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LA PAULA - BAILADORES/AS |
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Listado de cantaores por orden alfabético |
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LA PAULA
PAULA GARCÍA FERNÁNDEZ, bailaora gitana, más conocida en el mundo del arte del baile flamenco con el nombre artístico de LA PAULA, nació en Málaga en el número 16 de la victoriana calle de Los Negros, vino al mundo en enero de 1902, murió el día 13 de octubre de 1978. Era hija del guitarrista, Matías García, y la bailarina, Antonia Fernández.
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A temprana edad bailaba en las calles donde creció, y luego bailaba en la
Taberna Gitana y la Peña Juan Breva, así como en la mayoría de las otras
"tabernas" flamencas de Málaga (tabernas, en español). Y también fue una de las
favoritas en la escena privada de " juerga " (fiesta) en Málaga.
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La Paula nunca perdió la oportunidad de presentarse en la feria de agosto en
Málaga, donde interpretaría su elegante e instintivo estilo de baile gitano. Su
baile era refinado y tradicional; levantando los brazos y torciendo las muñecas
en un movimiento fluido y bailando elegantemente desde la cintura hacia arriba,
se movería de la manera más simple pero efectiva.
En su juventud también fue una excelente cantante, especialmente con los estilos de " fiestero”. Sus últimos años los pasaría sentada en su patio, rodeada de macetas de geranios y lirios nocturnos " dama de noche ", pero en 1973 fue ingresada en el hospital San Juan de Dios , donde pasaría los últimos cinco años de su vida. .
Perdió
sus días en una silla de ruedas en la sala de psiquiatría, sin vida, una mera
sombra de sus días de baile cuando era conocida como la Bailaora gitana
malagueña. Los registros de su hospital muestran que sufría de demencia senil y
murió de un ataque cardíaco. Sus últimos años han sido conservados en una pieza
de Ceferino Sánchez Calvo, llamada Romance a La Paula, un poema dedicado a una
de las figuras más destacadas del baile flamenco que Málaga haya conocido.
La bailaora Paula García Fernández. Hija de Matías García, tocaor de guitarra en
sus ratos de ocio, que eran casi todos, y de la bailaora Antonia Fernández, La
Paula, conocida así artísticamente, fue un personaje muy popular de la Málaga
que le tocó vivir. Iniciada en el baile desde pequeña, su vida hubiera tomado
otros derroteros si no hubiera estado tan encariñada con su madre. Como ella
misma afirmaba: «Siempre he sido muy madrera, y por no dejar a la mía no he
llegado a ninguna parte». Pese a ello trabajó en la capital de España en
distintas ocasiones consiguiendo siempre grandes éxitos, e incluso un importante
premio. La mayor parte de su vida transcurrió en el citado corralón de la calle
de Los Negros, en cuyo patio, común a todos los vecinos, se celebraron
frecuentes juergas en las que La Paula siempre fue del arranque instintivo a la
gracia más depurada.
La Paula trabajó en diversas ocasiones en el desaparecido tablao flamenco Las Gran Taberna Gitana donde en algunas ocasiones tenía que abandonar las reuniones con las que estaba, esperando sacar algún dinerillo complementario, para subir al tablao por mandato de su propietario Antonio Rojas. Otros escenarios de la Paula fueron el Pasaje de Chinitas y la Peña Juan Breva. Trabajó también en fiestas particulares, e incluso en las ventas y nunca faltó en las noches de la feria de agosto a la caseta de Los Lunares desde que se instaló en Martiricos. Apergaminada, menuda, renegría, con unas zapatillas en chanclas y un pañolón azul cubriéndole cuello y espalda -con él la pintaron Pérez Almeda y Pineda Barroso para la Peña Juan Breva-, La Paula ingresó en el psiquiátrico del Hospital Civil Provincial San Juan de Dios, donde permaneció hasta su muerte ocurrida el 13 de octubre de 1978. El Ayuntamiento de Málaga rotuló con el nombre de La Paula una plaza a espaldas de la Cruz Verde y vecina a la calle de Los Negros.
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recopilación de José Maria Ruiz Fuentes |
| El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |
