MANOLO CARACOL

 

MANUEL ORTEGA JUÁREZ,  cantaor gitano, más conocido mundialmente en el arte del cante flamenco con el nombre artístico de MANOLO CARACOL, nació el día  9 de julio del año de 1909  en Sevilla  en la Alameda de Hércules, barrio de las Lumbreras, y murió en Madrid en 1973, en un acidente de coche,  Casado en la Sevillana iglesia de San Lorenzo con la jerezana Luisa Gómez Junquera y apadrinado por el fenómeno de "Cagancho". Fue conocido en sus principios como Niño de Caracol. Heredo el nombre de Caracol de su padre Tubo cuatro hijos qué fueron grandes artistas, Luisa, Enrique, Lola y Manuela. Tataranieto de El Planeta por parte materna, biznieto de Enrique El Gordo Viejo y Curro Durse, nieto de El Águila, sobrino nieto de Paquiro, Enrique El Gordo, Rita Ortega Feria, Manuel Ortega Feria, Chano Ortega Feria, Gabriela Ortega Feria, Carlota Ortega Fernández, Rita Ortega Fernández y del torero El Cuco, tío de Gabriela Ortega Gómez, primo de El Almendro, Carlota Ortega Monje, Rafael Ortega Monje y Rafael Ortega Morales, y suegro de Arturo Pavón y Maruja Baena.

 

Las campanas de Sevilla
y de toda España entera,
replicando a gloria estuvieron
a la muerte de su mejor cantaor
llamado Manuel Ortega,
como para toda la afición
artísticamente Manolo Caracol,
para orgullo del mundo entero
queda en la historia del flamenco
como el mejor de los artistas,
admirado con mucha devoción,
por su arte de entrega y pasión,
siempre estará en el recuerdo
para todo el buen aficionao.

 

 

Empezó desde muy niño con su arte, obteniendo en 1922 un primer premio para niños, compartido con El Tenazas de Morón, en el célebre Concurso de Cante Jondo de Granada, organizado por Federico García Lorca y Manuel de Falla, en el que don Antonio Chacón junto con Manuel Torre y la Niña de los Peines fueron presidentes del jurado, solo contaba doce años de edad. Seguidamente se presenta en su ciudad natal, alternando con el mismo El Tenazas, en el Teatro Reina Victoria. Volviendo a este mismo teatro un mes más tarde, después de otras actuaciones en varias ciudades españolas, para cantar junto a don Antonio Chacón. Este mismo año debuta en Madrid, en el Teatro Centro. Al año siguiente realiza una gira por toda la geografía española, alternando con Don Antonio Chacón, Manuel Torre, El Gloria, Manuel Centeno Y otras primeras figuras de la época. En 1925, continúa su recorrido por toda España y canta en Madrid, en el Teatro Pavón, en compañía de La Niña de los Peines, Pepe Marchena, El Cojo de Málaga y otros destacados intérpretes, en un concurso de cante. En este mismo escenario volvió a cantar en 1926

 


Sevilla, Plaza de España, en la foto José Maria Ruiz Fuentes

 


Sevilla, Alameda del Hércules


Continuaron sus giras en diversos elencos, entre ellos el encabezado por él y Manuel Torre, en 1929. Formó el espectáculo Luces de España, en 1930, con La Niña de los Peines, Custodia Romero, Rafael Ortega Monje y Pastora Imperio

 

 

 


Después de unos años, a partir de los primeros treinta dedicado a las reuniones y fiestas íntimas, terminada la guerra civil, toma parte en el espectáculo Cuatro faraones, en unión de El Sevillano, Juanito Valderrama y Pepe Pinto, que alterna una temporada con el elenco de Concha Piquer. Formó pareja, en 1943, con Lola Flores, presentando el espectáculo Zambra, de Quintero, León y Quiroga, con el que, partiendo de Madrid, viaja por toda España durante varios años, hasta 1951, convirtiéndose en el artista flamenco más popular, especialmente por sus zambras y otros cantes a orquesta y la difusión de sus grabaciones, creando auténtica escuela. Después de una gira por América con Pilar López, en 1951, estrena el espectáculo La copla nueva, para presentar al público a su hija Luisa como cancionista y cantaora, en  los espectáculos en los que participa con su hija hasta 1957. En 1958 es un año importante en su trayectoria artística, por la salida de su antología discográfica una historia del Cante, con comentarios del profesor Manuel García Matos, y su gira por toda América hispana, que se prolonga tres años. A su vuelta es recibido en el aeropuerto de Barajas por un numeroso grupo de artistas y aficionados portando pancartas de admiración. En 1961, actúa en el Teatro Calderón de Madrid, cantándole a Pilar López, en una función especial, y se estrena el espectáculo La copla ha vuelto, con Luisa Ortega y Arturo Pavón.

