AMPARO SÁNCHEZ
ENTREVISTA A AMPARO SÁNCHEZ
Amparanoia: «Ni los halagos me hacen engordar ni las críticas me destruyen»
La artista andaluza, pionera del mestizaje, se sube al escenario de Suena SUR este miércoles en una cita que combinará entrevista y música en directo
A punto de cumplir treinta años sobre los escenarios, Amparo Sánchez, cuerpo y alma de Amparanoia, acaba de publicar 'Fan Fan Fafarria', diez temas de su repertorio más clásico y otros cuatro inéditos grabados en clave festiva y electrónica con Artistas del Gremio. Pionera del mestizaje a finales de los noventa, se ha consolidado como una de las cantantes y compositoras más honestas y experimentales del panorama musical español. Ese miércoles, 20 de marzo, pasará por Suena SUR, el formato organizado por este periódico y la Fundación Unicaja que combina entrevistas y música en directo. El ciclo, concebido para conocer en profundidad a los artistas y escuchar sus canciones como fueron creadas, en acústico, tiene lugar en la Sala Fundación Unicaja María Cristina a las 20 horas y la entrada es libre hasta completar aforo.
¿Por qué te animaste a grabar canciones que ya tenías publicadas? Puede parecer un ejercicio de nostalgia, pero la producción es festiva, celebratoria.
Totalmente. Es una invitación a celebrar la vida, la unidad, lo colectivo, a sentirnos más fuertes y felices. Es una reivindicación de la alegría, que en realidad siempre ha sido el lema de Amparanoia: rebeldía con alegría. Cuando estábamos celebrando nuestro vigésimo quinto aniversario, hace dos años, ya sentía esa necesidad de cambio, de proponer otra cosa al público… y también de disfrutarme a mí misma desde otro lugar. En ese momento aparecieron Artistas del Gremio y pensé que la fusión con mi repertorio más clásico podía ser total, con los arreglos de una charanga. Luego surgieron nuevas canciones, hasta conformar el álbum completo.
Pero sin nostalgia, como preguntaba antes, casi con vocación de futuro.
Sí, claro. No hay un tono nostálgico, todo lo contrario. Es algo más parecido a decir: «Aquí estoy, aquí sigo, con una nueva propuesta». Y los conciertos que llevamos están demostrando que cuenta con el beneplácito del público, que lo está gozando.
Supongo que está siendo una gira diferente, para empezar por la cantidad de artistas que os reunís en el escenario.
Sí, es una forma de darle una nueva oportunidad a todas estas canciones que me acompañan desde hace 27 años, incorporando arreglos nuevos. Es una propuesta diferente, más electrónica, y la verdad es que está teniendo muy buena acogida.
Tengo la sensación de que, en este disco, le has dado más importancia a la interpretación de las canciones.
Haber desarrollado en paralelo mi carrera como Amparo Sánchez, con guitarra y voz, me ha dado la posibilidad de salir con poca instrumentación, mostrar los temas desde un lado más desnudo y dejar aflorar esas dotes interpretativas. Supongo que haber trabajado en eso todos estos años ha hecho que sea una parte que destaque mucho más en este disco.
¿Y cómo llevas ese desdoblamiento entre Amparo Sánchez y Amparanoia?, ¿nunca le ha supuesto un conflicto?
No, porque al final soy la misma persona con dos proyectos distintos que se retroalimentan, que me permiten disfrutar del repertorio más íntimo y a la vez de la parte más reivindicativa, más alegre. Para mí es un lujo poder compaginar varias facetas y hacer lo que me apasiona. Al final, tener proyectos que te gusten es el motor para levantarte cada día, ¿no?
¿Nunca has tenido la sensación de que Amparanoia le estaba robando parte de su vida, de su personalidad incluso?
No, la personalidad no, aunque en 2008, cuando paré el proyecto, tuve la necesidad de hacer otras cosas. Fue ahí cuando empecé a montar mi propio sello, Mamita Records, y a viajar por Latinoamérica y Europa en un formato más ligero. Porque no es lo mismo cuando vamos de gira diecinueve personas que cuando vamos cuatro. Se viven otras cosas y todo tiene su lado bueno, pero también me gusta disfrutar de la parte más íntima, donde la voz es el eje y los acompañamientos son más naíf. Es el sentimiento puro, y yo también tengo mi lado romántico y nostálgico.
¿Es eso lo que podremos encontrar en Málaga?
Voy con mi guitarra y dispuesta a charlar sobre lo que quieras. Ya tengo muchas batallitas. Iré con libertad para hablar de los temas que surjan y tocar las canciones que nos apetezcan en ese momento. Me interesan mucho este tipo de encuentros.
Hablando de batallitas, ¿qué te pasó el 1 de enero?
Pues tuve un accidente en casa de una amiga. Me caí, me abrí la cabeza y pasaron cosas bastante misteriosas que si quieres podemos desarrollar cuando nos encontremos en Málaga. Sentí que tengo otra oportunidad, que podía haberme ido. De hecho, los médicos así me lo dijeron. Fue un antes y un después, la sensación de que tengo una nueva oportunidad. Y eso que en un principio me dio miedo, pero luego he ganado en fortaleza y decisión. Hay muchas cosas que me quedan por hacer y la verdad es que siento que aquel accidente fue un regalo.
Porque a veces vivimos como si esto fuera infinito.
Y con mucha prisa, con poco tiempo para lo que realmente es gozoso, enriquecedor para el alma. Nos cuesta encontrar momentos distendidos. Y ahora intento cuidar más esa parte, estar con la gente que quiero, buscar tiempo para ello y gestionar las emociones. Es la base de todo.
Pero eres cantante, compositora, autora, productora… Tienes una vida laboral intensa. No sé hasta qué punto eso es compatible con el ocio o si ha habido cierta fusión entre vida y obra.
Sí, totalmente. Se ha producido cierta fusión. Trabajo con amigos, que me conocen muy bien, y con mis dos hijos, que han crecido con toda esta vorágine de viajes, de encuentros, de gente y de grabaciones. Estoy rodeada de gente que sabe que esta es la vida que he elegido, pero voy aprendiendo a dosificar mi tiempo, a valorar lo importante y también a apreciar el descanso. Antes me sentía con mucha más fortaleza física y ahora la edad va avisando de que tienes que guardar descanso, y eso en un principio me causaba rebeldía pero ahora le estoy encontrando el gusto también. A descansar y apagar el teléfono, a saber que todo puede esperar, que no hay nada tan tan urgente.
¿Cómo mantienes a raya el ego?
Sé quién soy, que canto y que eso hace que conecte con muchas personas que me quieren sin conocerme, que me siguen, que vienen a mis conciertos y que me demuestran su amor. Y yo me siento muy agradecida. Pero la verdad es que hace ya mucho tiempo que tengo un chubasquero, tanto para lo bueno como para lo malo. O sea, ni los halagos me hacen engordar ni las críticas me destruyen. No me siento una estrella, sino una más. No me diferencio de la esteticista o de la panadera.
En 'La balanza' confiesas que te han cerrado puertas... No sé si la industria musical es especialmente árida, salvaje.
Bueno, creo que todos los gremios tienen sus cositas, pero es cierto que en la industria hay una gran desigualdad a nivel económico y de visibilidad, de exposición. Lo que se nos exige a nosotras no se le exige a ellos para nada. Hay mucha discriminación por ser mujer. Por ejemplo, siempre he producido pero parece que me están empezando a reconocer ahora, casi treinta años después.
Alberto Gómez - Lunes, 18 de marzo 2024