JESÚS QUINTERO
ENTREVISTA A JESÚS QUINTERO
LUGAR DE NACIMIENTO SAN JUAN DEL PUERTO (HUELVA)
JESÚS QUINTERO, FECHA DE NACIMIENTO 18 DE AGOSTO DE 1940
PROFESION PERIODISTA, PRODUCTOR Y ESCRITOR, SU ULTIMO TRABAJO HA SIDO COMO PRESENTADOR DEL PROGRAMA DE CANAL SUR ´LOS RATONES COLORAOS´
"Me siento asesino si entrevisto a un asesino y santo si hablo con un santo"
Llegó a Palma del Río el jueves por la noche y, sin hacer ruido, se coló en el Teatro Coliseo para ver el Ricardo III de Atalaya. Fresco como una rosa, enfundado en lino, con deportivas Nike, fular y gafas de sol, resurgió en el Mercado de la Escena a la mañana siguiente. No sin antes pasar por el mercado de abastos para comprar manzanas. Así es Jesús Quintero, un ser imprevisible, envuelto en pausas, cuya conversación se sabe dónde empieza, pero no cómo puede acabar.
¿Qué manzanas son ésas tan especiales que solo se encuentran en este pueblo?
Manzanas verdes chilenas que se ponen de color rojo con la luz de la luna. Dicen los ingleses que para vivir hay que tomar al menos una manzana al día...
Supongo que además de a comprar fruta habrá venido a Palma del Río para hablar de su nueva sala de teatro.
(Pausa de inspiración) El Teatro Quintero es un centro de agitación cultural en el corazón de Sevilla creado en un cine de 1925. Plató de televisión, teatro del rock, flamenco, ópera, jazz, escuela de comunicación, de maquillaje, librería...
Madre mía, debe medir una barbaridad de metros, ¿no?
Cinco mil. (Pausa para retomar el hilo). La sala contará también con una selección de lo mejor de las 5.000 horas de televisión que he hecho hasta ahora. Estará abierta día y noche, quiero que sea el teatro del barrio del centro de Sevilla, ahora que no queda ninguno después de desaparecer los nueve que había, convertidos en bancos y máquinas tragaperras. Será un lugar de reunión para la gente que, además del costumbrismo andaluz, tiene curiosidad por lo que pasa en el mundo.
No le basta con la televisión...
Los medios de comunicación, en general, y la televisión en particular desprecian la cultura.
Pero el sentimiento es mutuo. La televisión desprecia la cultura y la cultura desprecia la televisión, ¿no le parece?
En mi opinión, la televisión no tiene por qué ser una vía para impartir cultura, pero sí para sugerirla. Sin embargo, lo único que sugiere es basura y mediocridad. Por eso a veces tengo la tentación de salirme de este mundo que está en manos de mercaderes (pausa para buscar una palabra) sin escrúpulos. (Y aclara... Porque también hay mercaderes con escrúpulos). Siempre he pensado que las televisiones públicas deberían ser parte del Ministerio de Cultura. La cultura es divertida y la calidad no tiene por qué estar reñida con la popularidad. El Padrino por ejemplo es una obra de arte cinematográfica pero también fue número uno en taquilla. Estoy de acuerdo con Saramago en que vivimos la época de la mentira. El periodismo casi no existe, la política es publicidad, las televisiones crean productos para lo que ellos mismos llaman analfabetos funcionales y las mentes más lúcidas de mi generación no están en política.
Me está poniendo el cuerpo malo. ¿Usted cree que esto tiene arreglo o es mejor que nos tiremos todos de cabeza al río?
Yo siempre soñé con el Renacimiento, con volver al Siglo de Oro y al Califato. Porque cuando uno se va más atrás es cuando más avanza. Siento que se acerca la hora de los artistas, de los creadores, los sabios, los médicos del alma, de los que colorean el mundo. Hay que echar de las portadas a...
¿A los políticos?
A casi todos.
Y contar la verdad...
El periodista está para eso, para decir la verdad, pero es muy complicado cuando una empresa tiene tan variados intereses. Con la verdad no se llega a ninguna parte en este momento. Por eso quiero hacer un espectáculo sobre el escenario donde contaré lo que es el periodismo por dentro. Voy a acompañarlo con un libro que se llamará Mis queridos hijos de puta y que no me atrevo a publicar. He presentado a la editorial 70 folios y me han dicho que no me van a hablar ni mis amigos, pero no me gustaría irme al otro barrio sin desvelar dónde está el corazón que hay que apuñalar en medio de este terrible Apocalipse Now .
Ahora que lo tengo a mano, cuénteme el secreto para hacer que los que se sientan a hablar con usted le digan la verdad.
Hay muchos tipos de entrevistas. Los ingleses empiezan preguntando por la familia, los americanos con el alto interrogatorio. Yo prefiero conducir gentilmente al otro a lo que el otro es, como en el amor, algo de lo que no pienso hablar.
¿Del amor? No se preocupe, yo no cubro el corazón.
(Sonríe y continúa) Yo los acojo, los respeto, creo la atmósfera, los metabolizo. Me siento asesino cuando entrevisto a un asesino y me siento bueno cuando entrevisto a un santo.
Su mejor entrevista...
He hablado con Borges, Sofía Loren o Fellini, he entrado a 40 cárceles para entrevistar a 140 presos, he ido a manicomios, prostíbulos y conventos, pero la mejor me ocurrió hace poco. Al ver la cara de mi entrevistado, le dije: "Tengo la impresión de que no tiene usted ganas de hablar, si quiere lo dejamos para otro día". Entonces me miró, se levantó y se fue.
¿Qué se pregunta a un loco?
Una vez pregunté a uno, en un manicomio, cómo se había vuelto loco y me dijo: "Sentí algo terrible el día en que me metí en mi habitación, me quedé solo y me dije, de aquí no salgo hasta que me entere de quién soy yo". La mayoría estaríamos locos si intentáramos averiguarlo.
19/07/2010 ARACELI R. ARJONA. Palma del Río Jesús Quintero visitó la Feria de Teatro en el Sur y el Mercado de la Escena. Foto: JUAN MANUEL VACAS
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