 

 


Al año siguiente, canta en el tablao madrileño Torres Bermejas en compañía de sus hijos. Inaugura, en 1963, el día 1 de marzo, su tablao Los Canasteros, en Madrid, con un elenco artístico de primera categoría flamenca, en el que figuraban entre otros los siguientes artistas: Carmen Casarrubios, Curra Jiménez, La Polaca, su hija La Caracola, María Vargas, Trini España, La Perla de Cádiz, Gaspar de Utrera, Melchor de Marchena, Orillo, Paco Cepero y Terremoto. Desde esta fecha, su trayectoria artística se desarrolló en su tablao, con actuaciones especiales junto a los miembros de su familia en acontecimientos flamencos y algunos festivales y galas benéficas. En 1965, se le concede la Medalla de Oro de la II Semana de Estudios Flamencos de Málaga, tributándosele un homenaje, en el que participaron un gran número de escritores y artistas, entre ellos Pastora Imperio y Pilar López. Un año después, en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, la Junta Oficial de la XIX Fiesta de la Vendimia, le ofreció un homenaje, haciéndole entrega de una placa conmemorativa de manos del cantaor y flamencólogo Amós Rodríguez Rey, quién glosó el arte y la personalidad del homenajeado. En esta misma ciudad, en 1969, se le impuso la insignia de la Orden del Tío Pepe de Oro, y en Madrid, durante una cena homenaje, con asistencia de personalidades de las letras y las artes, le es otorgada la Orden de Isabel la Católica.

 

 


En 1970 es nombrado Popular del diario Pueblo, recibe un homenaje en Sevilla, donde actúa con gran éxito, y se le dedica el Festival de Bornos. Grabó su último disco en 1972, al cumplirse el cincuentenario de su vida artística y en el que incluyó su fandango de despedida. En Chiclana de la Frontera, en 1973, se le tributa un nuevo homenaje, dedicándosele la fiesta El Pescado a la Teja, estando el ofrecimiento a cargo del escritor Jesús de la Cuevas.

 

 


MANOLO CARACOL cantaor de una  larga tracyestoria de estilos, como se demuestra en su amplia discografía, tenía a orgullo haber dignificado el arte flamenco con su versión teatral del mismo. Participó en las películas cinematográficas  Un caballero famoso y Jack El Negro y protagonizó con Lola Flores las tituladas Embrujo y La Niña de la Venta.

 

 


MANUEL ORTEGA SUAREZ, (Manolo Caracol), hablar de este cantaor es como hablar de los reyes del cante, tan poderoso y tan gitano que necesita un altar haya en la iglesia mayor. Tengo tantos grandes recuerdos de este gran cantaor que solo oírle canta, las carnes de tu cuerpo parecen como si se quisieran arrancar. Ya solo con treces años gana su primer concurso, sus primeras grabaciones que conservo, su estilo de fandangos son de Carbonerillo, hasta que va creando su estilo personal único en el cante para nuestra afición, crea un estilo de zambra, inimitables por ningún cantaor, como la Niña de Fuego, la Salvaora, formando una estampa flamenca con nuestra famosa Lola Flores, que jamás se a podido superar por nadie, cada vez que iba a Marruecos los moros le adoraban de tal forma que era como un dios para el cante, era todo arte insuperable por nadie. Tengo tantas cosas que contar de estos grandes artistas que no terminaría nunca, lo dejo como un pequeño resumen, solo por encima.

 

 


Falleció en accidente de automóvil, el 24 de febrero de 1973. Su entierro constituyó una gran manifestación de duelo, con asistencia de autoridades, artistas y aficionados tanto de Madrid, como de diversos lugares de España. Este mismo año, fueron dedicados a su memoria los festivales flamencos de distintas ciudades andaluzas, entre ellos los de Utrera y Granada y los Cursos Internacionales de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera y su Fiesta de la Bulería, y en Mijas (Málaga), se rotuló una calle con su nombre. 

