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EL TIRIRI - CANTAORES/AS |
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EL TIRIRI
GABRIEL CAMPOS TORRES, cantaor gitano, más conocido en el mundo de la historia del arte del cante flamenco con el nombre artístico de EL TIRIRI, nació en Málaga en el año de 1931, y murió en su tierra natal de Málaga el día 9 de febrero de 2015. El cante le viene de familia, ya que es hermano del Ronco, sobrino de la Pirula y primo de la Cañeta Se forjó en los cuadros flamencos de la Taberna Gitana de Málaga cantándole, entre otros, a su compadre Pepito Vargas También trabajó durante muchos años en el ballet de Miguel de los Reyes, pero la mayor parte de su carrera la ha dedicado a las fiestas privadas, en las que él mismo afirma sentirse más a gusto que en ningún sitio Tiene una especial sensibilidad para las bulerías, los tangos y los fandangos
La cultura árabe
ha dejado un legado muy extenso |
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Nació en calle Zurradores, en una familia gitana y flamenca. Su padre Manuel
Campos fue cantaor; al igual que su tía Dolores Campos 'La Pirula' y su prima es
La Cañeta, además de su hermano Ronco. Era una voz habitual en las salas de
fiesta de los años dorados de la Costa del Sol, trabajó en el ballet de Miguel
de los Reyes y durante años fue la voz de la mítica Taberna Gitana. Tenía el
reconocimiento del público en las muchas fiestas privadas que protagonizó, y
también de la calle, que le reconocía en sus paseos por el centro de Málaga. Los
tangos y las bulerías eran sus especialidades.
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El Tiriri, tocado por la gracia
El cantaor
Gabriel Campos, último testigo de la Málaga flamenca y figura clave de la Gran
Taberna Gitana, murió este lunes poco antes de cumplir 80 años.
En
el homenaje a su figura celebrado hace dos años en el Corralón de Santa Sofía de
El Perchel, dentro de la Bienal de Flamenco de Málaga, Gabriel Campos El Tiriri
habló así: "Gracias a Dios, a la Virgen del Carmen y a mi Cautivo, me han hecho
muchos homenajes y muchas cosas. Me conocen en Sevilla, en Madrid, en Jerez, en
Huelva. A donde voy, todo el mundo me quiere. Será por algo. Pero, por encima de
todo, adoro Málaga. Aquí tengo muchos amigos, muchos señoritos que ya han
fallecido. Y, por suerte o por desgracia, cuando voy por la calle Larios, la
gente dice 'Por ahí va El Tiriri'. Cuando me han hecho homenajes han venido
todos los artistas. Camarón vino cinco veces. Por entonces cobraba dos millones,
y a mí no me cobró una peseta. Ahora, sólo quiero que Dios me ampare". Era
verdad: Camarón de la Isla le quería. Cuando el genio venía a la Gran Taberna
Gitana a aprender la forma malagueña de hacer y decir el cante, adoptó enseguida
a este gitano menuíllo y tocado por la gracia, que entonces era allí primera
figura, como maestro. También los Habichuela le admiraban en Granada, y en el
jerezano Barrio de Santiago le tenían por uno de los suyos. Gabriel Campos murió
ayer. El próximo 1 de mayo habría cumplido 80 años. Los últimos tiempos se
habían mostrado ingratos, a cuenta de la enfermedad que se lo ha terminado
