FATMA SAID
ENTREVISTA A FATMA SAID
Fatma Said, la soprano egipcia que barre las fronteras musicales
“Siempre me pregunté por qué me siento tan cercana a la música española”, dice la cantante que debuta en el Life Victoria
¿Qué sucede cuando la visión orientalista de compositores franceses como Ravel, Bizet, Berlioz o Gaubert o de españoles como Falla y Albéniz es abordada por una soprano de El Cairo, ciudad bisagra entre Oriente y Occidente? ¿Dónde termina la tradición y el canto clásico oriental y comienza el europeo para una mujer que se apellida como la joven Zaïde del bolero de Berlioz en el que confluye lo francés, español y árabe?
Las fronteras técnica y estilísticas se borran en la voz de Fatma Said, la cantante egipcia de sedosa voz y arte peculiar que con 29 años está llamada a ser una estrella. Formada en El Cairo y Berlín, fue escogida por la BBC Radio 3 New Generation Artists y ha firmado con Warner Classics, sello con el que acaba de sacar su álbum de debut, El Nour (La luz).
En él combina las mencionadas músicas con otras de autores egipcios contemporáneos y folk de Oriente Medio. El Life Victoria la trae en recital hoy, 23 de octubre, dentro de la actual edición del festival inspirada en los viajes. Se la verá en el Sant Pau Recinte Modernista (20 h) acompañada del pianista indio Kunal Lahiry.
¿Sabías que en España la música culta dejó de ser danzable cuando los Reyes Católicos expulsaron a los moriscos?
Creo que la gente subestima la conexión que hasta ahora ha habido entre la música española y la arábiga. Tienen similitudes increíbles a causa de las influencias mutuas. Siempre me pregunto por qué me siento tan cercana a la música española si no tengo ninguna raíz española, pero es que cuando comencé a cantar las Canciones de Lorca sentí como si fueran de compositor árabe. A mi madre le encantaban. Y es muy extraño sentirme tan conectada de un modo arábigo a un país tan diferente del mío. Fue ahí que comenzó a interesarme el asunto y descubrí eso mismo en Falla, una música muy cercana a la cultura arábiga.
Pero en el disco que presentas en el Life Victoria te centras en música del siglo XIX y XX, autores que observaban el otro lado de la orilla mediterránea como un paisaje exótico.
Hay muchas similitudes que muestran cuán conectados estamos musicalmente. Y no hay forma más poderosa de mostrar hoy esta conexión que la música. Porque la árabe es la base de mucha y muy distinta música. No estoy diciendo que sea la fuente, eso no es cierto, pero todos los compositores se influencian. Mozart fue muy influido por Bach, y Bach por algún otro, no es que Bach sea la base de nada. Y es así: en toda música encuentras una inspiración arábiga. Y en el caso español hay eso: orientalismo arábigo en las ornamentaciones y variaciones, en el modo en que se usa la voz... En España cantan con las vocales, expresan su alma con ellas, improvisan con ellas, es el arte de ornamentar y usar la voz. Y no es algo que pueda hacer todo el mundo. No puedes pedirle a un egipcio o un alemán que lo haga como los españoles.
Pero, ¿crees que la Shéhérazade de Ravel, la Zaïde de Berlioz o el Adieux de l’hôtesse árabe de Bizet, por poner ejemplos que cantarás hoy, contribuyeron a una imagen exótica que en realidad nos alejaba?
Esa gente eran compositores y poetas, todos tenían un pensamiento que expresar, e incluso si esos pensamientos no se corresponden con la realidad yo los encuentro encantadores, porque estos artistas tenían una gran imaginación y descubrieron que la imaginación en oriente no tenía límites. El colonialismo llegó y todos se enamoraron. También Bizet escribió Carmen y se las arregló para dar el aire español sin haber estado nunca en España. Y Ravel utilizó todas las armonías arábigas en Shéhérazade... Admiro su imaginación y me encanta la libertad en el proceso de creación. No, la separación entre riberas del Mediterráneo no la causa el arte. Ni la gente, que es curiosa y quiere aprender y saber qué tengo que decir yo misma. Pero desafortunadamente los medios sí dan una cierta imagen de África y hay quien cree que en Egipto vamos al colegio en camello... esa pregunta me la han hecho.
¿De qué manera decidiste abordar vocalmente este disco?
Tenemos ahí tres lenguajes distintos: la melodía francesa, las canciones y el folk español y el folk árabe, elementos que no encontrarías en un disco corriente. Los temas árabes son muy populares pero yo los interpreto a la manera clásica, con voz clásica e introduzco un elemento de jazz. Hago un mix entre mi voz arábiga y mi formación clásica, lo cual es una nueva forma de usar la voz. Era arriesgado pero quería que escucharan algo nuevo, distinto. Y lo mismo con lo español: cuando empecé a cantar con la guitarra de Rafael Aguirre, un gran músico, fue cuando vi cómo se adaptaba mi voz al instrumento. Es muy distinto a cantar con piano u orquesta. Quería conectar con esa forma de mostrar el alma a través de las vocales. Y en el caso del repertorio francés, fue interesante añadir la flauta en La flûte enchantée de Ravel para crear una atmósfera.Igual que con Bizet y los instrumentos orientales para lograr así una atmósfera que se acercara a lo que ellos imaginaban. Era muy experimental, no sabía qué resultaría de todo ello.
¿Cómo te construiste la técnica vocal?
Yo crecí amando la música de My fair lady o el Fantasma de la ópera. Y películas como Grease. Era fan de Britney Spears... crecí con todo eso. La clásica vino luego, pero siempre he tenido tendencia a adaptar diferentes estilos. No porque sea cantante de ópera no puedo cantar Celin Dion. Soy música y he de poder cantar lo que me guste. He de poder cantar una melodía pop, jazz... Hay mucho camino por recorrer.
¿Cómo descubriste la clásica? ¿Te apoyaban tus padres?
En casa adoran la música y siempre me han apoyado. No era muy común en la cultura egipcia decir que quieres estudiar música clásica, pero se arriesgaron y me permitieron ir al conservatorio. Para mi padre era importante que estudiara algo que amara y me dio la oportunidad. Yo era muy joven, no podía decir ‘adiós’, tenía que tener permiso para viajar y estudiar.
¿Y si no lo hubieras obtenido?
Me habría quedado en El Cairo tal vez habría estudiado literatura o negocios, es importante en Egipto si eres una mujer de negocios. Pero no me veo en esto, soy muy creativa, tengo una mente libre y es difícil combinar la creatividad y la cultura y la música y el baile y los instrumentos... con los negocios.
Habías ido a la escuela alemana en El Cairo y decidiste marcharte a Berlín donde todavía resides.
Sí, viniendo de El Cairo necesitaba otra ciudad loca, no habría sobrevivido en Friburgo o Stuttgart, demasiado alemán. Quería un lugar cosmopolita. Me habría encantado ir a Nueva York pero Berlín estaba cerca de casa y hablo alemán. A mis padres siempre les preocupó darnos la mejor educación posible.
Tienes previsto debutar el papel de Zerlina en Don Giovanni con Riccardo Muti. ¿Qué otros proyectos tienes?
Intento no hablar de nada porque todo puede cambiar. De momento me siento muy feliz de cantar en el Life Victoria. Sólo podemos sobrevivir al día y prepararnos para el día siguiente. Sólo espero que pasen las cosas, no tengo ningún proyecto, he cambiado toda la manera de planear. Y una cosa nueva son las cosas espontáneas y buenas que están pasando. Aprendemos a vivir el momento y ser conscientes del momento en que vivimos.
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