 

Dos congresos estudiarán a Manolo Caracol y Antonio Mairena en su centenario
El 9 de julio de 1909 nació en la calle Lumbreras, en el agujero negro de los cantes de la Alameda de Hércules, Manuel Ortega Juárez. El 7 de septiembre de 1909 nació en Mairena, fragua jonda de la comarca de los Alcores, Antonio Cruz García. Este año, por tanto, se celebra el centenario de dos de las más grandes voces que ha dado el flamenco en toda su historia: Manolo Caracol y Antonio Mairena. Y la efeméride no caerá en el olvido. Ambos genios serán estudiados en sendos congresos que en estos momentos está programando la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco en colaboración con la Universidad Internacional de Andalucía y la Hispalense. Del 6 al 8 de mayo se celebrará en el Pabellón de México el dedicado a Caracol, mientras que el de Mairena se hará en su pueblo entre los días 14 y 16 de octubre. Ambos simposios estarán trufados entre otras actividades relacionadas con las figuras de los dos cantaores que se desarrollarán a lo largo de todo el año. En el caso de Caracol, el Ayuntamiento de Sevilla estudia, en connivencia con Luisa Ortega, hija del maestro, la creación de un museo dedicado a su figura y la programación en el Lope de Vega de un espectáculo protagonizado por los herederos del cantaor. Mientras tanto, el catedrático de la Facultad de Matemáticas de Sevilla Rafael Infante se encarga de coordinar el congreso, que será inaugurado por el poeta extremeño Félix Grande y tendrá su punto final con la intervención del autor arcense Antonio Murciano. Además, durante esos días pasarán por el Pabellón de México expertos como el periodista sevillano Antonio Ortega, entre otros. En el caso de Antonio Mairena, el Ayuntamiento de la localidad natal del cantaor organizará una semana cultural centrada en el centenario y la Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena pondrá en juego un galardón especial en su tradicional concurso anual. Eso será durante el mes de septiembre, pero el Congreso Internacional que desarrollará la Agencia se celebrará entre el 14 y el 16 de octubre en la Casa de la Cultura bajo la coordinación del rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Juan Manuel Suárez Japón. Está previsto que en este simposio participen personalidades como el escritor José Manuel Caballero Bonald o y el médico y coleccionista flamenco Antonio Reina, aunque este congreso está aún en fase embrionaria por razones de fecha. Además, la Agencia prepara un espectáculo dedicado a la figura del cantaor, con el que completará una amplia programación que será paralela a los ciclos que sobre ambos cantaores realizará la Federación de Peñas de Sevilla por todas sus asociadas. Todo ello se está programando con la colaboración del sobrino del artista, Antonio Cruz, y de la Fundación Antonio Mairena.
Homenaje a Arturo Pavón
Hay que recordar también que la Agencia del Flamenco producirá un espectáculo en el Lope de Vega para homenajear a Arturo Pavón, célebre pianista fallecido en 2005 que fue yerno de Caracol. La obra, «Suite flamenca», servirá para matar dos pájaros de un tiro. De un lado se cumplirá con el compromiso adquirido con la viuda de Pavón, Luisa Ortega, de homenajear al pianista, y por el otro se rendirá tributo a Caracol a través de la actuación de Luisa, que es su hija, en el espectáculo. En esta cita, que será el 17 de marzo, participarán la Orquesta de Córdoba, dirigida por Max Bragado, y el pianista sevillano Pedro Ricardo Miño. Sin embargo, no hay que olvidar que mientras se pone en marcha todo este glosario de actividades para festejar su centenario y poner en valor su figura, la estatua de Caracol sigue apostada en la Casa de las Sirenas a la espera de ser recolocada en la Alameda.

ALBERTO GARCÍA REYES. SEVILLA Domingo, 25-01-09. Manolo Caracol (en la imagen) y Antonio Mairena, dos genios del cante sevillano, serán homenajeados este año con numerosos actos. ABC

 

