MOISÉS MARÍN
MOISÉS MARÍN GARCÍA, tenor, más conocido internacionalmente en el mundo de la historia de la buena música de la opera con su propio nombre artístico de MOISÉS MARÍN, nació en La Zubia (Granada), finaliza en el curso 17/18 su formación en el Centre de Perfeccionament Plácido Domingo del Palau de les Arts y es tenor habitual de las temporadas líricas del Teatro Real, Gran Teatro del Liceo, ABAO, Ópera de Oviedo y Teatro de la Maestranza de Sevilla.
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Entre sus roles debutados se encuentran Goro en Madama Butterfly, Jacquino en
Fidelio, Albazar en el Il turco in Italia, Percy en Anna Bolena bajo la batuta
del maestro Fabio Biondi y Europa Galante, Dorvil en La scala di Seta con el
maestro Alberto Zedda, Duca en Rigoletto, Nemorino en L’elisir d’amore, Don
Ottavio en Don Giovanni, Selimo en Adina y Pang en Turandot.
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En su periodo del Centre de Perfeccionament ha intervenido de forma estable en
su programación en óperas como Vespri Siciliani, Philemone und Baucis, Lucrezia
Borgia, Werther, Madame Buttefly, Peter Grimes, La Traviata, Bastian und
Bastiene, Il mondo della Luna y Tosca. Asimismo tiene la oportunidad de trabajar
técnica con artistas como Plácido Domingo, Fabio Biondi, Roberto Abbado,
Mariella Devia, Gregory Kunde, Emilio Sagi y Davide Livermore.
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Es ganador del primer premio en el Concurso Internacional de Canto ciudad de
Logroño y premio especial de Zarzuela. Ha sido alumno del bajo-barítono Carlos
Chausson y de la soprano Renata Scotto. Ha sido miembro del Opera Studio
Ensemble de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia de Roma y desde sus inicios
empieza a estudiar con la soprano Mª del Coral Morales. Actualmente sigue bajo
la tutela del aclamado bajo Eric Halfvarson.
Moisés Marín, nacido en La Zubia, es uno de los vecinos ilustres de La Zubia y cuyo nombre, actualmente, es de reconocida fama en el ámbito musical español. Lo que empezó como un hobby, pronto se convirtió en una vida, ocupada fundamentalmente en el estudio y el trabajo de la voz. Como tenor, lo hemos podido ver interpretar algunos de los papeles más importantes de las obras clásicas por excelencia.
La carrera de tenor no es un camino de rosas, pero toda la implicación, compromiso y sacrificio que implica, quedan recompensados con “los aplausos del público entusiasmado”, según reconoce el zubiense. Empecé mi formación musical cuando tenía 6 años en la Escuela de Música, cuando apenas llevaba unos años de andadura. Empecé con la flauta, pero cuando comencé mis estudios de Ingeniería de Caminos tuve que dejarlo un poco de lado porque era realmente difícil compaginar el conservatorio con la facultad. Sin embargo, no quise desvincularme del todo y comencé a cantar en coros. Poco después, me lancé e hice un master con el tenor Jaume Argall, lo que me supuso un punto de inflexión, pues descubrieron mi potencial y me animaron a seguir adelante. A partir de entonces empecé a tomármelo más en serio y a estudiar en profundidad. Me fui a Roma, a estudiar con la reconocida soprano Renata Scotto, quien ha compartido óperas con Pavarotti. La verdad que cantando consigo una expresión artística que no había conseguido nunca con la flauta, por lo que me enganché.
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Recopilación de José Maria Ruiz Fuentes, |
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