MARGARITA SÁNCHEZ

MARGARITA SÁNCHEZ LÓPEZ, cantante de copla y cuplé, más conocida en el mundo de la historia del arte de la copla con su propio nombre artístico de MARGARITA SÁNCHEZ, nació en Madrid el día 13 de junio del año de 1928, únicamente, fue una cupletista y tonadillera que alcanzó popularidad en la década de los cincuenta y hasta mediados de los sesenta. Siendo su madre la actriz Pepa Rey lo que influiría decididamente en su carrera.


Madrid, La Cibeles


Madrid, Museo del Prado


En sus inicios debutó interpretando los cuplés de la turiasonense Raquel Meller a la que imitaba, no sólo en voz, sino también en ejecución y puesta en escena. No obstante, el cuplé ya no vivía su mejor momento y Margarita Sánchez comenzó a hacer incursiones en el mundo de la copla interpretando los éxitos de la gran estrella de la copla del momento, Concha Piquer.


Con dieciséis años actuaba como vocalista de la orquesta del madrileño Café Universal, ubicado en plena Puerta del Sol, donde alternaba en su repertorio cuplés, coplas y pasodobles. No se le debía dar nada mal pues por aquél entonces ya ganaba setenta y cinco pesetas diarias en una época en la que el salario medio industrial era de 12,27 pesetas.


De ese pasado vinculado al cuplé “interpretado” al estilo de la Meller y de la herencia dramática de su madre, surgió una peculiar forma de sentir la copla en la que no sólo cantaba, sino que interpretaba un papel, mucho antes de que la inigualable Marifé de Triana implantara dicho género.

Sus primeras grabaciones  aparecieron en 1951 entre las que podemos citar el tanguillo La Galeona y el Garrotín de los besos, éste último escrito por Ochaíta, Valerio y Solano. Se casó con el guitarrista Paco Aguilera que la acompañaba en sus actuaciones.  Fueron populares sus interpretaciones  de Capotillo torero, las zambras Con un pañolito blanco y Puñales, la canción-marcha Pepa Levante y la zambra-farruca La mare mía o sus versiones de Cárcel de oro, Romance de valentía o No me quieras tanto.

Sin embargo, uno de sus mayores éxitos y el que le dio más popularidad, especialmente en nuestra Comunidad, fue el pasacalle  del maestro Ramón Zarzoso, con letra de Salvador Valverde, Si vas a Calatayud, más cercano al cuplé que a la canción popular.

El estreno de la película El último cuplé (1957), protagonizada por Sara Montiel, puso de nuevo de moda este género lo que aprovechó Margarita Sánchez para recuperar su antiguo repertorio grabando varios discos para el sello Odeón en 1958. Uno de los títulos incluidos en aquella selección es el originalísimo Pilara la de Torrero, escrito por Vicente Quirós entre 1915-1918 para la reina del cuplé catalán Pilar Alonso.

Pero éste no fue el único tema con aires de jota que interpretó. Además del también popular Mesonera de Aragón del riclano Genaro Monreal, son de destacar otros dos, aunque menos conocidos, como Un pañuelo por la cara del maestro Monreal con letra de Francisco de Val o el divertido Busco un maño de Esteban Puche, con una letra nada "feminista".

Margarita Sánchez estuvo siempre entre el cuplé y la copla, de ahí que -según algunos autores- no llegase a triunfar en ninguno de los dos a pesar de sus dotes de dulzura, belleza, serena y finura. Su forma de entender la música no era el llanto desgarrado, sino más bien la lágrima que se retira con la punta de un pañuelo lleno de puntillas -según Carlos Herrera-.

Con letra y música de Jofre y Castellanos, versiona dos clásicos del repertorio de Estrellita Castro Bajo mi cielo andaluz y Claveles míos, este último con alusiones a la Córdoba mora de Romero de Torres y su leyenda con la Chiquita piconera: Claveles, rojos claveles de España; tan rojos como la sangre bravía que lucen las hembras de Romero entre un hechizo de morería. Claveles, claveles, rojos como un corazón.

 

 

VIDEO

 

Recopilación  de José Maria Ruiz Fuentes,

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