Manolo Caracol o la esencia más pura del mejor cante flamenco
Félix Grande participa en la inauguración de un congreso que celebra el centenario del artista sevillano
El congreso Manolo Caracol, un cantaor de leyenda dio comienzo ayer en Sevilla, en el edificio del antiguo pabellón de México, con la conferencia, a cargo de Manuel Ríos Ruiz, Manolo Caracol, todo el cante. Previamente se celebró el acto de inauguración, que contó con la presencia de la titular de Cultura de la Junta, Rosa Torres, cuya Consejería es, junto a la Universidad Hispalense, la promotora de este proyecto que conmemora el centenario del genial cantaor. A las 12:30 se celebró la ponencia del investigador y poeta Félix Grande, una de las más esperadas del congreso que, bajo el título de El Centenario Milenario, realizó un interesante recorrido por la historia del flamenco y la notable influencia del cantaor nacido en la Alameda de Hércules en su evolución a lo largo del último siglo. Grande sitúa el nacimiento del cante a finales del siglo XVIII en Andalucía, "donde además tiene su infancia histórica". Destaca cómo el lenguaje flamenco es absolutamente universal por distintas razones, pero sobre todo por una: "Su gramática es mundial por ser cavernaria". "Grandes analfabetos se convierten a través de él en notables poetas", sentencia. Respecto al espectáculo flamenco, el estudioso manchego señala que gran parte de su éxito reside en la relación con el público: "Se vive lo que se escucha y esto acongoja". A la hora de referirse a la figura central del congreso, Manolo Caracol, Grande deja clara desde un primer momento su absoluta debilidad por este genio del cante, cuya voz y su arte define a través de un poema propio y de las citas de otros autores como Antonio Murciano, presente en la sala. Explica Félix Grande cómo Caracol logra su éxito en una etapa en la que "ni siquiera un maestro como él contaba con el respaldo de las autoridades". "Gracias a Dios, ya se dieron cuenta de la importancia del flamenco. Una historia en la que no esté presente el flamenco es una historia incompetente", afirma. Por último, Grande relata la presencia del espectáculo de Caracol y Lola Flores en Tomelloso (Ciudad Real) al que asistió siendo un joven aficionado, quedando cautivado. "En aquel tiempo se vivía del taquillaje, no había más publicidad que un paseo de los artistas por la calle principal del pueblo", rememora. La hija de Manuel Ortega Juárez 'Manolo Caracol', la cantaora Luisa Ortega, de 77 años, destacó en la apertura del congreso la "presencia" de su padre en el flamenco actual: "Se le escucha en un disco y está cantando dentro del presente; tiene tal fuerza que donde se dice su nombre o se ve un retrato suyo parece que está aquí, con nosotros", aseguró Luisa Ortega, quien dijo que este congreso le ha servido a ella para reforzar su entusiasmo y sus ganas de seguir cantando.  La cantaora, que afirmó que los discos de su padre se siguen escuchando como siempre, evocó el gesto del cantaor de desprenderse el nudo de la corbata, desabrocharse los primeros botones de la camisa y arrancarse a cantar, para lo cual, recordó, le gustaba igualmente dejar la silla detrás y ponerse de pie.  Las seguiriyas eran el palo preferido del cantaor, según su hija, quien afirmó que "algo tendría porque la gente que lo escuchaba lloraba de emoción, aunque le escuchara cantar a las tres de la tarde".  Fue un gran padre y "como artista no se sabía cuándo estaba mejor, porque estaba siempre bien cantando; hasta andando por el escenario era un fenómeno, una figura", añadió Luisa Ortega. Además de las proyecciones de las películas Embrujo y La niña de la venta y de dos recitales de Antonio Reyes, con Manolo Herrera a la guitarra, y de Manuel Cuevas, con José Luis Postigo a la Guitarra, el congreso reúne a conocedores de la figura de Manolo Caracol y críticos y teóricos del flamenco, que trazarán su trayectoria vital y artística. A lo largo de las jornadas de hoy y de mañana intervendrán prestigiosos especialistas en las mesas redondas y conferencias que conforman el programa. Asimismo, hoy a las 11:30 será presentado el CD-libro conmemorativo del centenario del cantaor sevillano.
E. Henares/Agencias / Sevilla | Actualizado 07.05.2009. en la foto,  El monumento a Caracol en la Alameda de Hércules, reinstalado esta semana para su centenario.

«La Alameda de Hércules fue la escuela flamenca de Manolo Caracol»
El escritor José Blas Vega lleva varios años recogiendo material sobre la vida y obra de Manolo Caracol. Hoy, en la sesión de clausura del congreso que trata la vida del cantaor sevillano en el centenario de su nacimiento, organizado por la Agencia Andaluza para el Desarollo del Flamenco, Blas Vega revela hechos inéditos de su vida «Mi ponencia se ciñe a los años entre 1929 y 1943, los más desconocidos de Manolo Caracol, cuya escuela flamenca estuvo en la Alameda de Hércules, un lugar fundamental para el flamenco desde primeros de siglo XX hasta pasados los años 40» Manuel Ortega Juárez, Manolo Caracol, nació en el corral del Fraile de la calle Lumbreras el 7 de julio 1909 y murió en Madrid el 24 de febrero de 1973, víctima de un accidente de tráfico. Hijo del cantaor Manolo Caracol el viejo, conocido como «el del Bulto», biznieto de Curro el Dulce, tataranieto, según dicen, del Planeta, y sobrino de Enrique el Mellizo. «En la saga de los Ortega se dan cita más de cien artistas entre flamencos y toreros desde el siglo XVIII. No hay una saga que haya dado tantos, de una familia salen seis o siete, pero en los Ortega esto se desborda», afirma Blas Vega. Caracol ganó en 1922 el Concurso de Cante Jondo de Granada y para Blas Vega este congreso, «es hacer justicia porque ha estado un poco olvidado». El artista se hizo en la Alameda de Hércules, «en los cafés, en las Siete Puertas donde se daban cita flamencos como El Gloria, la Pompi, la Moreno, El Sevillano, Pepe Suárez...o incluso el padre del cantaor, El del Bulto, que organizaba veladas». Según Blas Vega, una de las etapas menos estudiadas de Caracol fueron las años de la Guerra Civil que el arista pasó en Madrid. «Durante la guerra los teatros no cerraron y al final de la función había una actuación de flamenco en teatros como el Pavón, el Calderón o el Cine Checa. Ahí actuaban Caracol, padre e hijo, Perico el del Lunar o Rosita Durán». Ha investigado numerosos datos inéditos del artista, «incluso he descubierto, en las cartas de la Argentinita, la participación de Caracol en el espectáculo estrenado en Madrid titulado «Las calles de Cádiz», algo que revelo por primera vez», anuncia. Por último, Blas Vega niega la rivalidad entre Antonio Mairena y Caracol, «no son comparables, cuando Antonio Mairena cantaba aún para el baile, Caracol llevaba años como cabeza de cartel», asegura.
Irrepetible junto a Lola
Cantaor temperamental fue, según Blas Vega, el creador de las estampas escénicas que luego dieron lugar a los espectáculos folklóricos de artistas como Juanita Reina o Juanito Valderrama. Su unión artística con Lola Flores, «supuso un boom en la época. Eran irrepetibles. Mucha gente le echó en cara a Caracol que actuara con orquesta pero en sus espectáculos había mucho flamenco, incluso hoy día, gente como Poveda o Arcángel siguen cantando por Caracol», afirma.

MARTA CARRASCO. Viernes,  08-05-09. ABC . SEVILLA. En la foto, Manolo Caracol de pie junto a su padre, Caracol el del Bulto

«Por fin se ha puesto en valor la vida y obra de Caracol»
El Congreso para conmemorar el Centenario de Manolo Caracol concluyó ayer tras tres días en los que se han dedicado más de 20 horas a estudiar la vida y obra del cantaor de la Alameda de Hércules.
En total, siete conferencias, cuatro ponencias, dos recitales, dos proyecciones de películas y una mesa redonda se han desarrollado en estos tres días en los que han pasado por el Pabellón de México de la Universidad de Sevilla una media de 120 personas diarias. El director de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, Francisco Perujo, dijo que Caracol es «un artista atemporal cuyo reloj no ha parado». Sobre el congreso, destacó que «no se entendía la celebración del centenario del nacimiento de Manolo Caracol sin un congreso que estudiara su figura y en el que por fin se pusiera en valor, no sólo su vida y biografía, sino sobre todo la obra de este artista«». Lo más destacado del congreso, según Paco Perujo, ha sido «la nómina de investigadores de la talla de Blas Vega, Félix Grande, Velázquez Gaztelu, que han hecho ponencias importantísimas». Asimismo destaca la presentación del libro-disco de grabaciones inéditas de Caracol, y de las primeras grabaciones que hizo con Manolo Badajoz en el año 1930. Los actos del centenario continuarán con las rutas flamencas dedicadas a Caracol que se iniciarán el día 13 de mayo en Arcos de la Frontera para continuar por el resto de Andalucía, terminando el 5 de junio en Estepona (Málaga).
SEVILLA. ABC Sábado, 09-05-09. Foto ABC.Manolo Caracol

