuestro folklore?
Yo creo que la situación actual es bastante positiva, afortunadamente, pues existe ahora un gran resurgir de los todos los bailes folklóricos, aunque parezca que todos están centrados en las Sevillanas, que últimamente han tenido un auge impresionante, y no sólo en Andalucía, sino en toda España.
¿No crees que esto puede hacer olvidar los otros bailes, empobreciendo nuestro folklore?
Muchos granadinos dicen que estamos siendo colonizados en este sentido por Sevilla, y posiblemente sea un poco cierto, y hasta inevitable, pues las Sevillanas, al ser un baile de pareja de fácil ejecución, sin entrar en tecnicismos, es idóneo como forma de expresión del sentir andaluz, y de ahí su gran éxito de todos los ambientes y a todas las edades. Sin embargo, como ya te dije antes, también hay un resurgir de otros muchos bailes, como por ejemplo la Reja aquí en Granada sin ir más lejos, que se baila ahora mucho.
BAILES GRANADINOS
Tú, en tu academia, me figuro que darás clases a gente de todas edades. ¿Tienes muchos alumnos de edad madura?
Pues sí, bastantes: es esperanzador observarlos cómo jóvenes, disfrutando y sintiéndose realizados al poder ejecutar sin traumas ni timideces esa parte tan natural de nuestro ser como es la danza, cuyo “duende” todos llevamos dentro, queramos o no.
Entonces, ¿no deberíamos promocionar más nuestros bailes propios?
El andaluz canta y baila por naturaleza, pero los granadinos deberíamos tener en cuenta, ciertamente, que existen dos bailes muy populares nuestros, que son la Reja y el Fandango de Granada, que también son fáciles de aprender y su ejecución puede proporcionarnos bastante satisfacción.
¿Cómo fue tu encuentro con estos dos bailes?
Quiero destacar la gran labor que realizaron algunas asociaciones hace muchos años, de rescatar y conservar nuestras raíces más profundas en todas sus versiones con pureza y frescura. A ellas les debo mi encuentro con el baile y mi admiración más profunda. No es nada fácil la tarea de escribir, armonizar, acompasar y resumir canciones y danzas de tan gran valor musical y coreográfico y que ya estaban casi perdidas. Esa labor hay que continuarla, no sólo en lo que se refiere a su rescate, que posiblemente quede poco ya que recoger, sino a nivel de archivo y conservación, utilizando los medios más modernos.
¿Y qué soluciones prácticas ves tú para conseguir esto?
Los poderes públicos debieran de tomar cuenta que nuestras danzas folklóricas son patrimonio del pueblo y deben llegar a todos abiertamente. Habría que empezar por la educación escolar, incorporando el folklore como asignatura o actividad complementaria: la danza es un magnífico ejercicio de ritmo y sensibilidad que contribuyen a la formación física y espiritual del niño. Es preciso afianzar la conciencia de identidad andaluza a través de nuestros valores culturales en toda su riqueza y variedad. Creo el mejor camino es a través de los Ayuntamientos y Diputaciones, promoviendo campañas de difusión. Organizando festivales y cursillos en Asociaciones de Vecinos, alentando a entidades, Asociaciones culturales y otros organismos a colaborar en esta empresa, creando una actitud sensitiva de revalorización en las generaciones actuales, podríamos aguardar el futuro en la seguridad de que nuestra gran herencia folklórico-musical no morirá sino que, al contrario, se depurará y alcanzará el alto prestigio que se merece. Cuando esto ocurra, se culminará un proceso en el que, con la misma ilusión de mis primeros años de enseñanza, sigo trabajando todos los días, con el orgullo y la responsabilidad de quien se sabe en la obligación de difundir y enseñar algo tan valioso y único como nuestro folklore.
Gracias Miguel. Ojalá hubiera muchos como tú.
http://www.nuevaacropolisgranada.org/Articulos/MiguelMedina.htm
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |