CURRO LUCENA
 

 

ENTREVISTA A CURRO LUCENA
 

 Mi vida es el flamenco, en el hospital trabajo para subsistir económicamente
 

Una vida dedicada al cante flamenco como la del cantaor Curro Lucena parece atravesar su rostro y sus gestos a diario cuando atiende con arte y peculiar sentido del humor a cientos de pacientes, a los que les da cita para consultas externas desde su mostrador de administrativo del SAS. No en vano, este empleado del hospital comarcal de Ronda lleva tras sus espaldas de décadas abrazada al mundo del duende y los quejios que le llevo a grandes tablaos y colegios mayores de Madrid y Japón en los años 70. O en el 1985 lo hizo merecedor de la Lámpara Minera en el Murciano festival  del cante de las Minas. Ahora junto a Manolo Franco Ángel Mata y Román Carmona, graba su décimo disco, que se titula Andalucía 8 + 2. El pasado sábado lo veíamos actuar en la bienal de Málaga en flamenco en el espectáculo Ponla ahí por malagueñas, que se celebro en el teatro Vicente espinel, a pocos metros del universidad  Tajo de la ciudad en la esta afincado. Porque Ronda es una de las geografías que ha marcado su vida, junto a localidad Cordobesa que le vio nacer. De hecho, Francisco de Paula Luna Navarro siempre sube a los escenarios como Curro Lucena. También da nombre al certamen flamenco que cada mes de Julio celebra la Localidad Cordobesa.

¿Cómo se acerco al flamenco?

Antes era zapatero. Zapatero remendón. Pero como el flamenco se nace y luego lo tienes que aprender, puedo decir que canto desde los ocho años. Con 20 me fui a Madrid y entre en el tablao las cuevas de Nemesio y después en Zambra. En el 73 me salio un contrato en Japón y me fui. Nunca he dejado de cantar.

¿Qué le parece que quienes empiezan no vayan tanto a los tablaos?

El mundo del tablao es una enseñanza. En el tablao siempre se ha aprendido el compás.  Lo que pasa es que los jóvenes de hoy van a demasiados concursos y corren el peligro de que lo encasillen como a  un cantaor de concursos y de ahí no salga. Por eso hay que tener unas perspectivas  más amplias.

¿Tras medio siglo cantando, que grandes sastifacciones le ha dado el flamenco?

En 1973, una de las veces me vine a cantar a Ronda desde Madrid conocí aquí a mi mujer. Por eso me vine y me puse a trabajar en el hospital. Pero mi vida no es el hospital, es el flamenco. En el hospital estoy para subsistir económicamente.

¿Después de tanto tiempo en el mundo del flamenco que le gustaría hacer que no haya hecho?

Creo que todas las etapas la he ido cubriendo con bastante satisfacción. Siempre que me he propuesto algo lo he conseguido. He conseguido el Premio de malagueñas en festivales como el de Mairena del Alcor. Actué En la bienal de Sevilla y ahora lo he hecho en la de Málaga. En mis primeros discos grabe con Manolo Sanlucar. Y he recorrido con el flamenco Toda España y países extranjeros como Francia, Marruecos o Japón

El perfil: Este empleado del hospital comarcal de Ronda ha dedicado buena parte de su tiempo libre a la gran pasión de su vida: el cante Flamenco. Su nombre artístico incluye el nombre del municipio cordobés el que vino al mundo hace 57 años.

 

 

 

CRISTÓBAL G. MONTILLA

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El Arte de Vivir el Flamenco © 2003
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