llevando, las penurias económicas y los problemas familiares. Antes del citado
homenaje, allá por 2009, la Diputación organizó un concierto benéfico con
distintos artistas con el fin de extraer fondos para su manutención. Hasta no
hace mucho, era habitual encontrarlo en la calle Larios, paseando, saludando a
cómplices y amigos y arrimándose a las mesas de Lepanto y Moka para ver si
alguien se dejaba caer con una convidá. Ahora, El Tiriri descansa en paz. Y con
él, una manera única de entender el flamenco, ligada a una ciudad que ya no
existe, la de la Trinidad y El Perchel, la de los corralones, la mecida en el
ángel mítico de El Piyayo, la de la combustión espontánea, de la que apenas
quedan ya testigos, más allá de Pepito Vargas y La Cañeta. Este mundo ya no era
el de El Tiriri. Pero su reino sí seguía siendo de este mundo. Vino al mundo
Gabriel Campos en la calle Zurradores, hijo, sobrino y primo de cantaores y
artistas. Se casó con Josefa Reyes Porras, prima hermana de La Repompa. Despuntó
en los hoteles de Torremolinos, ya a finales de los años 50, cuando el milagro
turístico era aún incipiente, aunque tuvo en El Pimpi su plaza fuerte en la
capital. Actuó en Canarias con Pepito Vargas, y en Melilla con El Galleta. La
Taberna Flamenca, en la Plaza de las Flores, le propició su consagración; pero
fue en la Gran Taberna Gitana donde se convirtió en institución y donde, durante
casi diez años, ganó la admiración de los maestros que venían desde toda España
a comprobar el portento de la Málaga cantaora. No desdeñaba las fiestas
privadas, ni las llamadas de los señoritos, a los que siempre mostró respeto; es
más, a menudo afirmó que las prefería. Pero también cantó para Miguel de los
Reyes, y de la mano de Alfonso Queipo de Llano actuó en Japón, en Cuba, en
tantos lugares. Cuando el esplendor empezó a remitir siguió siendo un habitual
en las peñas, en los festivales, en la Feria, en más de una juerga improvisada.
Armaba la de Dios por bulerías, claro, pero decía bien la soleá y la seguiriya,
y por fandangos nunca se salía de Málaga. Siempre presumía de sus amigos, de
Antonio Banderas, de Chiquito. Frente a la rigurosa escuela de Juan Breva, El
Tiriri prefería la performance: cantaba y atizaba todos los demonios, sin
estarse quieto pero sin desviarse del tono más allá de los estrictamente
necesario. Era, en este sentido, la personificación del artista; pero, también,
el depositario de una memoria viva, contenida en el cante, que ya se ha perdido
también, quién sabe si para siempre. Porque el flamenco, y seguramente gracias a
Dios, ya es, sin más remedio, otra cosa. En declaraciones recogidas por Europa
Press, Gonzalo Rojo rememoró ayer que El Tiriri iba siempre con "los zapatos
limpios y su camisa de flores". Y el alcalde, Francisco de la Torre, le recordó
como "una persona entrañable, muy querida, muy popular y muy presente en la vida
en general de Málaga". Vendrán más homenajes, seguro. Pero el olvido no tardará
en cumplir lo suyo. Salvo que alguien se dé por aludido.
Pablo Bujalance / Málaga | Actualizado 10.02.2015 - El Tiriri, en la calle
Larios, entre Antonio Carmona y Juan Habichuela. / M. H.
