ENRIQUE FERRER

ENRIQUE FERRER, tenor, más conocido en el mundo de la historia de la opera con su propio nombre artístico de  ENRIQUE FERRER, nació en Madrid el día 18 de Septiembre del año de 1971. Comienza sus estudios de música coral y polifonía en el Conservatorio Profesional de Música de Getafe. Posteriormente ingresa en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, en la Cátedra de Canto de Pedro Lavirgen, bajo la tutela de María Luisa Castellanos.

En 1989 es contratado por José Tamayo para hacer giras con la Antología de la Zarzuela por España y el resto de Europa. En la temporada 1991 debuta en el Teatro Alcázar de Madrid con la Compañía de Nieves Fernández de Sevilla. Participa en las temporadas siguientes con títulos como Los gavilanes, Katiuska y Luisa Fernanda. En 1993 fue premiado en el Concurso Nacional de Canto “Ciudad de Logroño”. Un año más tarde ganó una beca de estudios del Teatro de Opera de la Academy of Vocal Arts de Philadelphia (EE.UU.).

Perfecciona sus condiciones artísticas y musicales interpretando las óperas Falstaf, Don Giovanni, Così fan tutte y Don Pasquale, así como distintos conciertos y oratorios, destacando El Mesías en la Universidad de Villanova, de New Jersey, además de varios conciertos de música española y zarzuela en el Carnegie Hall de Nueva York. En 1995 debuta en el Centro Cultural de la Villa de Madrid con la ópera española Don Gil de Alcalá y posteriormente en el Teatro Colón de Bogotá con una nueva producción de Luisa Fernanda por la obtuvo gran éxito de público y crítica. En ese mismo año fue seleccionado como finalista en el Concurso Internacional de Canto “Luciano Pavarotti”, en Philadelphia, y obtuvo el Tercer Premio en el Concurso Internacional de Canto “Jaime Aragall”, en Barcelona.

En 1996 interviene en la recuperación del sainete lírico Me llaman la presumida, producción de Gustavo Tambascio para Madrid Género Lírico. En 1997 intervino en la Carmen que inauguró el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera. En la misma temporada es llamado por Emilio Sagi para debutar en el Teatro de La Zarzuela con El Rey que rabió. En 1997 interviene en la temporada de ópera de Sabadell. En 1998, y de la mano de Plácido Domingo, debuta en el Kennedy Center de Washington con Doña Francisquita, producción del Teatro de La Zarzuela, y es elegido para interpretar La traviata, obra que interpretó posteriormente en Barcelona, con el elenco joven de la temporada siguiente.

En 2000 se traslada a Italia para preparar repertorio italiano y francés, compaginando sus estudios con diversos conciertos, destacando el Requiem de Mozart en la Iglesia de Santa María delle Grazie, de Venecia. De nuevo en España interviene en una nueva producción de Lucia Di Lammermoor dirigida por Emilio Sagi para el Teatro Campoamor de Oviedo. Realiza una gira por varios teatros nacionales con los montajes de La fama del tartanero, realizado para el Campoamor de Oviedo, y La canción del olvido y El huésped del sevillano, producciones del Teatro Villamarta de Jerez.

Desde enero de 2004 participa en todas las Galas de Zarzuela de Año Nuevo que se realizan en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, junto a otros jóvenes cantantes. Posteriormente formó parte del elenco principal de la producción de El fantasma de la ópera, de Andrew Lloy Webber, en el Teatro Lope de Vega de Madrid. En la temporada 2005 obtiene un gran éxito protagonizando en el Teatro Euskalduna de Bilbao la ópera Marina, donde repite con la opereta El murciélago, obteniendo de nuevo un gran recibimiento. En los Jardines de Sabatini interpreta, junto a Milagros Martín, Carmen González y Ricardo Muñiz, El barberillo de Lavapiés en una producción de Opera Cómica para los “Veranos de la Villa 2007”.