LAURA GONZÁLEZ
ENTREVISTA A LAURA GONZÁLEZ
Laura González.
Guitarrista. "En una boda en mi pueblo a la que asistió Enrique
Morente
le acompañé a la guitarra. Él se portó muy bien conmigo"
"El mundo del flamenco aún es un poquito machista"
La similitud de silueta entre la guitarra y el cuerpo femenino ha sido suficiente para que muchos teoricen sobre incompatibilidades flamencas. Disparates de esta guisa se han dicho con sorprendente convencimiento, siendo fácil desmontar este tipo de arquetipos sin apenas argumentos, simplemente con un repaso a la historia de este arte -entre otras cosas-, sin obviar el momento actual del flamenco. En Córdoba se puede escuchar a muchas mujeres que tocan la guitarra, entre ellas la joven Laura González, estudiante de Magisterio a la que le quedan dos años para acabar la carrera de Guitarra Flamenca en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba.
¿Por qué su interés por la guitarra flamenca?
La guitarra siempre me llamó la atención. Mi padre toca la guitarra de forma autodidacta y no flamenco, sólo sus cositas, boleros y tangos argentinos, ese tipo de música; pero en cambio a mí, desde muy chica, me ha gustado todo lo que llevaba ritmo de bulería y esas cosas. Después me ha ido gustando el flamenco por entero. Empecé a tocar con Luis Calderito yendo a unas clases particulares que daba en la peña El Mirabrás, en mi pueblo, Fernán Núñez. Fue más tarde cuando entré en el Conservatorio de Música
¿Se aceptó en su entorno su decisión de aprender a tocar este instrumento?
Mi padre quería que aprendiera guitarra clásica y yo decidí que no, que me gustaba más la flamenca. En mi casa no había ninguna tradición de afición por el flamenco. Pero a mí siempre me llamó la atención la música flamenca más que ninguna otra. Yo empecé a aprender a bailar, como casi todas las niñas, y cuando venía el guitarrista a acompañarnos a la academia me fijaba más en la guitarra que en el baile y al final tuve que dejarlo.
¿Qué diferencia destacaría entre el aprendizaje en una academia y en el Conservatorio?
La formación en las academias es más rápida y práctica a corto plazo. En el Conservatorio, aparte de que son muchos años, es una formación no solo flamenca, sino clásica en buena parte, aparte de que también tenemos lo que es la práctica de acompañamiento al cante, al baile, cuadro flamenco, improvisación y concierto.
¿Cuál es la reacción de los aficionados que le escuchan tocar y acompañar por vez primera?
Hay gente a la que le dicen "esta niña toca la guitarra", y se quedan con la impresión de cómo si no lo hubieran oído, ni caso. Es que el flamenco es un poquito machista y en eso queda aún un poco de camino por recorrer. La gente que tiene esa mentalidad machista a lo mejor no tiene formación suficiente para saber valorar si tocas o dejas de tocar, no entran en eso. No quiere decir que todo el mundo sea así. Yo tengo la suerte, como otras mujeres, de que se ha implantado una enseñanza en el Conservatorio Superior de Música con la que puedo seguir los estudios de guitarra flamenca, pues de otra manera no podría seguir por ese camino.
¿Se ha marcado objetivos profesionales como guitarrista?
Mi mayor ilusión es, como la de cualquier profesional, ser guitarrista y acompañar a cantaores y bailaores. Mi meta real es poder acabar mi carrera en el Conservatorio y poder algún día ganarme la vida haciendo lo que me gusta: tocar la guitarra. También enseñar y dedicarme a la docencia, que también me gusta.
Entre sus experiencias acompañando a cantaores, recuerda en especial algún momento.
Recuerdo una boda que hubo en mi pueblo a la que asistió como invitado el cantaor Enrique Morente. Allí tuve la oportunidad de acompañarle a la guitarra. Me acuerdo que, como estaba empezando con la guitarra, estaba muy preocupada porque me costaba mucho trabajo darle los tonos; pero al final todo fue bien y él me acogió y me trató estupendamente.
PROMETEDOR FUTURO. La guitarrista Laura González.. FRANCIS VARGAS. flamenco por francisco martínez . 10-03-2004
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