PEPE ROMEU

JOSÉ ROMEU PARRA, tenor y actor dramático español, más conocido en la historia de la buena música de la opera con su propio nombre artístico de PEPE ROMEU, nació en Lorca (Murcia), el día 15 de febrero del año de 1900, y murió en Alicante el 8 de abril de 1986. Hijo de actores, hizo sus primeras incursiones con obras de verso y prosa. Siendo muy joven alcanzó notoriedad al sustituir al primer actor en DON JUAN TENORIO. Jacinto Benavente le contrató como primer galán de la Compañía del Teatro Español de Madrid, en el que permaneció durante tres años haciendo teatro clásico.

Fue un destacado intérprete de zarzuela en los años veinte y treinta, que comenzó su carrera artística en el teatro, además de actuar en varias películas. A unas excelentes dotes de actor, válidas tanto para la comedia como para el drama, unió una voz de timbre atractivo manejada con gran sentido musical, aunque algo corta en el registro alto. Sus padres fueron actores cómicos en continuas giras por España, por lo que desde niño se acostumbró a los escenarios y aprendió deprisa a recitar.

Parece ser que ya antes de los veinte años protagonizó alguna obra en el Teatro Español de Madrid, aunque su primer triunfo significativo fue el estreno de Bolívar en el Teatro Municipal de Caracas, como integrante de la compañía de Francisco Villaespesa. Cuando se encontraba en Buenos Aires le oyó cantar el tenor Laura-Volpi, quien le aconsejó sobre sus cualidades para la lírica; una de sus primeras interpretaciones en el nuevo género fue La muerte del ruiseñor, basada en la vida de Julián Gayarre.

En 1924 adquirió popularidad al protagonizar dos películas: Diego Corrientes y Carceleras, ambas realizadas por José Buchs. Su consagración como cantante llegó con el estreno de El último romántico, de Soutullo y Vert, obra que supo interpretar como nadie y gracias a la cual se convirtió en una figura de la zarzuela. Ese mismo año de 1928 estrenó en el Teatro Apolo Los flamencos y La pícara molinera, junto a Selica Pérez Carpio y Marcos Redondo entre otros, y cantó en La parranda y La montería, además de volver a intervenir en el cine con Pepita Jiménez, dirigida por Agustín Carrasco.

En Barcelona estrenó La chulapona con Matilde Vázquez, y en el Teatro Novedades de esta ciudad cantó en la representación número cien de la más famosa zarzuela de Moreno Torroba, Luisa Fernanda. Tras la guerra civil volvió a retomar el teatro clásico como protagonista en varias de las últimas comedias de Jacinto Benavente. Entre sus grabaciones discográficas, merece destacarse el dúo de La Dolores, de Tomás Bretón, junto a la mezzosoprano Conchita Velázquez.

Fue Presidente del Montepío de Actores de España, de la Peña Teatral Chicote, y hacia el final de su vida fue miembro del jurado del concurso internacional de canto «María Ros de Lauri-Volpi».