La voz de El Tiriri suena de nuevo
El álbum, que se
presenta este miércoles, recoge las bulerías, fandangos y tangos que le
convirtieron en una de las principales figuras del estilo festero. La Bienal de
Flamenco publica un disco póstumo con una selección de los cantes del artista
malagueño
Era
una figura del cante jondo, pero también se ganó un hueco en la galería de
'personajes de Málaga'. Si alguien le buscaba, le encontraba en los alrededores
de Larios y la plaza de la Constitución con una taleguita en la que guardaba sus
casetes, primero, y sus CD, después, para vendérselos a sus amistades y a quien
se cruzara en el camino. Era un buen negociante. Hace muchos meses que El Tiriri
andaba detrás de una nueva grabación de sus cantes para añadirla a esa bolsa y
seguir «buscándose la vida», como recuerdan los suyos. Y estaba en proyecto,
existía la intención de hacerla, pero el pasado febrero el flamenco perdió a ese
cantante menudo que alegraba las fiestas a ritmo de bulerías y fandangos. La
Bienal de Arte Flamenco de Málaga, dependiente de la Diputación, retoma ahora
aquella idea y reedita letrillas de El Tiriri en un disco póstumo. Llega tarde
para que Gabriel Campos lo ofrezca a los clientes del Café Central, pero a
tiempo para que no se olvide la voz de El Tiriri. La Bienal recopila temas del
cantaor malagueño en una nueva publicación de la colección 'El canario más
sonoro', un catálogo que puso en marcha la anterior corporación provincial
dirigida por Salvador Pendón. Este será el volumen diez y el primero que lanza
la Bienal de Flamenco de Málaga. Flamencólogos, amigos y familiares presentarán
el álbum este miércoles en el Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia
(calle Ollerías, 34), dentro del ciclo 'Más sobre flamenco'. Como indica el
flamencólogo Gonzalo Rojo, encargado de la selección del contenido, el disco
tiene un alto «valor sentimental» pero también musical por la manera de cantar
de El Tiriri y por el «acompañamiento de primer orden» que llevaba en la
grabación original. Guitarras tan señaladas como las de Juan Habichuela, Paco
Cepero, Tomatito, Juan Marote, José Juan Pantoja, Niño de Pura y Juani Santiago
buscaron un hueco en sus agendas para tocar al compás de El Tiriri. Sus cuerdas
se escuchan en los once primeros temas de esta nueva publicación rescatados del
disco 'Málaga con el cante de El Tiriri', lanzado en 1998. En él colaboraron
Pansequito y Aurora Vargas y ponían las palmas Yaya y Kiko Campos, su hijo. El
nuevo álbum se completa con cuatro temas extraídos de una cinta casete grabada
varios años antes. En el disco queda patente la habilidad de esta voz gitana
para los cantes festeros. Bulerías como 'Al Cautivo' o 'Me olvidé de ti'; tangos
como 'A Jesús Nazareno' y 'Yo vendo flores bonitas', y fandangos como 'A mis
amigos los famosos' le hicieron destacar con ingeniosas y divertidas letrillas
propias y otras que tomaba prestadas de la sabiduría popular. «Me acuerdo de una
ocasión en la que fuimos a Jerez, al barrio de Santiago, e hizo cerca de 50
letras por bulerías. ¡Imagínate! Me quedé alucinado», recuerda Kiko, su hijo,
que desde pequeño le acompañó en los tablaos. El álbum, editado por Cambayá
Antequera Records, se completa con seguirillas, alegrías y soleás. En los
estudios antequeranos han 'limpiado' y digitalizado todos los cortes de audio
aplicando las últimas tecnologías en sonido. Se lanzarán un total de mil copias,
de las que una parte irá a la familia y otra a la Diputación de Málaga, que las
distribuirá entre expertos flamencos y atenciones protocolarias de la propia
Bienal. El disco que ahora se publica es un homenaje póstumo a uno de los
artistas malagueños más homenajeados en vida. Amigos y aficionados al flamenco
se unieron en muchas ocasiones para rendir tributo al artista en peñas y galas.
La última vez, en la anterior Bienal de Flamenco, donde se arrancó a cantar ante
la sorpresa de todos -hacía tiempo que no se le oía- en el escenario instalado
en el Corralón de Santa Sofía. «Quedará siempre en el recuerdo. Porque, ¿quién
no quería al Tiriri si al Tiriri lo quiere todo el mundo?», expresa emocionado
su hijo.
Regina Sotorrío | MÁLAGA. 15 septiembre 2015 - El Tiriri falleció el
pasado mes de febrero a los 83 años. / Sur
Escuchar los cantes de Málaga |
Recuerdo de Málaga |
1-Calixto Sánchez (Malagueña de la Trini y Verdial de Velez) |
VIDEO |
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Homenaje a
El Tiriri |
Recopilación de José Maria Ruiz Fuentes |
El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |