PERRATE
DE UTRERA
JOSÉ FERNÁNDEZ
GRANADOS, cantaor gitano, más conocido con el nombre artístico de PERRATE DE
UTRERA, nació en Utrera (Sevilla)
el 9 de junio de 1915 y murió
en Dos Hermanas (Hospital del Tomillar) el 12 de octubre de 1992.
Hermano de de la gran cantaora Maria la Perrata, su familia se vivió siempre
intensamente el cante. Cantaor de culto para los aficionados de ley al cante
añejo, era un soñador de lo jondo. Habiendo pasado las dos últimas décadas de su
vida inválido en un silla de ruedas, decía que cantaba para él en sueños. Jamás
olvidó su condición de gitano y estaba orgulloso de serlo.
Utrera
siempre lo recordara,
cuando por sus plazas y sus calles
se le veía al Perrate caminar,
entre toda su gente era el gitano
que mejor decía el cante,
todos los buenos aficionados
lo tendrán siempre en el recuerdo,
porque saben que fue el gitano
que mejor decía el cante,
nadie de su propia tierra,
pudo jamás compárasele.
Es probable que empezara a cantar de la mano de su abuelo, del que poco se sabe. Ya de joven cantó en muchas fiestas de Utrera, sobre todo familiares, como bautizos. En los años 40 se casó con Tomasa Soto, la hija mayor de Manuel Torre. Actuó siendo un adolescente en el Kursaal de Sevilla y en el circo Bolsa. Luego pasó al Guajiro, donde compartió escenario con El Chocolate, Matilde Coral, Trini España y Farruco. Posteriormente se desplazó a Madrid, a los tablaos El Duende y Los Califas. Pero al poco tiempo volvió a Utrera. Destacó por soleá, seguiriya y bulerías. Se hizo adalid de los cantes por soleá de la Serneta y de José Yllanda, que aunque era de Andujar estuvo mucho tiempo afincado en Utrera. Tomó parte en los primeros festivales, como el Potaje de localidad natal, el Gazpacho de Morón, la Caracolá de Lebrija o la Reunión del Cante Jondo de la Puebla. A finales de los sesenta una enfermedad le provocó una paraplejia que los desplazó a una silla de ruedas. A partir de aquí le llegaron muchos reconocimientos, a todas luces justos, algo que se puede comprobar escuchando su discografía.
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Orgulloso de ser gitano -"Ser
gitano es sentirlo y llevarlo en la sangre"-, decía que a los de su raza Dios
les había dado el don del duende: "Dios le dio el color moreno al cante...".
Hizo siempre un cante de gran pureza, añejo, y fue un verdadero soñador de lo
jondo, pues habiendo pasado las dos últimas décadas de su vida inválido en una
silla de ruedas, decía que cantaba "para él" en sueños: "Yo lloro tós los días.
Y canto toas las noches. Pa mí. Cuando me desvelo por las noches, canto por
soleá. Y en sueños hago las siguiriyas, la soleá y las bulerías pa escuchar, que
son los cantes de los gitanos".
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El sello discográfico RTVE Música inicia con estos dos volúmenes una
recuperación de los archivos sonoros del flamenco, pertenecientes a diversas
épocas. La riqueza de los fondos que protege la radiotelevisión pública, ha dado
paso a lo largo del tiempo a la acumulación de un patrimonio de incalculable
trascendencia. Tanto Televisión Española (TVE) como Radio Nacional de España
(RNE) son depositarias de un prestigioso legado cultural, cuyo beneficiario, en
una encomiable labor de difusión, es un arte ya mayoritario e internacional,
cada vez más extendido y mejor conocido en todo el mundo. Para su estreno, la
colección ha rescatado algunos pasajes de la emblemática serie de TVE "Rito y
Geografía del Cante", grabada y filmada entre 1971 y 1973 En documentos de gran
valor histórico y musical, sometidos a un proceso de restauración, podemos
encontrar la voces reveladoras de los dos grandes maestros de entonces, Antonio
Mairena y Manolo Caracol, junto a las de Perrate de Utrera y Terremoto de Jerez,
todas ellas con las espléndidas guitarras de Melchor de Marchena, Diego de El
Gastor, Manuel Morao y Enrique de Melchor.
José María Velázquez Gaztelu
Centenario
de Perrate
Un ciclo recuerda
el legado de este artista artista utrerano que dejó huella en la soleá y las
bulerías
Perrate
de Utrera es el nombre artístico de José Fernández Gradados, nacido en 1915 en
la localidad sevillana que llevó como nombre artístico. Hermano de La Perrata,
padre de Gaspar y Tomás de Perrate, yerno de Manuel Torre. Tío de Gaspar de
Utrera, El Lebrijano y Pedro Peña y tío abuelo de Pedro María Peña y Dorantes.
Según sus propias declaraciones, era descendiente de la Serneta. Es, en palabras
de su paisano Manuel Peña, "el cantaor más largo, más completo y más rico de
matices de cuantos ha parido Utrera". No se hizo profesional hasta una avanzada
edad, alternando en su juventud y primera madurez los oficios de sillero, que
aprendió de su padre, y jornalero agrícola. En 1951 se suma al elenco del tablao
sevillano El Guajiro, en Los Remedios, donde comparte escenario con El
Chocolate, Matilde Coral, Pepa Coral, Trini España, Farruco y Manuela Vargas,
entre otros. Cobraba 30 duros. Hacia 1953 pasa a Madrid, a los tablaos El
Duende, propiedad de Gitanillo de Triana, donde alterna con Pastora Imperio y El
Califa, Torres Bermejas, El Boquerón de Plata y el Circo Price. Canta para el
baile y en fiestas. Pero pronto regresa a Utrera. Canta en fiestas, ventas y en
la Feria de Sevilla. De 1957 data su primera participación en el Potaje de
Utrera, festival al que volverá en 1958, 1965, 1966,1969 y 1990, año en el que
fue homenajeado. Participa en diferentes festivales andaluces: Concurso de Cante
Grande y Festival de Cante Grande de Écija (1961, 1962), Festival de
España-Jerez y II Curso Internacional de Arte Flamenco de Jerez (1962, 1964),
Gazpacho de Morón (1963, 1964, 1965, 1966, 1968), Festival de Cante Jondo de
Mairena del Alcor (1965, 1966), Caracolá de Lebrija (1966, 1967, 1968), Festival
de Cante Jondo de La Puebla de Cazalla (1967), la Fiesta del Algodón (Utrera,
1963). El 6 de marzo de 1970, poco antes de la Feria de Sevilla, es sometido a
una operación de médula cervical que lo deja postrado, parapléjico. Desde ese
momento su arte queda limitado a algunas intervenciones en TVE, dentro del
programa Rito y geografía del cante, que le dedicaría un capítulo completo, y
algunos homenajes del que fue beneficiario. Murió el 12 de octubre de 1992 en el
Hospital El Tomillar de Dos Hermanas, después de permanecer dos décadas en una
silla de ruedas. Algunos de sus hijos fueron artistas flamencos, como Gaspar o
el malogrado guitarrista Diego, pero ha sido Tomás de Perrate el que más largo
recorrido artístico ha tenido. Aunque se da la curiosa circunstancia de que
Tomás de Perrate se hizo cantaor cuando su padre murió. Su discografía es más
escasa de lo que nos gustaría y apenas cuenta con un disco en solitario,
compuesto en realidad en 1997 a partir de actuaciones en vivo en los años 60,
con la guitarra de Diego del Gastor. El álbum lo editó la discográfica Senador
con el nombre del cantaor como único reclamo. Es sin duda lo mejor de su legado,
lo que lo convierte en un cantaor fundamental en la historia de lo jondo. Si en
disco apenas había registrado soleares, seguiriyas, tangos y bulerías, en sus
registros en vivo podemos apreciar que su repertorio se amplía hasta las
cantiñas, los fandangos, los tarantos, etcétera. Su influencia en la soleá de
Utrera es más que notable, de manera que es considerado por algunos como el más
genunino intérprete de este cante. Dominó además otros estilos de soleá,
fundamentalmente los de Triana y Alcalá de Guadaíra. Por seguiriyas se muestra
como seguidor de Juan Talegas y de su maestro confeso, Antonio Mairena. Pero su
influencia mayor se cifra en la bulería, estilo donde impuso ese ritmo demorado,
pastueño, que es hoy seña de identidad del cante de su tierra. Lo mismo podemos
decir de la canción por bulerías, en el que fue un verdadero maestro. En los 60
participó en algunos discos colectivos, como el famoso Archivo del cante
flamenco (1968) de Vergara, producido por José Manuel Caballero Bonald y con la
guitarra de Eduardo de la Malena. Grabó dos tandas de soleares y unas seguiriyas.
Ese mismo año participó en la obra de estudio Potaje gitano de Utrera con
soleares, bulerías y seguiriyas con la guitarra, entre otras, de Juan
Habichuela. Algunas de las grabaciones realizadas en los 60 para el Archivo -y
finalmente descartadas- aparecen en los 70. Su cante también aparece en En la
raíz del cante (Pasarela, 1987). Perrate eclosiona con el mairenismo, en
paralelo al cambio estético de los 60, cuando el gusto cambia de las voces
líricas a estilos más primitivistas. Por eso hace carrera cuando ya está maduro
como cantaor y como ser humano, eclosiona al tiempo que las hermanas Fernanda y
Bernarda de Utrera, Periñaca, Joselero o Talegas. Podemos hablar de un antes y
un después del accidente. El Perrate de los años 60 es un cantaor maravilloso.
Natural, estilista, sin excesos ni falsos arcaísmos. Marcó tendencias con su
forma de hacer la bulería reposada y de tercios interminables. En los 70 podría
haber redefinido su repertorio hacia estilos más ligeros, pero no lo hizo., De
participar en los principales festivales de Sevilla y Jerez en los 60, pasó a
dejar radicalmente de hacerlo en los 70 y se eclipsa poco a poco. De haber
estado sano, habría grabado discos en solitario como hicieron otros intérpretes
que se destaparon con el Archivo del cante flamenco de Vergara: Joselero, Curro
Mairena, Juan Talegas, La Periñaca... Y habría sido una estrella de los
festivales.Con motivo del centenario de su nacimiento la Federación de Peñas y
la Diputación le dedican un ciclo de recitales de cante, baile y conferencias.
El programa de actuaciones puede consultarse en
www.sevillafederacionflamenca.es.
Juan Vergillos | Actualizado 12.04.2015 - José Fernández Granados (1915 - 1992),
conocido
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