La primera aportación documental del centenario
La vida y obra de Manolo Caracol aparecen reunidas en un interesante y curioso disco-libro. Al volumen lo acompañan dos cedés con grabaciones poco conocidas
La celebración del centenario del nacimiento de Manolo Caracol va aportando ya sus primeros frutos documentales. El más llamativo, sin duda, es el libro-CD que fue presentado durante el pasado congreso Caracol, un cantaor de leyenda, celebrado en Sevilla los pasados días 6, 7 y 8 de mayo. Precisamente, de ese congreso hay que esperar la publicación de sus actas, pues la nómina de conferenciantes que se congregaron en él, todos conocedores tanto del arte como de la persona del cantaor, hacen que sea de mucho interés que quede constancia escrita de sus aportaciones. Hay que recordar que, por el citado congreso, pasaron escritores y flamencólogos de la talla de Manuel Ríos Ruiz, José Blas Vega, Antonio Murciano, Félix Grande o José María Velázquez-Gaztelu, además de los profesores Catalina León Benítez y Rafael Utrera Macías. Pero, mientras ello ocurre, no cabe duda de que el citado disco-libro se presenta como un interesante y, sobre todo, curioso documento por las razones que a continuación se exponen. El planteamiento de la obra es biográfico y, para ese propósito, toma como hilo conductor una larga entrevista con el cantaor realizada por el periodista Marino Gómez-Santos y publicada por entregas en el diario Pueblo durante cuatro días consecutivos de los meses de enero y febrero de 1962. La reproducción de la extensa entrevista, en la que el cantaor recorre su trayectoria profesional, se encuentra dispuesta de una forma más que curiosa: salteada en veinte distintas páginas del libro (de la 9 a la 55 de las 76 que lo componen), un hecho que provoca que su lectura resulte, cuanto menos, azarosa. La razón de tal ordenación tiene, no obstante, su lógica, pues esa trayectoria biográfica y artística va a irse viendo jalonada por un sinfín de documentos y apéndices que la van ilustrando. Vamos, que aunque la atención se disperse y para leer la entrevista haya que hacer lo mismo que con Rayuela de Cortázar (consultar una guía de lectura), no cabe duda de que el aficionado se va encontrando una larga serie documentos, en su mayoría inéditos, que vienen a constituir todo un paraíso del coleccionista, y más si este es fetichista. No en vano, para su composición se han usado imágenes procedentes de hasta cinco acreditados archivos que no detallamos por aquello de la extensión. Desde su partida de nacimiento o la de bautismo hasta la noticia en prensa de su muerte en accidente de tráfico el 24 de febrero de 1973, más los ecos de la inauguración de su monumento en 1991, entre esas setenta y pico de páginas uno puede encontrar de todo: muchas fotografías, pero también un apéndice con la enumeración de toda su discografía, más artículos de prensa y una buena cantidad de carteles cuyo examen evocan otros tiempos del flamenco. Un solo ejemplo, aquel que anunciaba la reapertura de su tablao Los Canasteros con una relación de figuras de impresión: Gabriela Ortega encabezando el cartel, La Perla, María Vargas o Gaspar de Utrera entre los cantaores, y Melchor de Marchena o Paco Cepero entre los tocaores. La entrega se completa con dos Cd's que, sin dudar, van a hacer las delicias de los muchos caracoleros que en el mundo son, pues su contenido se compone de grabaciones muy poco conocidas o directamente inéditas. Así, por ejemplo, la serie se abre con el primer fandango que Caracol grabó en el año 1930, y se cierra con el último de ellos, registrado en 1972. Entre uno y otro, más de dos docenas de cantes bien ilustrativos de la grandeza cantaora de Manuel Ortega Juárez. El disco primero se dedica a su primera etapa, cuando era conocido como Niño Caracol, con acompañamientos a la guitarra de Manolo Badajoz y Niño Ricardo; mientras el segundo recoge dos valiosos documentos: una grabación realizada en su tablao Los Canasteros en 1964, y su actuación en el XV Potaje de Utrera de 1971 que le rendía homenaje. Luce, en estas dos últimas tandas, la guitarra de Melchor de Marchena.
Fermín Lobatón | Actualizado 18.05.2009. foto, Carátula del pack sobre el cantaor sevillano.

