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HISTORIAS DEL CANTE ANDALUZ XVIII |
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Listado de cantaores por orden alfabético |
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HISTORIAS DEL CANTE ANDALUZ
LAS PEÑAS FLAMENCAS. (XVIII)
LAS PEÑAS
FLAMENCAS.
La afición y hasta la preocupación por el cante es motivo más que suficiente
para que se vayan formando peñas y tertulias flamencas en las que los
aficionados se reúnen para hablar de cante y para organizar fiestas flamencas,
llevando a los artistas de renombre y a otros que gozan de las preferencias de
los miembros de cada peña. Naturalmente, no todas estas peñas tienen el mismo
alcance. Hay que destacar la Tertulia Flamenca de Radio Sevilla, a la que yo
pertenezco y que, en manos de Rafael Belmonte, Manuel Barrios y Manuel Palomino
Vaca, viene realizando una tarea incansable en la divulgación del flamenco.
Otra tertulia que ha alcanzado un gran renombre es la Tertulia Flamenca de
Ceuta, bajo la inspiración del buen aficionado Francisco Vallecillo. En la
inauguración de esta tertulia se me entregó la Primera Perla de la misma.
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Puerta de entrada a la Tertulia
Flamenca de Ceuta, |
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Busto del Teniente Ruiz en su Plaza,
donde |
Las peñas
flamencas aumentan de día en día por las capitales y pueblos andaluces. Y así
surge en Cádiz la de Enrique el Mellizo,
otra en Osuna, otra en Morón con el nombre de
Peña Flamenca «El Gallo», y en muchos
sitios más. También se forman peñas en la parte oriental de Andalucía, y así
aparece en Granada la Peña La Platería,
y en Almería El Taranto y Los
Tempranos. Algunas, como la Peña
Flamenca «Juan Breva», de Málaga, o la Cátedra de Flamencología de
Jerez, de la que soy presidente honorario desde 1959 y que, en cierto aspecto,
puede considerarse también tertulia, aunque sus pretensiones y su labor sean más
amplias, poseen ya una gran solera e incluso organizan concursos y estudios para
contribuir a un mejor conocimiento del arte flamenco. Otras son más recientes y
hay que esperar que pase el tiempo para poder enjuiciar su tarea.
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Peña Flamenca en las noches Madrileñas, donde actúa Miguel Pastor de los Santos (Gitanillo de Bronce) |
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Peña Flamenca en las noches Madrileñas, donde actúa Miguel Pastor de los Santos (Gitanillo de Bronce) |
En mi pueblo
natal se fundó la Casa del arte flamenco
«Antonio Mairena». Yo sugerí que no le pusieran del
cante flamenco, sino del
arte flamenco, por ser esta palabra más
comprensiva, supuesto que abarca, no sólo al cante, sino también al toque de
guitarra y al baile. También llevan mi nombre otras peñas de fuera de
Andalucía, como es la Peña Cultural «Antonio
Mairena», de Hospitalet de Llobregat, y otra que existe nada menos que en
Ginebra (Suiza). La afición al flamenco, evidentemente, va bastante más allá de
nuestras fronteras.
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Tablao Flamenco de Parrilla de
Jerez, |
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Tablao Flamenco de Parrilla de
Jerez, |
La misión de las peñas flamencas debe ser la de formar una buena afición, que sepa escuchar y que pueda valorar lo que escucha. De esta manera el artista se entrega más y mejor, porque encuentra un medio a propósito y un calor de amistad y de afición en el que se siente a gusto. Las peñas y las reuniones flamencas deben ser el filtro de los conocimientos de la afición, gracias a lo cual pueden ayudar a que se mantenga un buen ambiente en los festivales
Escenario de una Peñas flamenca,
en la foto José Maria Ruiz Fuentes
El peligro de
las peñas está en que pequen de excesivo localismo, defendiendo fanáticamente
lo que consideran suyo y cerrándose para otras manifestaciones flamencas de
distarse fomentando el interés y el deseo de conocer y apreciar tanto lo
propio como lo distintos lugares y escuelas. A mi modo de ver, Sevilla, por su
situación y por sus circunstancias históricas, nos ha dado siempre un buen
ejemplo en este sentido, pues ha sido más universal que cualquier otro sitio a
la hora de valorar el cante flamenco de todas partes. Sevilla es como la bota
que ha sabido mejorar todos los vinos buenos del cante, se hayan producido aquí
o en cualquier otro sitio, incluso lo malagueño y lo levantino. Y esto tanto a
la hora de cantar como a la hora de apreciar los cantes.
| Las confesiones de Antonio Mairena, escritas por Ricardo Molina, fotografías todas ellas pertenecientes a José Maria Ruiz Fuentes, excepto la de la Peña Flamenca |
| El Arte de Vivir el Flamenco © 2003 |
