RAFAEL AMADOR
ENTREVISTA A RAFAEL
AMADOR
Cantante de Pata Negra
"Nuestra música estaba 25 años adelantada a su tiempo"
Puede sonar a tópico pero es la verdad: Rafael Amador es una leyenda viva. A finales de los setenta y principio de los ochenta revolucionó la música española con sus canciones callejeras a medio camino entre el rock, el blues y el flamenco cuando nadie se atrevía (o no sabía) fusionarlos. Primero junto a Kiko Veneno y su hermano Raimundo Amador con el grupo Veneno. Después, con Pata Negra, hizo cinco discos imprescindibles junto a Raimundo (su distanciamiento es una de las grandes incógnitas del rock español).
A sus casi 49 años, Rafael Amador, con tres hijos y cuatro nietos, sigue viviendo en el barrio de toda la vida: Las 3.000 Viviendas, de Sevilla. No se sube a un escenario desde hace dos años. Hoy, lo hará (a las 21.30) en el teatro Lara con unos Pata Negra reformados. Sin su hermano Raimundo. "Yo estoy muy bien", asegura por teléfono tras superar algunas adicciones. "Tengo muchas ganas de darme una vueltecita por Madrid".
Pregunta. ¿Cómo es Pata Negra en 2009?
Respuesta. Está feo que yo lo diga, pero sonamos muy bien. Diferente, más flamenquito, pero de lujo. Tocaremos canciones de Veneno, Pata Negra... Los temas clásicos.
P. ¿Por qué la refundación del grupo en 2006?
R. Llevaba mucho tiempo sin tocar y a uno le entra el gusanillo. Había estado un poco apalancao y subir otra vez a un escenario me sentó divinamente. Fue como volver a descubrir mi propia música.
P. En 2007, la gira les llevó a Alemania. Desde entonces no han tocado en directo. ¿Por qué?
R. Está bien descansar si has trabajado mucho. También apareció la inspiración y me puse a componer.
P. ¿Cómo va esa inspiración?
R. Tengo nuevas canciones. Suficientes como para grabar un disco. No me voy a echar flores a mí mismo, pero hay temas muy guapos. Ahora a esperar. A ver si sale alguna casa de discos buena que nos lleve bien. Y hacer un disco guapo.
P. ¿Cómo va la relación con su hermano? ¿Hablan?
R. Claro que hablamos. Nos llevamos bien.
P. ¿Por qué se produjo la separación de Pata Negra?
R. Eso es muy complicao. Las cosas se van amontonando. Llega un momento que uno dice paso de ti. Y el otro igual. Y ya está. Punto.
P. ¿Veremos alguna vez a los dos hermanos sobre el escenario?
R. No lo sé. No lo hemos planteado, porque a él le va bien con lo suyo. Y cada uno se ha acostumbrado a su tema.
P. ¿A usted le gustaría volver a tocar con él?
R. Hombre, claro. ¿Por qué no? A mí, gracias a Dios, me va bien como estoy. Pero yo nunca digo que no voy a tocar con nadie. Lo mismo con mi hermano que con cualquiera.
P. Por ejemplo...
R. Me gustaría tocar con Robert Fripp, el guitarrista de King Crimson.
P. ¿Qué recuerdo imborrable tiene de la primera época de Pata Negra?
R. Una vez estábamos grabando y tocando para nosotros en un estudio de grabación (de allí salió el disco Guitarras callejeras). Estábamos con un vacilón muy gordo. Juan el Camas salió a la calle porque tenía un poco de calor. Y de pronto nos llama a todos: ¡Salid, salid! ¡Un OVNI, un OVNI! Cuando llegué ya sólo vi una lucecita que se alejaba. Casi lo veo.
P. ¿Qué tenía la música de Pata Negra que la hizo tan especial?
R. Nuestra música estaba 25 años adelantada a su tiempo. Éramos unos incomprendidos. La portada del disco de Veneno, [con la tableta de hachís] se podría poner ahora mismo perfectamente. Y entonces nos censuraron.
P. ¿Qué música escucha ahora?
R. Más o menos lo mismo que antes. Me gusta lo antiguo. Si sale alguien nuevo con soniquete, me gusta, pero sigo escuchando lo viejo: Camarón, Miles Davis, Paco de Lucía,... Los grandes nunca fallan.
P. Cantaban aquello de "todo lo que me gusta es ilegal, inmoral o engorda". ¿Hace ahora vida más tranquila?
R. Sí, la juerga ya se ha acabao. Estoy muy bien.
LINO PORTELA - Madrid - 29/08/2009
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