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JANET RIESENFELD - BAILADORES/AS |
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JANET RIESENFELD
JANET RIESENFELD, bailarina, guionista y actriz, más conocida en el mundo de la historia del arte de la danza con su propio nombre artístico de JANET RIESENFELD, nació en Viena al final de la I Guerra Mundial, el día 4 de junio del año de 1918, su muerte, acaecida en Morelos (México), el 18 de noviembre de 1998. Nació en una familia dedicada a la música y estudió piano y danza en Estados Unidos, donde se formó y trabajó como bailarina de flamenco. Cuando tenía veintidós años la compañía de La Argentinita la contrató para emprender una gira internacional que iba a iniciarse en Madrid. Janet llegó a la frontera española el 19 de julio de 1936.
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Venciendo todo tipo de dificultades consiguió establecerse en la capital de
España, pero el desarrollo de la contienda se interpuso en su vida profesional y
personal. A su regreso a Estados Unidos escribió Bailarina en Madrid (1938)
contando lo vivido y tratando de apoyar a la causa republicana. Posteriormente
se trasladó a México donde continuó su actividad como actriz y bailarina. Allí
contrajo matrimonio con el actor español Luis Alcoriza en 1945. Más adelante
abandonó la interpretación y comenzó a escribir guiones para cine, en
colaboración con su marido. Juntos trabajaron para Luis Buñuel, convirtiéndose
en amigos íntimos y cotidianos del cineasta. Janet escribió más de ochenta
guiones y luchó por el reconocimiento profesional de este oficio, al que estuvo
dedicada hasta poco antes de su muerte.
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Nacio en el seno de una familia de artistas consagrados a la música. Su madre
era soprano y su padre el afamado violinista, director y compositor Hugo
Riesenfeld, amigo de Schönberg, Zemlinsky y otros miembros del grupo de
creadores musicales que el Tercer Reich calificó como degenerados De su obra
merece la pena destacar entre otros trabajos la banda sonora de la película Tabú
(1931), una producción en la que participaron cineastas de la talla de Murnau o
Flaherty Janet se educó en este ambiente musical y cinematográfico, entre Europa
y los EE.UU. del periodo de entreguerras.
En Hollywood conoció al que iba a ser su primer marido, un español con el que se casó a los dieciséis años. Su formación como bailarina y su pasión por la cultura española la llevaron a dedicarse al flamenco, ocupación a la que se consagró los primeros momentos de su actividad profesional. Contratada por la compañía de danza de La Argentinita, llegó a Madrid el 18 de julio de 1936, el mismo día en el que daba comienzo la Guerra Civil y permaneció en el país durante varios meses trabajando como bailarina al mismo tiempo que apoyaba
Janet Riesenfeld llegó a España cuando era una muchacha de 21 años, “atolondrada y autosuficiente”, como ella misma se define. No podía imaginar que en ese país, en apenas unos meses, iba a adquirir una honda conciencia de sí misma y del mundo que la rodeaba. No podía imaginar que en aquel viaje realizado “por trabajo y por amor” iba a tropezar con la guerra y sus horrores. De todo ello dio cuenta en un volumen autobiográfico, titulado Bailarina en Madrid, que ahora ve la luz en el sello Espuela de Plata, bajo edición de Amparo Martínez Herranz, con ilustraciones de Lyle Justis y estudios de Julián Casanova, Agustín Sánchez Vidal y la propia Martínez Herranz.
Esta última describe a la joven Janet entre las bambalinas del madrileño Teatro de la Zarzuela, en septiembre de 1936, junto a una fauna tan variopinta como la que componían la Niña de la Puebla, Angelillo, Catalina Bárcena, Loreto Prado, Enrique Chicote, La Argentinita, Pastora Imperio o Rafael Alberti. Pero la bella neoyorkina solo piensa en hacer un buen papel y en su próxima boda con Jaime Catanys, su prometido, un hijo de la alta burguesía catalana afincado en Hollywood.
Formada en un ambiente culto y políglota, Janet se había sentido atraída por la danza desde muy temprana edad, hasta convertirla en su obsesión. Su modelo era Antonia Mercé, La Argentina, pero sus mentores principales fueron Michio Itō y Michael Fokine. Ella empezó a bailar profesionalmente en Los Angeles, desde donde se desplazó a México, y de allí a España.
Con una puntería digna de mejor causa, Riesenfeld arribó a Hendaya el 19 de julio de 1936, justo un día después del levantamiento del general Franco en Marruecos. Llegó a Madrid el 8 de agosto, y aunque pudo disfrutar de algunas fiestas y hasta de una corrida de toros, los primeros bombardeos sobre la capital no iban a hacerse esperar. Ello no le impidió ensayar diariamente con su pareja artística, el bailarín Miguel Albaicín. Sin embargo, cuando éste se alistó en la milicia de los artistas, ya no pudo seguir bailando. Herida en una pierna por la metralla de un ataque aéreo mientras paseaba por las calles de Madrid, decidió partir de vuelta a casa, y llegó al puerto de Nueva York el 7 de diciembre de 1936.
Inteligente, curiosa y atenta a todo lo que sucedía a su alrededor, Janet Riesenfeld se convirtió en testigo excepcional de la vida en Madrid durante los tres primeros meses de la guerra civil española y en protagonista de una historia de amor desgarradora. De regreso a Estados Unidos decidió escribir sobre su experiencia tanto como un ejercicio de compromiso político como para llamar la atención sobre el drama que se estaba viviendo en España. El resultado fue Bailarina en Madrid (Dancer in Madrid, 1938), un texto ágil y emotivo con el estilo propio de una novela o de un guion para cine con diálogos.
VIDEO |
recopilación de José Maria Ruiz Fuentes |
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El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |