EL CABRERO
ENTREVISTA A EL CABRERO
"Córdoba tiene una buena reata para saber lo que es y no es flamenco"
El artista sevillano será mañana uno de los protagonistas de La Noche Blanca, con un concierto en el Teatro de la Axerquía en el que mostrará ante cientos de personas su forma de entender el cante jondo
José Domínguez El Cabrero (Aznalcóllar, Sevilla, 1944) es uno de los cantaores más reconocidos del panorama actual y una de las personalidades más significativas que ha dado el flamenco en los últimos 25 años. Desde su infancia se dedicó al pastoreo de cabras, oficio que sigue ejerciendo y por el que recibe su nombre artístico.
Con casi 40 años sobre los escenarios, el talante y la personalidad de El Cabrero han hecho que sea una de las figuras más solicitadas en los festivales flamencos. Mañana será uno de los protagonistas de La Noche Blanca del Flamenco con una actuación en el Teatro de la Axerquía, donde comparte cartel con el cantaor Luis de Córdoba, el bailaor Rafael del Pino Keko y los guitarristas Alberto Lucena y Manuel Silveria.
El próximo sábado actuará en La Noche Blanca del Flamenco de Córdoba. ¿Conocía este acontecimiento?
Pues no he estado nunca pero creo que es una buena promoción para Córdoba y para el flamenco.
¿Cree que es una buena forma de acercar el flamenco a todos los públicos?
El flamenco que yo siento sí, de eso Córdoba tiene una buena reata para saber lo que escucha y para saber lo que es y no es flamenco.
El sábado compartirá escenario con Alberto Lucena, Rafael del Pino Keko y Luis de Córdoba. ¿Los conoce? ¿Ha actuado junto a ellos anteriormente?
He cantado mucho con Luis, buen conocedor y buen cantaor. A los otros no los conozco lo suficiente
¿Qué temas cantará? ¿Por quién estará acompañado a la guitarra?
Me va a acompañar Rafael Rodríguez, que es mi guitarrista habitual pero aún no sé lo que voy a cantar. Yo siembro cuando veo que la tierra se merece el grano y el día está bueno.
Aunque es uno de los cantaores más importantes del momento usted nunca ha querido dejar de lado a sus cabras. ¿Cómo ha compaginado su oficio de cabrero con el cante flamenco?
El flamenco nunca me ha impedido seguir con las cabras, ni al revés. Cuando vuelvo de cantar, para reponerme cojo el bastón y al aire.
A pesar de que el negocio de las cabras dejó de ser rentable, ¿por qué ha continuado con él en vez de dedicarse plenamente al flamenco?
Porque me gustan las cabras, siento pasión por ese oficio y por los animales y porque ahí en los espacios abiertos extiendo la vista y me siento en libertad.
Aunque sus comienzos en el cante fueron difíciles poco a poco se abrió paso en el flamenco. ¿Qué actuación recuerda con especial cariño?
Muchas. Ha habido noches de gran comunicación con el público y si encima me cogió bien... pues agradece uno haber estado a la altura de los espectadores.
Uno de los factores por los que ha sido criticado es por su concepto de cante basado en la rebeldía y denuncia contra la injusticia. ¿Por qué cree que algunos sectores del flamenco no aceptan su forma de expresarse?
Yo soy un cabrero que canta y escribo la mayoría de lo que canto y nunca me he propuesto que llueva a gusto de todos.
¿Ha tenido problemas por las críticas a lo largo de su carrera?
Yo no. Los problemas son del que ha escrito lo que no soy. Como uno que escribió que El Cabrero sólo sería el cantaor de la Transición. ¿Se equivocó o no? Pues en otras cosas también se han equivocado.
A pesar de las reticencias de algunos sectores está considerado como un fenómeno social por su genialidad y su talante. ¿Qué apoyos ha tenido? ¿Qué papel juega el público en su carrera?
El público juega todo el papel en mi éxito y también las empresas que han atendido las peticiones de ese público y me han contratado. Apoyo de otro tipo yo no he tenido ninguno.
Desde sus inicios ha ofrecido un repertorio basado en los palos más tradicionales del flamenco. ¿Qué opinión tiene de la fusión del flamenco con otros estilos?
Ya lo he dicho dos mil veces: el flamenco es un río y sus afluyentes los cantes. También es como el aceite: Andalucía es tierra de aceite de oliva, sin aditivos, sin otras pringues. Otra cosa es vender más kilos en nombre del aceite puro de oliva.
También es un apasionado del tango. ¿Ha pensado alguna vez fundir ambos estilos?
Yo siento el tango y el flamenco por separado, cada uno en su ambiente, anhelos, historias y paisajes. Nunca se me ocurriría mezclarlos porque le tengo mucho respeto a lo que tengo por tango y a lo que tengo por flamenco.
¿Cuál es su próximo proyecto?
Seguir con mi gira de verano y voy a grabar un disco flamenco que se va a llamar Pastor de Nubes. A ver si está listo este invierno.
Ángela Alba / Córdoba | Actualizado 18.06.2010 – en la foto de encabezamiento, El Cabrero, en su finca y junto a sus animales.
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