NIÑA DE LA ALFALFA
ROCIO VEGA FARFÁN, cantaora paya, se conoce mayormente en el mundo del arte flamenco con el nombre artístico de NIÑA DE LA ALFALFA, originado por su vecindad en el barrio sevillano de ese nombre donde nació en Santiponce (Sevilla), en el año de 1895, y murió en Sevilla, en el 1975. En su juventud fue cantante de ópera y zarzuela, destacando después como intérprete de algunos estilos flamencos, especialmente en las saetas, por el que compitió con los más sobresalientes intérpretes al paso de las procesiones de la Semana Santa Sevillana y de otras ciudades andaluzas, la mayoría de las ocasiones alternando con Manuel Centeno.
Tenía una voz prodigiosa
muy flamenca dulce y fina,
hacia sentir tanto el cante
con buen paladar y dulzura,
Transmitiéndoselo a la gente
con la mayor grandeza
para todo el buen aficionao
de España y el mundo entero.
En 1916, cantó en la Feria de Sevilla para el rey Alfonso XIII, quien la nombró ¿reina de las saetas», en la caseta del Círculo de Labradores. Desde aquella fecha hasta sus últimos años, su presencia en los balcones sevillanos durante la Semana de Pasión fue constante. Tomó parte en distintos espectáculos, entre ellos, en 1947, en Pasan las coplas, con Pepe Marchena.
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Ha grabado en disco y creado escuela saetera. Antes de su
muerte, el Ayuntamiento de Sevilla le tributó un homenaje,
consistente en la colocación de una placa en la casa donde
vivió. Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, le escribieron los
siguientes versos en su abanico: «Es tu saeta canción, I que
hasta el cielo se levanta, / grito de tu corazón, / que al pasar
por tu garganta / se convierte en oración».
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