LUÍS CABALLERO
LUÍS CABALLERO POLO, uno de los cantaores payos
con mucho arte y sabiduría, se le conoce con el nombre de LUÍS CABALLERO, nació
en Aznalcóllar (Sevilla) el día 27 de Febrero en el año de 1919,
y murió en Mairena del Aljarafe el 24 de junio de
2010.
Su carrera está marcada por la
guerra civil. Republicano, fue condenado a la pena de muerte, pena que él logró
esquivar, pero no su padre. Pasó largos años de cautiverio.
Durante la guerra pasó serios problemas con el régimen y no pudo destacar como
artista hasta su finalización.
A partir de los
años cincuenta pudo empezar a trabajar, aunque no como un profesional al uso,
sino como un aficionado profundamente interesado por su arte.
Luis Caballero con su Arte
conquisto el mundo entero,
Sevilla y toda España entera
orgullosa esta de tener a D. Luis,
cantaor de una grandeza
que jamás volverá a nacer,
su arte y sabiduría es tan grande,
que todos los buenos aficionaos
le rinden el mayor homenaje.
Son conocidos sus estudios sobre el flamenco y
sus intervenciones en un programa radiofónico en Sevilla con el "doctor Rafael
Belmonte". No posee una muy extensa discografía, pero sí de calidad.
Junto a Antonio Mairena y a Naranjito de Triana grabó la “Misa flamenca”. Tiene
un repertorio amplísimo, pues es conocedor de todos los cantes. También
desarrolla una importante faceta como escritor y estudioso de la historia del
flamenco. Ha grabado importantes discos.
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Luis Caballero es un maestro del cante, realiza conferencias
y escribe libros donde nos cuenta la vida real del flamenco, con su anécdotas
vividas a lo largo de su carrera artística, es un gran profesional de nuestra
cultura flamenca, como un cantaor conocedor de todos los estilos, con una
perfección impresionante, con mucha sabiduría y una voz muy flamenca de gran
transmisión.
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Muere Luís
Caballero, gran cantaor e intelectual
El
cante estilizado, medido, analítico y crucial de Luis Caballero Polo, el decano
de los cantaores jondos junto con Curro de Utrera, apagó ayer su última luz. El
de Aznalcóllar llevaba años sin esbozar su petenera. Pero aún quedaba en el
ambiente flamenco el hilo de su inmensurable conocimiento. Hasta que ha logrado
que la petenera se la canten a él. Luis Caballero ha muerto casi en el olvido,
azotado por la crueldad de la desmemoria. Con 91 años de vida y siglos de
historia a sus espaldas. Porque el maestro espigado de pelo blanco que
revolucionó el flamenco a través de la radio junto con Rafael Belmonte lo había
visto todo. Se crió en Huelva y llegó a la convicción de que el origen del cante
estaba en el fandango. Este estilo hizo grande, precisamente, a su cuñado, Pepe Aznalcóllar, de cuya fuente bebió Luis hasta dar con su jugo propio en Triana,
donde vivió para los restos a partir de los cincuenta. Allí recogió toda la
información necesaria para convertirse en el primer cantaor capaz de escribir
libros sobre el género. Incluso llegó a convertirse en un interesante
articulista de prensa, en un conferenciante de prestigio y en un investigador
impagable. En la Tertulia Flamenca de Radio Sevilla, con Antonio Mairena y
Naranjito de Triana, gestó la primera «Misa Flamenca» que se cantó en una
iglesia, hito por el que se le concedió el premio Ondas. Y no hay biblioteca
flamenca que se precie que pueda prescindir de sus libros «¿Somos o no somos
andaluces?», «Por entre la paz, la guerra y el cante», «Historia de flamencos y
flamencos de historia» o «Sevilla entre otras divagaciones flamencas». Pero
ahora, cuando su cuerpo aún yace en el tanatorio de La Estrella, en Coria, a la
espera de recibir hoy sepultura, hay que estremecerse ante la premonición que
hizo en su último disco, «La resurrección de mi voz cantada». En efecto, Luis
Caballero estará siempre vivo en los surcos del vinilo.
Alberto garcía reyes / Sevilla. Día 25/06/2010 – foto de DÍAZ JAPÓN Luis
Caballero.
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datos biográficos y poema de José Maria Ruiz Fuentes |
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