GUILLERMO CANO
GUILLERMO CANO, cantor payo, más conocido por su propio nombre artístico de GUILLERMO CANO, nació en Bollullos Par del Condado (Huelva) en el año de 1973, se inicia en el mundo del flamenco en su pueblo natal, en 2002. Abandona paulatinamente la pintura para dedicarse por entero al cante, inspirado por maestros como Manuel Vallejo, Juan Breva, Pepe Marchena, El Carbonerillo, La Niña de los Peines o Tomas Pavón. Participa en distintos concursos y resulta galardonado con premios como la Volaera Flamenca de Loja, un primer premio en el Festival del Cante de las Minas de La Unión y el Frasquito Yerbagüena en Granada durante 2002.
Cantaor que nace para triunfar,
entre los grandes es el mejor,
con mucha sabiduría y arte
se lleva la lámpara de la Unión,
para orgullo de todo su pueblo
Bollullos Par del Condado,
y para toda la buena afición,
manteniéndose con el flamenco
como un perfecto maestro,
para la grandeza de España
como para el mundo entero.
Al año siguiente consigue el primer premio de la Soleá de Triana en Sevilla, el de Campanillas (Málaga), el premio por tarantas y por cartageneras en La Unión, y el de malagueñas en el Concurso de Cante Jondo Antonio Mairena. Con estas credenciales, comienza en 2004 a actuar en distintos escenarios españoles, además de realizar el circuito de la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla. En 2005 actuó en el espectáculo ‘Jóvenes flamencos’ junto a artistas como La Tremendita y Rocío Molina, en varias ciudades mexicanas y españolas. Participó en la Bienal de Flamenco de Sevilla 2006. En 2007 publica su disco en solitario ‘Rincón del pensamiento’. El cantaor Guillermo Cano reivindica las raíces del flamenco en su primer disco, 'Rincón del pensamiento'
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Desde entonces, Cano no ha dejado de acumular parabienes y
galardones, además de girar por prácticamente todo el país. En
2005, además, actuó con gran éxito en Jóvenes flamencos,
espectáculo con el que viajó por México y España junto a otros
artistas como La Tremendita y Rocío Molina; y en 2006, participó
en la XIV Bienal de Flamenco celebrada en Sevilla. El flamenco
ha evolucionado con el tiempo, tendiendo puentes hacia otros
géneros, introduciendo instrumentos poco convencionales o
explotando sus palos más accesibles para aproximarse al gran
público. Sin embargo, tarde o temprano, los ciclos siempre
acaban por completarse y surgen, en ese momento, nuevas voces
dispuestas a bucear en la tradición y reivindicar las raíces.
Es el caso del onubense Guillermo Cano, el único cantaor de
esta generación que ha recuperado el sonido de los años 30. Y el
único, tal vez, que cuando sube a un escenario es capaz de
remover la nostalgia de los aficionados por figuras clásicas de
la talla de Juan Breva, Pepe Marchena o la Niña de los Peines.
Genio y figura, Guillermo Cano ha logrado revivir la edad dorada
del flamenco para que este género pueda seguir creciendo,
concluyeron las mismas fuentes
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Guillermo
Cano se mete en el alma del fandango
El
cantaor onubense publica su segunda grabación, titulada 'Cinco
versos y un corazón'
Dentro de la nueva generación de cantaores, incluso entre
aquellos formados en el respeto a los maestros y a la tradición,
no es extraña la producción de obras que se salen del patrón
habitual de una serie de estilos interpretados con más o menos
arreglos. Viene la observación al hilo del segundo disco del
cantaor onubense Guillermo Cano, en el que nos presenta una obra
que podríamos calificar como conceptual, al estar compuesta de
catorce cantes que son a la vez poemas y que se interpretan a
través de distintas variantes de un solo estilo flamenco: el
fandango. Del cantaor Guillermo Cano (Bollullos par del
Condado, Huelva, 1973) tuvimos noticia, debido a sus notorias
actuaciones en directo, mucho antes de su primera grabación,
Rincón del pensamiento (Pasarela, 2007), que fue reconocido como
el mejor disco de cante revelación de aquel año en los Premios
Flamenco Hoy que otorga la crítica especializada. Antes se había
alzado con otros galardones como la Volaera Flamenca de Loja o
un primer premio en el Festival de Cante de las Minas de La
Unión (Murcia). Con un registro de voz de las denominadas laína,
Cano remite a las fuentes de cantaores como Manuel Vallejo, Pepe
Marchena, o los Pavones (Pastora y Tomás); y forma grupo con
otros onubenses como Arcángel o Argentina, artistas que están
relanzando la tradición flamenca de la provincia más occidental
de Andalucía. Una tierra donde tantos cantan fandangos y con una
filosofía tal que, para los extraños a ella, nos puede resultar
difícil comprender un disco como este. Porque, en la segunda
grabación de Cano, titulada Cinco versos y un corazón
(Pasarela), se entrega a la audacia expresiva de contar
solamente con el patrón fandango como cauce a una serie de
poemas que firma, mayormente, Caraqueño -un reconocido poeta y
letrista que conocíamos de algún trabajo de Arcángel- y el
propio cantaor, con un par de aportaciones. Si alguien dijo que
los fandangos tenían que decirse como sentencias, en esta
colección se encuentra plasmada esta filosofía de forma rotunda.
Nos encontramos con un ancho universo de sentimientos,
sensaciones y pensamientos que, en forma de poemas, toman los
aires huelvanos de Alonso o los identificados con Niño Gloria,
Vallejo, Antonio Rengel o Niño León, junto a los fandangos
personales que suponen la mitad de los contenidos en la
grabación. En esta nueva propuesta, Guillermo Cano cuenta con la
producción musical del citado Caraqueño y el guitarrista Paco
Cruzado, que lo acompaña en media docena de temas. El resto de
ellos corre a cargo de los también guitarristas José Luis
Rodríguez, Antonio Deteley y el gaditano Ricardo Rivera.
| Actualizado 06.07.2009
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Homenaje a Guillermo Cano |
Datos recopilados de varias fuentes, poema de José Maria Ruiz Fuentes |
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