JUAN MIGUEL GONZÁLEZ
ENTREVISTA A JUAN MIGUEL GONZÁLEZ
"El gusto por la guitarra clásica en Almería aún se tiene que consolidar"
El guitarrero realiza todos los años una guitarra que cede a la Organización del Certamen Internacional Julián Arcas y que se entrega al ganador como premio
Es uno de los grandes constructores de guitarra que hay en España. El oficio lo heredó de su padre y hoy sus guitarras se conocen en el mundo entero.
Este oficio lo heredó de su padre. ¿Cómo empezó él y como ha ido evolucionado el oficio de la construcción de guitarras?
Mi padre era ebanista. Con 17 años ya era encargado de una carpintería que había en la Plaza Santa Rita. Durante la Guerra Civil perdió una pierna lo que le impedía seguir con su trabajo y, como era muy amigo de los Hermanos Moya, guitarreros almerienses que aprendieron de Antonio de Torres, empezó a trabajar con ellos construyendo guitarras. El paso del tiempo y la experiencia que uno mismo va adquiriendo hace que el oficio evolucione. Yo he nacido en eso. He aprendido este oficio de mi padre. Cuando estaba en el colegio ya le ayudaba a construir guitarras.
Hoy en día, las actividades artesanales tienen un futuro incierto. ¿Cree que tiene peligro de desaparecer o la tradición de la guitarra es demasiado fuerte para que se pierda?
No, en absoluto. No va a desaparecer. Además, en Almería hay una cantera muy interesante de guitarristas. Juan Francisco Padilla, Estefan Gisbert en guitarra clásica o gente como Tomatito, el Niño Josele o Antonio Luis López en guitarra flamenca son algunos ejemplos de grandes guitarristas que han salido de Almería. El conservatorio está llevando a cabo un trabajo muy interesante en ese sentido. El futuro de la guitarra en Almería está asegurado.
En la construcción de guitarras todo el proceso es manual. ¿Cuánto tiempo le lleva hacer una guitarra? ¿Cómo es el oficio de luthier?
Normalmente voy haciendo dos o tres a la vez porque hay fases en las que hay que esperar que algo seque y el proceso sería demasiado lento si no se trabajase en varias a la vez. Me lleva aproximadamente un mes y medio cada guitarra. Se trata de un oficio muy solitario. Hay que estar muy concentrado. Además, a veces es muy desagradecido porque no se conoce bien en qué consiste y no se le da la relevancia que tiene.
¿Cuáles son las claves para que una guitarra suene bien?
Es difícil hablar de unas claves concretas porque es todo un conjunto. Hay que tener en cuenta los materiales, la tensión de la cuerda… pero lo más importante son los años de experiencia. A la hora de elaborar una guitarra cada uno le da su sentido, su toque personal. Todo tiene que ir en consonancia. Se busca que el sonido sea bonito, contundente, que transmita, que llegue, que se escuche bien.
¿Qué nombres destacados podemos encontrar entre sus clientes?
En Almería tienen guitarras mías guitarristas clásicos como Juan Francisco Padilla o Estefan Gisbert. Fuera de Almería gente como Manuel Franco, Calixto o el recientemente fallecido Ramón de Algeciras, hermano de Paco de Lucía.
¿Cree que un festival como el 'Julián Arcas' es una buena forma de promocionar la cultura de la guitarra haciéndola llegar al público en general?
Claro, es la forma de promocionar la guitarra. Además, en Almería es lo único que tenemos. En otras ciudades de Andalucía se organizan muchos eventos relacionados con la guitarra pero en Almería son pocos las actividades que se realizan a pesar de que es aquí donde están los diseñadores de la guitarra española. El público almeriense es receptivo con la guitarra aunque el gusto por la guitarra clásica aún se tiene que consolidar. El flamenco se conoce mejor.
Una de las características de este certamen es la participación de numerosos guitarristas jóvenes. ¿Cree que la guitarra clásica goza de buena salud?
Sí, además viene gente muy buena, con mucho nivel. Recuerdo especialmente a una chica rusa que vino con 12 años, ahora debe tener unos 18 y es una artista consolidada y, por cierto, también tiene una guitarra mía.
Redacción / Almería | Actualizado 27.06.2010 – En la foto de encabezamiento Juan Miguel González junto a la guitarra que entrega al ganador del Certamen Julián Arcas.
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