Centenario de Caracol
El 7 de julio se cumplirán 100 años de su nacimiento, efeméride que está pasando sin pena ni gloria
Fue una de las grandes estrellas de posguerra por su mezcla de flamenco con copla. Bajo la denominación de Estampas y Zambras montó varios espectáculos con los que recorrió la geografía española haciendo pareja con Pastora Imperio, Pilar López o Luisa Ortega y, sobre todo, con Lola Flores.  Esta faceta aflamencada dio pie a la creación de las llamadas zambras, canciones aflamencadas de obsesivo ritmo binario, como La Niña de Fuego de 1949, una de sus creaciones más populares. Manuel Ortega Juárez Manolo Caracol (Sevilla, 1909-Madrid, 1973) creó escuela por su característico estilo vocal afillao, imprimiendo su personalidad a estilos tan variados como bulerías, soleares, seguiriyas y, sobre todo, tientos y fandangos, basados en los de Enrique el Almendro, que inician una tendencia que se aleja del típico fandanguillo operístico. También contribuyó a rescatar estilos poco conocidos como la bulería por soleá de la Moreno.  El arte de Manolo Caracol, siempre fue visceral, anárquico, fuera de toda norma o sistema, incluida la del canon estilístico de la flamencología de la época. Es cierto que cantó los estilos entonces llamados básicos, pero siempre lo hizo a su aire, a su manera, tomándose toda la libertad melódica y sobre todo rítmica que le daba la gana. Tan sólo el neoclasicismo de la Etapa de Rehabilitación le impuso una fórmula, la de la antología enciclopédica, que se plasmó en una grabación que es unánimemente reconocida como lo mejor del Caracol flamenco. No obstante, el título de la obra da fe del carácter personalísimo de la misma: Una historia del flamenco (Hispavox, 1959), la particular historia de Caracol, con la guitarra de Melchor de Marchena. Portento de soleares clásicas dichas a su manera bronca y personal y las falsetas helénicas de Melchor. Cantes de Alcalá y de Juaniquí y unos remates de guitarra que amartillan los tercios. Una joya impagable de poco más de cuatro minutos. Seguiriyas de Manuel Molina y el sello inconfundible de Manuel Torre. Y el fandango personal, tan solemne y tan enjundioso como cualquiera de los otros dos estilos.  Niño prodigio, hijo de Caracol el del bulto, el cantaor se reveló con trece años en el concurso de Granada (1922) y desde entonces hasta su muerte en accidente de tráfico estuvo en primera fila del arte flamenco y de la canción aflamencada. Esta flamante edición reproduce algunas grabaciones de Caracol, en su mayor parte bien difundidas en ediciones anteriores de Pasarela y Universal. La primera resulta difícil de encontrar hoy, mientras que la segunda es bien asequible. No obstante, no existe en el mercado una edición crítica de la obra de Caracol, ni de Una historia del flamenco, ni de ninguna de sus grabaciones clásicas, sino que la mayoría de los CD que del sevillano podemos encontrar hoy en el mercado alternan sin criterio mayor cantes con cantos aflamencados, en ocasiones sin fechar las grabaciones. Tampoco existe un estudio satisfactorio de la obra del cantaor y así seguiremos a la espera de la edición de la biografía que desde hace 20 años prepara José Blas Vega. De esta manera no habrá que llegar al bicentenario para que el gran público conozca a fondo a este creador.
Juan Vergillos | Actualizado 10.06.2009. en la foto,  Manolo Caracol (derecha) con el Piti.

