ANTONIO CAMPOS
ENTREVISTA A ANTONIO CAMPOS
"Al flamenco le sobran las paredes"
Actores, políticos, pintores, poetas, investigadores, médicos o fiscales opinan de flamenco. En esta ocasión lo hace Antonio Campos, catedrático de Medicina de la Universidad de Granada
Las opiniones de personajes ilustres a cerca del flamenco siempre son positivas para la salud del mismo porque generan debate. Hemos querido comenzar esta sección que prolongaremos en lo sucesivo, con uno de los profesores de Medicina más prestigiosos de España. Nacido en San Fernando (Cádiz), Antonio Campos Muñoz reside desde hace muchos años en Granada, donde es catedrático de Histología de su Universidad. Ha sido decano de la Facultad de Medicina y Defensor del Ciudadano de la ciudad de Granada. Ha desempeñado tantos cargos de especial relevancia a lo largo de su dilatada trayectoria, que sería imposible resumirlos en este espacio. En la actualidad ocupa el mismo sillón que ostentó en sus días Don Ramón y Cajal en la Real Academia Nacional de Medicina "si tuviera vanidades, con eso estarían todas cubiertas", asegura este profesor que está considerado como uno de los más valorados por sus alumnos.
Para comenzar, ¿en qué consiste la Histología profesor?
En el estudio de las células y los tejidos que forman el cuerpo humano, las enfermedades se conocen porque son alteraciones de las células o los tejidos. Ahora nos estamos dedicando a la ingeniería de tejidos, construimos córneas artificiales, vasos artificiales o piel artificial para los quemados, entre otras cosas.
Entonces aquello que decía Lorca sobre el cantaor Manuel Torre, que era la persona con más "cultura en la sangre" que había conocido, ¿estaría expresado en términos de histología?
Yo suelo citar mucho a Lorca por ejemplo cuando hago las clases de embriología porque creo que la mejor definición de lo que es la gestación es la que hace en la obra Yerma, cuando le pregunta la mujer que no tiene hijos ¿qué se siente? Y dice es como tener un pájaro vivo agarrado entre las manos. Es una metáfora maravillosa.
Hay un percusionista que comparte nombre y apellidos con el doctor José Luis García Puche, y en su caso hay un cantaor granadino que se llama también Antonio Campos Muñoz, ¿tiene alguna anécdota al respecto?
(Risas) Por supuesto. En el Carmen de los Mártires se realizó hace años una reunión sobre investigación médica en Europa y yo procuré que vinieran investigadores de todos los países, nos sentamos en la primera fila y el presentador dijo y ahora con ustedes al cante Antonio Campos y todo el mundo me miraba extrañado y asombrados.
Nace en San Fernando en los mismos años en que nació Camarón.
Camarón tenía un año más que yo. Pienso que tuvimos que ser compañeros de juegos porque yo me iba a jugar a la calle Amargura, que allí vivía mi amigo Jacinto, era una calle sin asfaltar y donde íbamos los niños a jugar a las canicas.
¿Tiene recuerdos flamencos de San Fernando?
La Venta de Vargas que es un sitio mítico, mi padre iba mucho a la Venta de Vargas, y entonces pues yo he vivido ese ambiente. Porque mi proximidad al flamenco es por mi padre que era aficionado a la zarzuela, especialmente a la obra 'Bohemia' que la escuchábamos mucho en mi casa y al flamenco. Debo tener todavía los discos de Canalejas de Puerto Real, que era un cantaor que le gustaba especialmente a mi padre, del Niño Ricardo o Manolo Caracol.
¿En su modelo de ciudad como encajaría el flamenco y el Sacromonte?
Hay una cosa que es fundamental, Granada tiene que ser fiel a su origen, una ciudad que no lo sea es una ciudad que se traiciona. Por explicarlo en términos científicos diríamos que el ADN o el genoma de Granada están en su esencia, en el Sacromonte, y en la historia de Granada que es fundamental en el mundo, porque ten en cuenta que los Reyes Católicos y Colón ponen a Granada en el mundo. Si Granada tiene entonces ese patrimonio, lo que no puede hacer es perderlo, si no tratar de desarrollarlo, y en ese sentido tiene que ser parte fundamental de la ciudad.
¿Qué es el flamenco para usted?
Para mí el flamenco es un sentimiento que viene de lo más profundo del ser humano, es un sentimiento de queja y al mismo tiempo de esperanza, esas dos mezclas son muy difíciles de tener, yo sé que mi padre, perdona que vuelva a él, pero es inevitable, por ejemplo yo a mi padre lo oía cantar solo, lo oía susurrar, y le decía papá que haces, y entonces se callaba, y eso es el flamenco para mí, algo que te brota de dentro.
¿Qué piensa que le falta o le sobra al flamenco?
Hay una frase de un médico y escritor portugués Miguel Torga que dice "lo Universal es lo local sin paredes", entonces yo creo que lo que le sobra al flamenco son las paredes. Cuando le quiten las paredes, le quiten el decorado que a veces le han querido poner y lo dejen en su esencia es cuando se convierte en universal, porque sería como un ser humano ante el mundo.
¿Emplea el tiempo libre en no tener tiempo libre?
(Risas) Suelo leer mucho, leo ensayo, poesía, por supuesto cosas de divulgación científica, leo menos novela, quizá porque sigo la norma de don Ramón Carande, que decía que en la vida hay tantas cosas que hacer que los bestseller los tienes que deja pasar diez años, y si entonces siguen siendo clásicos, se leen. En poesía me fascinó de joven una traducción de Borges sobre la obra de Walt Withman. Lorca me parece maravilloso también.
Granada Hoy | Actualizado 09.05.2010. En la foto de encabezamiento Antonio Campos, en su despacho de la Facultad de Medicina.
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