LA SULTANA

 

 

ENTREVISTA A LA SULTANA

 

  "Lo comercial es lo único que vende"

 

La artista, que esta noche actúa junto a Curro Díaz en el Círculo de la Amistad, se suma a la lista de jóvenes cantaoras que comienzan a despuntar en Córdoba

A sus 18 años, La Sultana es una cantaora con ilusión y deseos de triunfar. Esta noche se la podrá escuchar a las 21:30 junto a Curro Díaz y acompañada a la guitarra por Luis Calderito en el Real Círculo de la Amistad, con motivo del ciclo Cruzcampo Por la ruta de las tabernas.

¿Cómo despierta en usted el interés por el cante?

En mi familia siempre se ha cantado flamenco, desde mi abuelo Manolito, el afilaor del Campo de la Verdad, hasta mis tíos, mi padre... Todos han sido grandes aficionados, de ahí mi interés por el cante. En mi casa siempre se está oyendo cante: Fosforito, Caracol, La Paquera... También a mis amigos y a la gente con la que me suelo juntar les gusta el flamenco.

¿Desde cuándo canta?

Empecé a cantar a los 13 años y me incorporé al coro rociero Alminar, dirigido por el padre de una amiga. En el coro, los solos que tenían que sonar más flamencos me los dejaban a mí. Fue cuando me escuchó el cantaor Curro Díaz y me animó a que estudiase más lo que es el cante hondo y me dedicara a ello; durante dos años fue mi maestro.

Hace dos años realizó su primera grabación...

El disco Palabras que hieren lo hice con un enfoque comercial, por los temas que lleva y también porque lo comercial es lo único que vende, aunque también hay cantes como las malagueñas, soleá por bulerías, fandangos... Fue una experiencia que me sirvió para conocer lo que es grabar en un estudio y cómo afrontar una grabación. Lo que veo es que siempre lo puedes hacer mejor y superar lo que has hecho. Al principio lo veía todo muy bonito y cada vez que lo escuchaba me encantaba, pero con el paso del tiempo, y al haber aprendido más, te vas dando cuenta de los fallos.

Al comenzar a cantar desde muy joven habrá asumido los cambios de voz...

He tenido ya el cambio de voz. En el disco que grabé la tengo un tanto de pitillo; ahora, en cambio, la tengo más entera y grave y sé que tendrá que cambiar aún más. Estuve un año sin cantar porque tenía edema en las cuerdas vocales, y he estado, para no dañarme la voz, yendo a un logopeda que me aconsejó que cantase lo mínimo y me ayudó a adaptarme sin problemas a los cambios de voz.

¿Cuál es la experiencia más gratificante que ha vivido como cantaora?

Una de las experiencias que no se me olvidan es cuando gané el primer premio de jóvenes flamencos de la Peña Flamenca de Castro del Río. En ese concurso canté una malagueña que se la dediqué a mi tío y me emocioné tanto que la canté llorando, y eso impresionó bastante al público y creo que también al jurado. Recuerdos malos no he tenido en el cante.

¿Tiene nervios por su actuación de esta noche?

No suelo ponerme nerviosa cuando canto; sólo cinco minutos antes de subir al tablao están los nervios a flor de piel por la responsabilidad, pero en cuanto empiezo a cantar ya desaparecen. El recital de esta noche es muy importante para mí porque cantar en el Círculo de la Amistad es todo un lujo. Es un lugar que causa respeto pero ya estoy deseando cantar.

 

 

Francisco Martínez / Córdoba | Actualizado 11.02.2010. en el encabezamiento  La Sultana, una cantaora con proyección.

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El Arte de Vivir el Flamenco © 2003
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