La dinastía gaditana de Manolo Caracol
El que fuera uno de los mejores cantaores del siglo XX tenía por su sangre más de gaditano que de sevillano
El gran cantaor Manolo Caracol, nacido en la Alameda de Hércules, centro por antonomasia del flamenquismo sevillano, ha sido quizás el cantaor con más parentela artística, flamenca y taurina, de toda la reciente historia del arte flamenco. De él se ha dicho que era tataranieto de El Planeta, biznieto de Enrique el Gordo Viejo, y de Curro Durse; nieto de El Águila, padre de Caracol 'el del Bulto', que fue su progenitor y del que heredó el apodo; sobrino nieto del torero Paquiro y de Enrique el Gordo, de Rita Ortega Feria, sobrino de El Cuco y primo de El Almendro -aquél del que se cantó "cuando el Almendro torea / la plaza se bambolea"- y primo, también, de la recitadora Gabriela Ortega; entre toda una legión de cantaores, toreros y bailaoras de lo mejorcito del siglo XIX y parte del XX.  Pero lo mismo que Caracol nació en Sevilla, pudo haber nacido en Cádiz, ya que de aquí eran la mayoría de sus célebres parientes. La dinastía gaditana de Caracol, lo mismo que su dinastía gitana eran más que archisabidas y de ahí su simpatía y cariño indudable por esta tierra, en la que contaba con tantos partidarios. Pero hay una historia que muy pocos saben y nosotros vamos a desvelar, contando con lo que su prima la recitadora Gabriela Ortega dejara dicho en un libro, muy poco conocido, que esta mujer publicó en Sevilla, en 1996, titulado Dinastías toreras de Andalucía. Resulta que sin restar ni un ápice a su gitanería, Manolo Caracol no era gitano por "tó los cuatro costaos", porque uno de ellos era montañés. Cosa inevitable en Cádiz, donde tantas y tantas buenas familias montañesas echaron raíces, e incluso entroncaron con familias de la más pura raza gitana, como le pasó a Gabriela Díaz, hermana de los matadores de toros Manuel y Gaspar Díaz Lavi, de la que se enamoró José Ortega 'El Chicuco', banderillero de su hermano Manuel, que había nacido en Santander en 1810, casándose con ella en 1827. Textualmente, la autora dice en su libro: "José Ortega no era gitano, era castellano" y por ello "los gitanos del barrio de Santa María le cantaban a Gabriela Díez esta copla: "Por la chamarra de sea / te fuiste de la cabeza; / siendo tú gitana pura / te volviste montañesa". Y de este matrimonio de montañés y gitana de Cádiz, nacieron cuatro hijos y una hija, saliendo todos los varones banderilleros como el padre y, además, muy buenos cantaores, como la gente de la familia materna. El más famoso, como tal, sería Francisco Javier Ortega Díaz, apodado 'El Cuco', que toreó en las cuadrillas de sus tíos los 'Lavi', en la del Chiclanero, en la de El Tato y en la de Frascuelo; siendo quien llevara a Madrid el cante por caracoles y una letra que él compusiera y que don Antonio Chacón haría famosa años más tarde: "Vámonos, vámonos / al Café de la Unión / donde paran Curro Cúchares / El Tato y Juan León". La sangre gitana y gaditana le venía a Caracol por sus antepasados los toreros 'Lavi', que eran Díaz de primer apellido, y Cantoral, de segundo, por ser hijos de la famosa cantaora gaditana María la Cantorala y, por lo tanto, gitanos del barrio de Santa María; y no por los Ortega, oriundos de la Montaña, como siempre se ha creído; atribuyéndole a este apellido una raíz gitana que no tiene, en este caso concreto. Curiosa historia que la gran Gabriela Ortega narró con todo lujo de detalles en un libro insólito y prácticamente desconocido, donde nos habla en profundidad de las más fecundas dinastías toreras de la región andaluza. No nos cabe duda de que Manolo Caracol, el que fuera uno de los mejores cantaores gitanos del siglo XX, por su sangre tenía más de gaditano que de sevillano, a pesar de haber nacido en el barrio de las Lumbreras; y tampoco nos cabe duda de que su afición a los toros le venía por la misma razón; así como su amistad con grandes toreros, como Manolete, Gitanillo de Triana, su pariente Rafael el Gallo, Paco Camino, y tantos otros. Para muchos aficionados, Caracol fue el mejor cantaor gitano, después de Manuel Torre, y su voz 'afillá' considerada la más flamenca de todas las que se han escuchado, en el pasado siglo. Indudablemente, también debió influir, en ello, su dinastía gaditana.
Juan De La Plata | Actualizado 25.02.2013 -  Manolo Caracol simula torear en presencia del diestro Paco Camino.

VIDEO

 

AUDIO

Manolo Caracol

VILLANCICOS
GITANOS

Noche Vieja
Canta un villancico de despedida del año
Las uvas de las doce

(muy bonito de escuchar)
esto es saber cantar bien para que se entere la nueva generación aficionados al flamenco

 

Memorias
Al gran torero que fue Manuel Rodríguez (Manolete), como a su Córdoba la llana
que le vio nacer a su mejor torero, 
Poema y semblanzas con sus cantes que le dedica Manolo Caracol a estilos árabes lamentos
de su Córdoba la sultana que le vio nace.

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       Torero hasta la muerte tuviste
         detalle de gran torero,
        si un toro te dio la muerte,
          tu se la diste primero,
           como hacen los valiente.

 


Homenaje a Manolo Caracol
En un Cante por

MALAGUEÑA DE CÁDIZ

Son cantes de Enrique el Mellizo
Acompañado por
Niño de Ricardo
Duración 2:56
 

 


Homenaje a Manolo Caracol
En un Cante por

ZAMBRA

Acompañado por Orquestas
Duración 2:10
 

 


Homenaje a Manolo Caracol
En un Cante por

FANDANGOS

Acompañado por
Niño de Ricardo
Duración 2:33
 

Autor: José María Ruiz Fuentes

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El Arte de Vivir el Flamenco © 2003
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