PEPE AZNALCÓLLAR
 

 

JOSÉ LOSADA CARBALLO, cantaor payo, más conocido con el nombre artístico de PEPE AZNALCÓLLAR, nació en Aznalcóllar (Sevilla) el día 2 de mayo del año 1.912, y murió en Madrid  en el 1.973. En 1.925 contaba solo trece años debutó en la Sala Olimpia de Sevilla, después de haber actuado en una fiesta privada ante los reyes de España. En 1927, actúa en el Cine Madrid de la capital española y al año siguiente lo hace en el también madrileño Teatro Pavón. Su trayectoria artística de estos años esta ligada a la alternancia con Don Antonio Chacón, Manuel Torre, La Niña de los Peines y otras grandes figuras de la época. Su primera grabación discográfica data de 1929, con la guitarra de Niño Ricardo.

 




Naciste para cantar,
y tu Sevilla orgullosa
siempre estará contigo,
por ser el mejor fandanguero,
que su provincia ha tenido
de todo el mundo entero,
supiste recrear tu arte
con gran sabiduría
entre los más grandes.

 

 

Actuó en el 1.936, en el Certamen Nacional de Cante Flamenco, celebrado en el Madrileño Circo Price. Recorrió toda la geografía española, en varias actividades en giras y espectáculos, reapareció en 1955, formando parte del elenco denominado Herencia de arte, en compañía de La Niña de la Puebla y El Sevillano, anunciado como un gran cantaor  de los Fandangos.
 


Sevilla, Avenida Queipo de Llano, al fondo, Avd, José Antonio

 


Sevilla, Torre del Oro y la Giralda desde el Rio


En otro de los espectáculos donde figuró últimamente fue Andalucía flamenca, con Lola Carmona y Pepe Guillena. Como también  llevó a cabo algunas temporadas en los tablaos Madrileños, con los más destacados maestros en su estilo predilecto, que fue el fandango. Aunque también supo interpretar una amplia gama de estilos, Pepe Aznalcóllar, fue un gran estilista de una voz dulce y flamenca, ha pasado a la historia del cante flamenco como creador de un estilo de fandango sumamente original y personalísimo,  verdaderamente creativo y artístico,  con mucha dulzura y arte. Su Fandango creó seguidores, como muchos Fandangos más de otros grandes maestro.  Dejo una amplia discografía, en la que fue siempre acompañado por grandes guitarristas
 

El caso de Pepe Aznalcóllar
La Federación de Entidades Flamencas de la provincia dedica su VIII Circuito al cantaor, nacido hace 100 años en el pueblo sevillano que le dio nombre artístico
Llevó a cabo, con tan sólo 16 años y la guitarra de Niño Ricardo, unas grabaciones de los estilos populares en la época: milonga, taranta, granaínas de Vallejo y Chacón y fandanguillos de Vallejo, Carbonerillo y José Rebollo. Su nombre era José Losada Carballo y nació en el pueblo sevillano que le dio el nombre artístico el 2 de mayo de 1912. Fue un niño prodigio: su afición y conocimientos de los estilos flamencos quedan bien patentes a esta temprana edad, hasta el punto de que se incorpora a la compañía de la Niña de la Puebla, habiendo sido apadrinado antes por el Niño Ricardo, como decíamos, y por el propio Manuel Vallejo, de cuyas formas era seguidor. Participó en el concurso Price de Madrid de 1936, ése en el que Pericón cantó sus famosas "dos letras" . La guerra le coge a Aznalcóllar en Almería, de gira con la Niña de la Puebla, que disuelve su compañía al llegar a Málaga y quedar incautado su autobús. Sin embargo, Pepe Aznalcóllar no volvió a su pueblo o a Sevilla, donde, según afirma Manolo Bohórquez "su vida corría peligro", sino que traslada a Cartagena. Recordemos que, según cuenta Luis Caballero, cuñado de Aznalcóllar, el suegro de Pepe, Vidal Caballero, fue fusilado el domingo de Ramos de 1937. El caso es que la estrella del Niño de Aznalcóllar, que empezaba a brillar antes de la guerra civil, se eclipsó en la posguerra y el cantaor no reapareció hasta 1955 como Pepe Aznalcóllar. Con la voz rota, con las facultades muy disminuidas, Aznalcóllar tuvo que reinventarse como cantaor. Si el Niño de Aznalcóllar es un excelente fandanguero, pero también un cantaor completo, a pesar de ser un adolescente, es decir, todavía un cantaor en formación, Pepe Aznalcóllar crea en la posguerra un fandango corto, casi hablado, muy sentimental, adaptado a las nuevas y mermadas facultades del cantaor. Y en toda su discografía posterior a la guerra civil no registra sino fandangos y, ocasionalmente, algún otro cante: cuplés por bulerías, milongas, alguna soleá, alguna cantiña, un apunte de malagueñas ... con las guitarras, además de las mencionadas en otro lugar, de Pepe Martínez y Enrique Naranjo, y para las discográficas Hispavox y Columbia. Varios son por tanto los misterios que rodean a Pepe Aznalcóllar: ¿cuál es la razón de su largo silencio entre 1936 y 1955? ¿Porqué cambió, en este tiempo, su repertorio? Pepe Aznalcóllar falleció en 1973, es decir, a punto de cumplir 61 años. La imagen primera que tuve de Pepe Aznalcóllar, la de aquellos vinilos de los 50 y 60, es la de un fandanguero muy lírico. Tanto que en ocasiones resulta dulzón y amanerado. En estos discos está acompañado por Félix de Utrera y Antonio Piñana hijo, colaboración esta última fruto sin duda de su amistad con el estilista de los estilos levantinos Antonio Piñana, que se forjó durante la estancia cartagenera de Aznalcóllar en la guerra civil. Es un fandango directo, casi hablado, pero pleno de lirismo. Un fandango de posguerra, que más tarde ejecutaron Fernanda de Utrera y Luis Caballero, entre otros. Es una voz limitada, corta, muy tímida y ensimismada pero al tiempo muy lírica. Un lirismo que deriva del timbre de voz ya que, en la posguerra, Aznalcóllar estaba totalmente divorciado del melisma. El caso es que Pepe era muy consciente del cambio que habían sufrido sus facultades y por eso se adaptó a los nuevos tiempos a la perfección, como estilista del fandango, condición con la que alcanzó una notoriedad muy destacable en la posguerra, como decía más arriba. El Niño de Aznalcóllar es un caso muy distinto. Hablamos de un adolescente aplicado, seguidor de Vallejo ("¡viva Manuel Vallejo y yo!", se jalea a sí mismo en uno de sus cantes por fandangos): un cantaor en potencia, sí, aunque entregado, con unas condiciones vocales extraordinarias, lírico, sí, y largo también. Tanto, como para poder emular a Vallejo y a Chacón. ¿Cómo este cantaor largo y explosivo, poderoso, brillante, viril y seguro, se convirtió en el tímido, amanerado y corto, aunque delicioso, Pepe Aznalcóllar? La clave de este misterio se encuentra, acaso, en lo acontecido durante guerra civil. Ese es el misterio de este cantaor que algún día, con suerte, un biógrafo entregado quizá nos podrá desvelar.
Juan Vergillos / Actualizado 22.04.2012 -  Una imagen juvenil de Pepe Aznalcóllar

VIDEO

 

AUDIO


Homenaje a El Niño Aznalcóllar 
En un Cante por

FANDANGOS

Acompañado por el Niño Ricardo
Grabación 1928 (tenia 16 años)
Duración 2:30

Autor: José María Ruiz Fuentes

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El Arte de Vivir el Flamenco © 2003
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