FRASQUILLO - BAILADORES/AS - Ell Arte de Vivir el Flamenco

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FRASQUILLO

FRANCISCO LEÓN, bailaor de flamenco, más conocido en el mundo de la historia del arte del baile flamenco con el nombre artístico de FRASQUILLO, nació en Sevilla en el año de 1898 y murió en Madrid en 1940. Contrajo matrimonio con la bailaora La Quica y es padre de la también bailaora Mercedes León. Sus comienzos profesionales tuvieron lugar en su ciudad de nacimiento, actuando en 1919 en el Salón Variedades, al rendírsele un homenaje al cantaor El Portugués.

Sevilla, plaza de San Francisco

Sevilla, plaza de Santa Cruz

En 1927 formó pareja con su mujer, y ambos realizaron una larga gira por los teatros españoles, como parte del espectáculo que encabezaba Antonio Chacón. Más adelante, en 1930, figuraba en la compañía de La Argentina como primer bailaor, con la que triunfó en el teatro Ópera Cómica de París. Dos años más tarde, también obtuvo un gran éxito en Barcelona, participando en los espectáculos organizados con motivo de la Exposición Internacional, dirigidos por el Maestro Realito. A partir de 1932 se instaló en Madrid, adonde trasladó la academia que tenía en Sevilla.

Sevilla, La Catedral

Al comenzar la Guerra Civil, fue encarcelado y falleció a los pocos días de ser puesto en libertad. En su obra Arte y artistas flamencos, Fernando el de Triana enjuicia así su personalidad artística: “Combina a la perfección el movimiento de los brazos con las maravillosas filigranas que ya ejecutaba con los pies, hoy extraordinariamente corregidas y aumentadas. Su figura aventaja seguramente a la que Terpsícore soñara para un bailaor. Ni alto ni bajo, maravilloso modelo para vestir el traje corto, flexibilidad sin límites, y el más ilimitado amor propio en su arte, pues no puede oír que a otro bailaor le aplaudan sin que él procure, con su habilidad y temperamento, la ovación que siempre logra”.

Nombre artístico de Francisco León, bailaor nacido en Sevilla el año 1898, que llegó a ser figura destacada del baile flamenco en el primer tercio del siglo pasado. Unido tanto en el arte como en la vida a la bailaora Francisca González «La Quica», fueron padres de la también genial maestra del baile Mercedes León. En junio de 1919 lo encontramos trabajando en el Salón Variedades de Sevilla, con motivo del beneficio que por razones de enfermedad se le tributó al cantaor Antonio Silva «El Portugués», en el que tomaron parte también los artistas que actuaban en el Salón, y que entre otro fueron el Cojo de Málaga, Fernando el Herrero, José Rodríguez «El Colorao», Manuel Vallejo, Las Pompi, Niño Gloria, Currito de la Jeroma, Manolo el Carbonero (que luego sería Niño Ricardo), Antonio García (discípulo de Frasquillo), etc. En 1927 formó parte junto a su mujer, también en Sevilla, del homenaje al tocaor José Flores, organizado por la Sociedad Benavente.

Al año siguiente hizo una gira por España junto a La Quica formando parte de un espectáculo encabezado por don Antonio Chacón, y algo después, en 1930, se presentó en París como figura destacada del elenco de La Argentina, actuando en la Ópera Cómica, y poco después bailó en Barcelona con motivo de la Exposición Internacional, dentro de un conjunto organizado por el Maestro Realito. Afincado con su mujer en Madrid, en 1932 trasladó a la capital de España la academia de baile que aún tenían en Sevilla.

En los años 1935 y 1936 actuó en distintas ocasiones con su mujer y su hija en compañías del Niño de Marchena, Niña de los Peines, Pastora Imperio, Pepita Caballero, Niño de Almadén, Miguel de Molina, Bernardo en el de los Lobitos, etc. Durante la guerra civil fue encarcelado y poco después de su salida de la cárcel, concretamente en 1940, falleció en Madrid. Fernando el de Triana enjuició así su arte: «Combina hoy a la perfección el movimiento de los brazos con las maravillosas filigranas que ya ejecutaba con los pies. Su figura aventaja seguramente a la que Terpsícore soñara para un bailaor. Ni alto ni bajo, maravilloso modelo para vestir el traje corto, flexibilidad sin límites, y el más ilimitado amor propio en su arte, pues no puede oír que a otro bailaor le aplaudan sin que él procure, con su habilidad y temperamento, lo ovación que siempre logra».

VIDEO

recopilación de José Maria Ruiz Fuentes

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