ELVIRA DE HIDALGO

ELVIRA JUANA RODRIGUEZ ROGLÁN, soprano de coloratura y maestra de canto española, más conocida mundialmente en la historia del arte de la buena música de la opera con el nombre artístico de  ELVIRA DE HIDALGO,  nació en Valderrobres, (Teruel) el día 28 de diciembre del año 1891, murió en Milán, el 21 de enero de 1980.  Fue importante representante del bel canto, con papeles como Rosina en El Barbero de Sevilla, La sonámbula, La hija del regimiento y Lucía de Lammermoor.  Como maestra, tuvo un importante papel en el renacimiento del el canto después de la segunda guerra mundial. Su alumna más célebre fue la soprano griega María Callas.


Preciosa imagen de Valderrobres reflejada en su río Matarraña.


Valderrobres Teruel, Aragón


Hija de Miguela Roglán Bel y Pedro Rodríguez Hidalgo de niña se trasladó a Barcelona, donde comenzó sus estudios de canto con Conchita Bordalba y María Barrientos. Los culminó en Milán con el maestro Melchor Vidal. En 1908, con 16 años, debutó en el Teatro di San Carlo de Nápoles, interpretando la Rosina de El barbero de Sevilla.


Se inició una brillante carrera que le llevó por los principales teatros de Italia, Europa y América. Reconocida como una de las mejores soprani d’agilitá de su época, dio vida a las protagonistas de Linda de Chamounix, Rigoletto, I Puritani, Lucía de Lammermoor, etc. El Teatro Real de Madrid también fue testigo de sus éxitos; en él actuó por última vez en 1923. Siguió actuando de forma habitual hasta 1930 y, esporádicamente, hasta 1936.

Retirada de la escena, dedicó su actividad a la enseñanza. En Atenas formó a María Callas entre los años 1938 y 1943. En 1949 pasó a Ankara, y en 1959 se estableció definitivamente en Milán. Desde 1947 ha sido reconocida sobre todo como "la maestra de la Callas".

Su personalidad de intérprete fue reconocida no solo por su preparación como soprano coloratura, sino como alguien que dotaba a sus personajes de una gran verosimilitud. Su Rosina de El Barbero de Sevilla, de Gioacchino Rossini, fue uno de los personajes mejor defendidos en los teatros de Milán y Nápoles. Su voz cálida y cristalina poseía, además, una tesitura amplia y de gran fortaleza, inusual en una soprano ligera.

 

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Recopilación  de José Maria Ruiz Fuentes,

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