MANOLO EL MÁLAGUEÑO
MANUEL PENDÓN RODRÍGUEZ, cantaor payo, más conocido en el mundo artístico con el nombre de MANOLO EL MÁLAGUEÑO, por haber nacido en Málaga en el año de 1912, y murió en Sevilla en el año de 1975. Inicio su carrera artística como cantaor cancionero en Andujar (Jaén), en el año de 1930, actuando también con mucha frecuencia en Córdoba
Manolo el Malagueño en la historia quedo,
como un buen recuerdo para toda la afición,
sus cantes eran dulces como un bello amor
que se sentía muy adentro del corazón,
en su estilo por milongas nadie lo supero
por su voz bella y dulce con mucha pasión,
que sabia transmitir las penas y el dolor,
para quedar atento escuchando su canción
Trazar en unas breves líneas la semblanza de un artista de la talla de Manolo «El Malagueño» no es fácil. En todo caso, más que de biógrafos sería tarea propia de poetas, porque sólo los poetas podrían intentar decirnos el por qué de las emociones que su cante suscita y si en su arte influyó, y hasta qué punto, el medio ambiente de la tierra que le vio nacer: Málaga, donde y ya nos acercamos a la poesía «crece la caña y se endulza, la chirimoya y se cimbrean sin miedo las palmeras más ; Málaga, la de olor a mar y jazmines; Málaga, «donde el aire no pesa y la vida corre como la brisa sobre el agua, con un escalofrío de gusto». Porque a todo esto sabe el cante de «El Malagueño» que, nacido en la ciudad del sol, un día de primavera, vivió en ella los primeros años de su niñez para trasladarse más tarde a otra ciudad que imprimiría reciedumbre a su carácter: Córdoba, «la pagana y milagrosa». Allí, solicitado por sus amistades,
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Manolo empezó a cantar por el simple placer de hacerlo, hasta
que en 1943, Pepe Marchena, maestro de maestros y conocedor de
la valía del mozo malagueño, le hizo debutar como profesional en
el Teatro Fontalba de Madrid, con un súper-espectáculo titulado
«La encontré en la serranía», siendo su primer empresario don
Enrique Rambal. El éxito fue arrollador y Manolo «El Malagueño»
recuerda siempre una agradable anécdota de por aquel entonces.
Una mañana, don Jacinto Benavente coincidió con él en una
cafetería, y al ver que estaba tomando leche y galletas, exclamó
a modo de saludo: « ¡Pero, Manolo! Creí que desayunabas con
ruiseñores... » Han transcurrido los años y el triunfo ha sido
siempre el compañero fiel de la carrera de Manolo «El
Malagueño». El disco que tiene en sus manos es un excelente
muestrario de su arte singular que le permite mantenerse en el
pináculo de la fama y, desde luego, su mejor tarjeta de visita.
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Manolo el Malagueño era un cantaor de cante dulce, su maestro
Pepe Marchena era su cantaor más preferido para imitar sus estilos desde sus
principios, luego fue tomando otros aires preferentes dedicados a la canción,
teniendo mucho éxito, siendo muy admirado por la mayoría del publico de su
época, en la radio era muy solicitados sus discos para las dedicatorias de
entonces. Tuve la ocasión de verle actuar varias veces en el famoso Circo Price
de Madrid, siempre acompañado con un buen elenco de cantaores de su mejor época.
Este disco que pongo para que escuchéis tuvo mucho éxito y era muy solicitado
por todos los públicos, aquí en este disco Manolo el Malagueño solía dedicárselo
a Pastora Pavón /Niña de los Peines)
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MANOLO EL MALAGUEÑO, grabo con las más importantes compañías
discográficas, tiene una amplia discografía dignas de tener en cuenta, este
disco microsurco que grabo con la casa o Discophon año 1963, contiene los
siguientes temas, Mi amor en Portugal (Portuguesiña), se mete entre los
zarzales (Fandangos), El niño perdido ( Milonga y fandango), Celos de espuma
(Milonga) , Guitarra Pepe Haro,
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El
niño perdido |
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Datos inclusivos de José Maria Ruiz Fuentes, audio, poema y postales de el Arte de Vivir el Flamenco |
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